Implementa un ERP con éxito en tu pyme sin perder la cordura

En la actualidad, la agilidad y la eficiencia son esenciales para sobresalir en cualquier entorno y sector empresarial. Las pymes - asumiendo que hablamos de las ya digitalizadas - a menudo han dependido de múltiples sistemas para gestionar sus operaciones. Sin embargo, estamos en un momento en el que hay que dar un giro estratégico hacia la unificación de soluciones. Un ERP integral puede hacer de catalizador para revolucionar la forma en que éstas operan y toman decisiones. Pero ¿cómo llevar a cabo esa transición sin perder la cordura?

El primer paso hacia la implementación de un ERP comienza con una planificación estratégica precisa. Definir metas claras y el alcance de la integración es la clave de este proceso.

Hay que hacerse preguntas como: ¿De qué soluciones dispone ahora la empresa y para qué? ¿Qué procesos críticos tiene sentido que estén conectados? ¿Qué logramos con el ERP o en qué áreas de la empresa se verá reflejado el cambio?

La selección del ERP adecuado es una de las decisiones más relevantes. Evaluar opciones, considerar funcionalidades, escalabilidad, facilidad de integración con otros sistemas y coste son puntos cruciales. La participación activa de los usuarios finales es vital para asegurar la elección de un sistema que se ajuste a sus necesidades, facilite sus operaciones y cumpla las expectativas de los mismos. La resistencia al cambio es esperada, pero puede superarse con una comunicación adecuada y demostrando con pequeños logros, los beneficios tangibles que aportará el ERP.

En Cegid no tenemos una varita mágica ni la respuesta definitiva a todas las preguntas, pero, como expertos en implementación de ERP en empresas de cualquier tamaño e inspirados por nuestros clientes, hemos tenido con ellos innumerables conversaciones sobre este tema. Idealmente, debemos apostar por un ERP que sea sencillo e intuitivo y que permita al usuario aprender de forma rápida para comenzar a operar. Empoderar a los empleados con conocimientos adecuados y recursos formativos permite que la adaptación al nuevo sistema sea mucho más fácil, allanando así el camino hacia el éxito.

Otra cuestión aconsejable es implementar un ERP de forma gradual, que permita ir añadiendo módulos al mismo es también una idea muy acertada. Comenzar con funcionalidades esenciales y extender su alcance poco a poco permite una transición más suave y sin riesgos para las operaciones diarias.

Según el sector en el que operes, puede ser interesante contar con un ERP especializado. La personalización y adaptación del ERP a los procesos empresariales únicos de la organización es crítico. Es necesario que el sistema se ajuste a la perfección en las operaciones existentes, en lugar de a la inversa, esto es, forzar cambios drásticos en la forma en que la empresa opera. Por ejemplo, en Cegid contamos con soluciones de ERP para el sector salud, construcción, logística, industria o asesorías, entre otros.

Una vez implementado el ERP, el trabajo del proveedor no ha terminado.

El cliente debe escoger una solución de software que le acompañe en su viaje. Además, una comunicación bidireccional entre proveedor de software y cliente es muy importante para poder aplicar cualquier tipo de mejora en la solución. Éste mejor que nadie conoce las necesidades de su empresa y sector.

Por eso, en Cegid ofrecemos soporte y formación continua en todas nuestras soluciones.

En resumen, la adopción de un ERP integral es una estrategia clave para las pymes que buscan mejorar la eficiencia y competitividad en un mercado en constante cambio. Definir una estrategia, hacer una implementación gradual y comunicar el proceso de forma clara y adecuada son las claves en este proceso. El entorno en el que vivimos es cada vez más complejo y cambiante, por lo que disponer de una solución transversal que conecte las operaciones y las distintas áreas de las empresas, es sin duda un paso indispensable para que las pymes logren competitividad, agilidad y mejor experiencia para sus clientes.