Principales protocolos en la industria alimentaria del packaging
El pasado 20 de febrero, el Centro Español de Plásticos (CEP) organizó una jornada informativa para explicar a los asistentes los requisitos básicos de los principales protocolos de packaging alimentario y sus procesos de certificación. “El objetivo del CEP es crear necesidades comunes entre las empresas para fomentar los negocios en el sector, queremos ser una vía activa y ágil”, apuntó el director del Centro, Ángel Lozano.
Con la participación de Laura Domingo, asesora del CEP, Alfonso Herrero, auditor jefe de Sistemas de Gestión en Seguridad Alimentaria de AENOR, y Agustina Sánchez, directora técnica de Alimentación en AENOR, el CEP ofreció una jornada informativa para poner sobre la mesa el momento que atraviesa el sector del packaging de plástico en nuestro país y los protocolos para su uso en alimentación.
La situación del sector del plástico en packaging alimentario
Desde 2013, el Índice de Producción Industrial del Sector del Caucho y Plástico ha ido mostrado una recuperación paulatina. Aunque los sectores de aplicación de estos materiales son varios (automóvil, construcción y el sector eléctrico y de electricidad, entre otros), el packaging sigue siendo el pionero en la utilización de plásticos, ocupando el 46% de su mercado. Además, se espera que el PET y los envases flexibles no dejen de crecer hasta 2020.
El envase tradicional de plástico tenía la función de separar el producto del ambiente, pero los nuevos sistemas de envasado tienen características que van mucho más lejos: son envases activos e inteligentes, cuentan con atmósferas protectoras y se basan en el uso de nuevos materiales (comestibles, biodegradables, compostables…). Estos envases tienen la función de proteger, preservar, facilitar la manipulación, alimentación y transporte, minimizar el impacto en el medio ambiente, extender la vida útil del producto que contienen, favorecer la decisión de compra, informar y promover, soportar condiciones de uso y proceso y, cómo no, contener.
Principales protocolos alimentarios reconocidos
Global Food Safety Initiative (GFSI) es una Fundación sin ánimo de lucro creada en mayo del año 2000, y gestionada por el Consumer Goods Forum, que mediante Benchmarking ha reconocido una serie de protocolos que cumplen los criterios de su Documento de Orientación. Para la ‘Producción de Envasado de Alimentos’, GFSI ha reconocido, a fecha de hoy, las certificaciones siguientes:
- FSSC 22000 – October de 2011 Issue (reconocido el 22 de febrero del 2013)
- IFS PACsecure, Versión 1 (reconocido el 20 de diciembre del 2013)
- BRC Global Standard (reconocido el 20 de febrero del 2014)
FSSC 22000
La norma internacional Food Safety System Certification 22000 especifica los requisitos que debe cumplir un sistema de gestión para asegurar la inocuidad de los alimentos a lo largo de toda la cadena alimentaria hasta el punto de venta. Esta certificación se divide en dos fases. En la primera, se realiza un estudio de documentación de la organización en base al análisis APPCC, así como una evaluación del nivel de implantación de los aspectos más relevantes del Sistema de Gestión de la Inocuidad de los Alimentos. En la segunda fase, se auditan todos los requisitos de la norma y se comprueba que todas las cuestiones detectadas en la fase 1 están resueltas de forma satisfactoria. Una vez finalizadas estas dos fases, la empresa debe enviar un Plan de Acciones Correctivas (PAC) donde se dé respuesta a las no conformidades encontradas.
Esta certificación facilita el cumplimiento de la legislación de aplicación (Reglamento 852/2004 ‘Higiene de los productos alimentarios’, Reglamento 178/2002 ‘Trazabilidad y Seguridad Alimentaria’ y Reglamento 183/2005 ‘Higiene de los piensos’) y se basa en el ciclo de mejora continua PDCA (planificar, hacer, comprobar, actuar). “La ISO 22000 es una normativa muy buena pero en ocasiones puede resultar demasiado genérica, le falta impulso para ser claramente aceptada por todas las partes… Pero va creciendo de forma constante”, afirmó Alfons Herrero, auditor jefe de Sistemas de Gestión en Seguridad Alimentaria de AENOR. “La evolución lógica de la certificación para una empresa parte de la ISO9001, seguido de la ISO22000, después la FSSC22000 y, finalmente, o la BRC o la IFS PACsecure”.
BRC Global Standard For Food Safety
“Toda empresa del sector alimentario debe tener pleno conocimiento de los productos que produce, fabrica y distribuye, además de disponer de los sistemas necesarios para identificar y controlar los peligros que puedan afectar negativamente a la seguridad de los alimentos”, narra el protocolo.
El ‘Global Standard For Food Safety’ se dirige a empresas suministradoras de cualquier producto agroalimentario, con marca propia, en fases posteriores a la producción alimentaria. Fue desarrollado por el British Retail Consortium (BRC) y The Institute of Packaging (IOP) en 2011. Se basa en dos elementos clave: el compromiso por parte del equipo directivo de la empresa y la adopción y aplicación del sistema de Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico (APPCC), una guía que describe paso a paso cómo gestionar los riesgos que constituyen una amenaza para la seguridad de los alimentos. Ampliamente extendido en muchos mercados, es de influencia anglosajona, auditable y certificable por terceras partes con la competencia adecuada. “El sistema BRC es el más demandado, posiblemente porque es muy completo” puntualizó Alfons Herrero.
El protocolo agrupa los requisitos específicos en 7 apartados, con un total de 284 requisitos generales y 10 fundamentales. Los sistemas de certificación se dividen por grados (A, B y C) y las disconformidades se concretan como críticas, mayores o menores. “Los grados A y B son los más deseados, aunque se está preparando una nueva versión de la norma donde los grados serán distintos”, indicó Herrero. De este modo, su objetivo es reforzar la seguridad alimentaria, facilitar el cumplimiento de la legislación, establecer criterios de seguridad y calidad requeridos a proveedores de alimentos, sustituir múltiples auditorías por auditorías homogéneas y asegurar la transparencia y la rigurosidad en los sistemas de certificación.
Actualmente en España, 1.380 empresas de alimentación cuentan con esta certificación, pero sólo 143 empresas de envasado lo hacen. De las 143, 79 son empresas del sector plástico; 59, del sector del papel y cartón; 23, del metal; 3, de madera; y 1 de vidrio.
IFS PACsecure
Desarrollado por IFS Management GmbH, conjuntamente con The Packaging Association of Canada (PAC) en el año 2012, establece los criterios legislativos, de seguridad y de calidad requeridos a los fabricantes de packaging para la protección del consumidor y para alcanzar el cumplimiento legal del país de destino. “Ampliamente extendido a muchos mercados, cada vez se demanda más esta certificación en Europa”, afirmó Herrero. Su origen es de influencia franco-germánica e, igual que en la certificación anterior, es auditable y certificable por terceras partes con la competencia adecuada.
IFS PACsecure es una norma para asegurar la calidad y seguridad en el envase y se aplica en todos los materiales de envasado, tanto primario como secundario. Los planes generales de APPCC y los libros de trabajo sobre APPCC consideran a PACsecure como una herramienta valiosa para identificar peligros potenciales relacionados con los 24 procesos de fabricación más utilizados en la conversión de material de embalaje.
Los objetivos de la norma IFS PACsecure son producir materiales de envasado seguros a través de una norma común con un sistema de evaluación uniforme, trabajar con entidades de certificación acreditadas y auditores cualificados IFS, asegurar la compatibilidad y transparencia a través de toda la cadena de suministro, reducir costes y tiempo y cumplir con los requisitos GFSI (Global Food Safety Initiative).
La certificación IFS es no-prescriptiva y ofrece beneficios a las compañías que buscan la excelencia y una ventaja competitiva en su mercado ya que mejora el entendimiento entre la dirección y el personal en relación con las buenas prácticas, normas y procedimientos. Además, ofrece una supervisión del cumplimiento de las regulaciones de alimentos, mejora el uso de los recursos, reduce la necesidad de auditorías de clientes permitiendo auditorías independientes de terceras partes y mejora la flexibilidad a través de la implementación individual debido a un enfoque basado en el riesgo.
En España, 152 empresas cuentan con esta certificación, de las cuales 20 pertenecen al sector del envasado de plástico.