No habrá viticultura sin viticultores
Isabel Vidal, jefe sectorial de la Viña de JARC (Joves Agricultores i Ramaders de Catalunya)
26/08/2020El momento actual es grave. A la pandemia del COVID-19, que ha provocado un cierre brusco del mercado –y, por tanto, más acumulación de stocks–, se le suma la gran afectación por el hongo del mildiu, que ha comportado una bajada de producción general histórica. Por si fuera poco, un infierno de temperaturas todavía disminuirá más la cosecha por sequía.
Hay que destacar un dato importante, el 36% de la viticultura en Cataluña es ecológica (el 40% al Penedès), y las viñas ecológicas han perdido de media un 50% de la producción por mildiu, según nuestra estimación. Las viñas convencionales, que representan el 64% restante, también se han visto afectadas por el hongo, pero en menor medida. A eso hay que sumar la pérdida de producción a causa de las altas temperaturas sostenidas de estas últimas semanas, que están deshidratando los racimos.
Sin temor a equivocarnos, estamos hablando de una pérdida media superior al 35%, lo que significa que la cosecha esperada el 2020 rondará el 65% de la cosecha 2019. Nos enfrentaremos a una realidad dramática. ¿Cómo sobreviviremos los viticultores un año entero? ¿Cómo se podrá afrontar una nueva cosecha con los precios percibidos y con la poca uva que hay? Más difícil todavía en un año como este que hemos asumido un aumento de los costes de producción por la lucha contra el mildiu y una bajada del rendimiento máximo por hectárea, aceptada para evitar que un exceso de producción empujara los precios todavía más abajo.
Si no se cambia el rumbo, el futuro es desalentador. Se está poniendo en riesgo el propio territorio y su tejido productivo. Estamos vendiendo más volumen a precio más bajo, y esto no es aceptable. Nosotros, la sectorial de la Viña y el Vino de JARC, no nos rendiremos. No nos cansaremos de buscar el marco sostenible para todos, no hay viticultura sin viticultores.