En la lucha por mejorar la experiencia de los trabajadores en las empresas
Iker del Fresno, director general de HPE Aruba
20/12/2022¿Cuántas personas pueden caber en cada edificio? ¿Cómo podemos utilizar mejor el espacio para garantizar la seguridad? ¿Cómo mejorar la relación entre trabajadores con el nuevo modelo híbrido? ¿Cómo responder a las demandas sostenibles tanto del medio como de los trabajadores? Para responder a estas preguntas, las empresas recurrieron sobre todo a los departamentos de Recursos Humanos y a la tecnología, o más exactamente, a los sensores y dispositivos IoT de recogida de datos.
Si bien es cierto que la COVID-19 ayudó a impulsar la conectividad, la necesidad del jefe de Recursos Humanos (CHRO, Chief of Human Resources Officer) de trabajar con la red nace a la vez que los empleados empiezan a usar los ordenadores. La tecnología ya no es sólo una herramienta funcional para las empresas y empleados, ahora da forma a todos los aspectos de su experiencia laboral: desde cómo y dónde trabajan, pasando por lo productivos que pueden ser y hasta la seguridad con la que operan. Todo ello significa que el CHRO debería invertir en la red tanto como el director de Sistemas de Información (CIO, Chief of Information Officer), sobre todo si quiere ser capaz de capear la actual gran renuncia que hay en puestos cualificados y ganar la creciente guerra por conseguir talento.
La pandemia ha contribuido a que los jefes de Recursos Humanos se pongan manos a la obra para crear experiencias y lugares de trabajo más satisfactorios para los empleados. A continuación, señalo algunas de las formas que colaboran en estos retos:
1.Crear sistemas que faciliten el BYOD (Bring your own device)
La tecnología se ha convertido en un tema que salpica casi todos los aspectos de nuestras vidas, tanto laboral como doméstica. Imagina ser un empleado de la Generación Z que ha crecido con dispositivos Apple y en tu primer día de trabajo se te entrega un portátil Windows y un teléfono Android. O viceversa, un empleado maduro que ha pasado 15 años usando PC y al que le dan un MacBook en su nuevo trabajo. Cada vez más, la elección de dispositivos, herramientas y sistemas tienen un enorme impacto en la experiencia, el rendimiento y la productividad de los empleados. Y las empresas se darán cuenta de que es imposible atraer y retener el talento a menos que estén dispuestas a proporcionar la flexibilidad necesaria para que los empleados trabajen en la manera que prefieran.
En relación con esta posibilidad de uso de dispositivos propios surge el problema de cómo asegurar dichos aparatos y gestionar las altas y bajas. La respuesta es con una red construida para el BYOD que soporte la modalidad de trabajo en remoto y desde la oficina. Esto significa una infraestructura flexible que admita puntos de acceso remoto “plug-and-play” y que esté protegida mediante un modelo de seguridad automatizado de confianza cero que proporcione un control de acceso a la red basado en roles y dispositivos.
2.Construir una infraestructura preparada para el lugar de trabajo del futuro
El lugar de trabajo del futuro es más que un espacio que pueda facilitar el trabajo híbrido, tiene que estar preparado para las cambiantes demandas de los empleados. La red de una empresa tiene que ser capaz de soportar tanto a las personas que acuden a sus puestos físicos de trabajo con los dispositivos proporcionados por las empresas y a los que lo hacen mediante los suyos propios, como a los que trabajan desde sus casas.
La “hotelización” del lugar de trabajo es una de las nuevas formas, más colaborativas y sociales de utilizar la oficina. Se trata de disponer de espacios de reunión fáciles de reservar, en los que los empleados puedan trabajar tanto junto a los compañeros que acuden a la oficina como con los que trabajan en remoto. Esta solución satisface además la demanda de espacios justificada por el creciente número de clientes e invitados que visitan la oficina, ya sea para reuniones o demostraciones.
Además, proporcionar el lugar de trabajo del futuro también implica crear una experiencia mejorada y diferenciada que anime a los empleados a elegir trabajar desde la oficina, o incluso a potenciales candidatos a elegir su empresa. Los trabajadores están cada vez más concienciados con el medio ambiente y exigen que sus lugares de trabajo sean sostenibles. Cada vez más personas valoran que las empresas en las que elijan trabajar se alineen con sus valores. La red también puede ayudar en este sentido, ya que permite a la empresa hacer un seguimiento y reducir la utilización de energía, las emisiones de carbono y el uso de recursos físicos.
3. Trabajar en la inclusión de los trabajadores
Aunque el trabajo híbrido tiene claramente muchos beneficios, compromete en ocasiones las relaciones entre trabajadores. La inclusión de los empleados que no pueden o quieren volver a las oficinas es un reto para los departamentos de Recursos Humanos que se puede alcanzar mediante la implementación de soluciones digitales especializadas en fomentar la inclusión, integración y a fomentar el apoyo entre compañeros.
Existen aplicaciones que mejoran la comunicación y ayudan a fomentar la unión de los equipos y nuevas plataformas digitales que apoyan las iniciativas de bienestar de los trabajadores. Para saber qué soluciones son las indicadas para cada tipo de empresa, los CHRO y el CIO deben trabajar juntos para averiguar que aplicaciones son más adecuadas para los equipos, pero también para la infraestructura de la red, la seguridad y la privacidad de los datos.
4. Construir un lugar de trabajo más sostenible y resistente al clima
Hoy en día, el cambio climático ocupa un lugar destacado en la lista de las preocupaciones tanto de las empresas de todo el mundo, como de los trabajadores, quienes están cada vez más concienciados con el impacto de sus acciones sobre el medio ambiente. Hay importantes beneficios de sostenibilidad asociados a la creación de un lugar de trabajo más seguro, flexible y eficiente.
Algunas de las soluciones que pueden hacer del entorno de trabajo un lugar más sostenible son el uso de sensores y dispositivos para automatizar los sistemas de las instalaciones como la luz o el aire acondicionado, en función de la ocupación. Para que estos dispositivos puedan funcionar de manera eficiente se necesitan datos de ocupación y del Iot en plataformas que puedan proporcionar información procesable, sobre todo del uso de la energía del edificio, las tasas de emisión de CO2 y el uso de recursos físicos.
Además, la contaminación y las temperaturas extremas son valores que deben ser medibles para que las condiciones de trabajo sean lo más seguras, saludables, cómodas y productivas posibles. Con los dispositivos IoT adecuados integrados en la infraestructura existente se pueden ver en tiempo real las condiciones ambientales, la temperatura, la humedad y los niveles tanto de dióxido de carbono como de la calidad del aire. Poder regular automáticamente las condiciones en función de parámetros preestablecidos significa un paso importante hacia un modelo de oficina inteligente y sostenible.
Aprovechar los recursos internos y demostrar la rentabilidad de la inversión como base de los planes de mejora de las empresas
La creación de un lugar de trabajo más sostenible y preparado para el futuro es una inversión con claro retorno en forma de un aumento de la capacidad de la empresa para alcanzar los objetivos de sostenibilidad. Con los dispositivos IoT que hacen un seguimiento de la eficiencia, se puede calcular la cantidad de energía, recursos físicos y horas de trabajo que se ahorran durante todo el ciclo de vida de un sistema. Y, por supuesto, todo este ahorro conlleva una importante reducción de costes para la empresa, sobre todo ante la abismal subida de los precios de la energía.
Dejando a un lado los costes directos, cabe destacar que el uso de una red adecuada que conecte todos los dispositivos a través de una plataforma central también aporta beneficios en términos de reducción de la complejidad y del riesgo de seguridad. Cabe señalar que en los planes de mejora de las oficinas y los nuevos modelos de trabajo se deben aprovechar siempre los recursos disponibles con los que la empresa cuenta y solo adquirir lo necesario para lograr objetivos específicos que se ajusten a la infraestructura de red existente y cumplan los requisitos de sostenibilidad y seguridad.