Centros de datos, listos por y para la IA
Juan Vaamonde, Country Manager de Data4
30/04/2024La explosiva llegada y adopción de la IA en todo el mundo y todos los sectores ha llevado a la industria de los centros de datos a una diabólica encrucijada: ¿cómo satisfacer las necesidades de capacidad de los proveedores de cloud y, al mismo tiempo, disponer de espacio suficiente para abastecerla y retribuir al medio ambiente y a la sociedad?
Los principales proveedores de cloud necesitan desesperadamente más espacio y potencia para satisfacer la creciente demanda generada por la Inteligencia Artificial Generativa. Las cifras lo confirman. Los centros de datos de hiperescala se han duplicado desde 2019 y se acercan actualmente a los 1.000 en todo el mundo. Además, se espera que en los próximos cinco años se duplique la capacidad de las nuevas instalaciones, al tiempo que el consumo de energía de la IA Generativa será varias veces superior al de las cargas de trabajo tradicionales.
Por otro lado, según McKinsey, casi la mitad de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que se logrará para 2050 podría alcanzarse gracias a la Nube y la IA. Así pues, es fundamental contar con centros de datos capaces de suministrar la potencia necesaria para desarrollar estas tecnologías y contribuir de manera importante a la descarbonización de sectores enteros de la economía.
La optimización de nuestra industria se hace cada vez más y más primordial. Afortunadamente, la industria de los centros de datos ya está lista para enfrentar los desafíos planteados por la llegada de la IA.
En Data4, por ejemplo, hemos puesto ya en marcha soluciones que permiten superar esta encrucijada y responder a los desafíos actuales. Una de ellas es la densificación. Construir enormes instalaciones con la mayor densidad posible que permitan acomodar el avance de la tecnología y las técnicas. Con la densificación es posible incorporar la máxima cantidad de equipos y optimizar la eficiencia de los servidores, preparándolos adecuadamente para manejar cargas de trabajo de IA más elevadas y permitiendo que los nuevos centros de datos estén totalmente preparados para el más que previsible aumento de la demanda. Densificar es una estrategia que ayuda a aprovechar al máximo los recursos finitos necesarios para construir centros de datos, sobre todo el suelo y la energía.
Si bien es cierto, que cuando aumenta la densidad, el calor adicional que se genera plantea un nuevo reto, porque requiere más refrigeración. Para satisfacer esa necesidad pueden utilizarse tecnologías líquidas e inmersivas innovadoras. Por ejemplo, en el centro de Marcoussis de Data4, en París, utilizamos la refrigeración líquida con muy buenos resultados y tenemos planes para implantar este método en todos nuestros campus.
En cualquier caso, la densificación no es la única respuesta. Encontrar emplazamientos adecuados que permitan exprimir toda la capacidad posible de zonas industriales abandonadas, también es una buena iniciativa. Así sucede en nuestro centro de Hanau, donde la rehabilitación constituye una forma eficaz de utilizar un terreno que de otro modo estaría abandonado.
También la innovación. Por ejemplo, desarrollando tecnologías que permitan reutilizar el calor que generan los centros de datos. Algunas de estas innovaciones incluyen el uso del CO2 capturado emitido por la calefacción para cultivar algas, el reciclaje de residuos como biomasa para desarrollar nuevas fuentes de energía circulares o su reutilización para fabricar productos biológicos destinados a industrias como la cosmética y la agricultura.
Y por supuesto, la propia IA podrá darnos más respuestas y mostrarnos vías innovadoras para mejorar la eficiencia energética. Analizando datos sobre consumo eléctrico y refrigeración, ayudando a mantenerlos en niveles óptimos y permitiendo ajustar los parámetros en tiempo real.
En definitiva, nos encontramos en un momento clave de gran potencial en el que la IA puede ser a la vez el desencadenante y la repuesta que nos permita para mejorar el uso eficaz de nuestros recursos y reducir drásticamente el impacto medioambiental de los centros de datos y de muchas otras industrias.