El mercado del vino en Canadá, un crecimiento constante
El mercado del vino en Canadá no ha dejado de crecer en los últimos años y todavía cuenta con un gran potencial de crecimiento. La oferta de vino proviene mayoritariamente de la importación, que representa en torno al 70% del mercado, ya que la producción vitivinícola canadiense no alcanza para abastecer la demanda. Así, la importación total de vino en 2014 ha superado los 2.100 millones de CAD, continuando con la tendencia creciente de los últimos años, tanto en valor como en volumen.
En cuanto a la procedencia de dichas importaciones, destaca en primer lugar Estados Unidos, seguido de Francia e Italia. España ocupa la cuarta posición, tras Australia, superando los 116 millones de CAD tras haberse incrementado las importaciones de vino español en un 44.45% en los últimos cinco años. España cuenta con una cuota de importación del 5,44%.
Cataluña lidera las exportaciones a Canadá, seguida por La Rioja, Castilla-La Mancha y Aragón, comunidades que exportan vino por un valor superior a los 10 millones de euros cada una. Cataluña se mantiene en los 16 M€ y es, con ello, la principal exportadora per con una tasa de crecimiento inferior con respecto a la media del país (-0,59% en los últimos dos años). La Rioja supera los 11 millones con una tasa del 24,73%.
La percepción del vino español está en plena transición, aunque tiene una posición bastante asentada en algunos mercados como Quebec. Tradicionalmente, el consumidor de vino español era aquel que ya conocía el producto y su satisfactoria relación calidad-precio. Los clientes potenciales de los vinos españoles se encuentran actualmente entre los nuevos aficionados, que buscan vinos de mayor calidad y conocer la cultura vitivinícola de otros países.
La imagen del vino español para el gran público canadiense suele ser de vino barato, por lo que es difícil encontrar vinos españoles de gran calidad y precio alto. No obstante, esta mentalidad está cambiando progresivamente y poco a poco se encuentran más marcas, sobre todo en las secciones de especialidades.
El etiquetado y la presentación del vino son extremadamente importantes en este mercado. Es destacable que la bodega se esfuerce en que el producto sea atractivo e incite a la compra, ya que el vino español no se encuentra en los lineales más atractivos. La presentación es importante en dos aspectos: el estético y su contenido informativo. Hablar sobre el varietal y los potenciales maridajes del vino son detalles muy apreciados por los consumidores. Para los consumidores de la zona anglófona principalmente, lo más importante es la variedad de la uva, por lo que la dificultad añadida para los vinos españoles es que algunas variedades son poco conocidas e incluso difíciles de pronunciar. Actualmente, denominaciones como La rioja o Ribera del Duero se están convirtiendo en populares entre los entendidos.