El Edge y los entornos híbridos, protagonistas del Cloud
La adopción de los servicios Cloud en todo el mundo es una realidad que, durante los meses de crisis sanitaria, ha sido fundamental para la supervivencia de muchas organizaciones. Tras varios años de lento recorrido la nube se ha convertido en un imperativo comercial en los últimos meses. Las organizaciones, que se están volviendo digitales, necesitan ejecutar sus aplicaciones y administrar de forma ágil sus datos en entornos híbridos, múltiples ubicaciones y en el Edge.
La pandemia ha acelerado la adopción de los servicios cloud en todo el mundo, pero, ¿supera ya a la inversión en adopción tradicional de tecnología?
Como apunta Miguel López, Architecture & Infrastructure Engineering Director en Making Science, según O’Reilley todavía el 55% de las empresas operan algo en Onpremise, por lo que todavía queda mucho por hacer. “Si es cierto que el 90% de las empresas están usando ya Cloud. Se estima que un 66% utilizan nube pública y un 45% nube privada. La migración acelerada por el COVID ha hecho que exista mucha duplicidad y que las migraciones no sean lo óptimas que deberían debido a las prisas”, aclara Miguel López.
Otro dato que muestra la apuesta por la nube es el de un estudio de JMG Virtual Consulting, que cifra la inversión mundial en Cloud Computing en 2025 en más de 1 billón de euros. “Una parte importante de diches inversiones irá destinada a fortalecer, así como acelerar la transición hacia la nube, tanto en migración de la infraestructura, para las plataformas de negocio o las soluciones nativas”, explica Eusebio Nieva, director técnico de Check Point Sofware para España y Portugal.
“Antes de que la pandemia golpeara, la adopción de la nube estaba creciendo en popularidad con 222,8 mil millones de dólares de inversión en la nube pública en el año 2019, según Gartner”, comenta Carmen Derlinchán, Senior Systems Engineering Director en Pure Storage Iberia. Por lo tanto, incluso antes de la pandemia, estaba claro lo crítica que se estaba volviendo la nube para respaldar la entrega de aplicaciones y ayudar a los desarrolladores con nuevos proyectos. “Asimismo, Gartner ahora estima que para 2025, el gasto en TI en la nube superará al de los entornos tradicionales. Y es que los CTO y CIO buscan soluciones ágiles, sencillas y escalables”. Dicho esto, advierte Carmen Derlinchán, “es importante que los dirigentes se abstengan de apresurarse a adoptar una estrategia de “la nube primero”, y opten en cambio por un enfoque de “la mejor nube”. Esto significa alinear la nube con su estrategia de negocio, y no al revés”. Por otro lado, “hay ciertas cargas de trabajo que no se adaptan a ningún tipo de nube y que deben mantenerse en la empresa, ya sea por razones de seguridad o por factores de coste y rendimiento”.
Y es que España, geográficamente, es estratégico para el desarrollo de redes de comunicaciones transcontinentales de alta capacidad y baja latencia. “Estos convierte a nuestra geografía como un importante hub de interconexión de tráfico de las redes de telecomunicaciones”, comenta Daniel Asensio, Country Manager de Wildix España. “A todo ello debemos añadirle la capacidad en términos de infraestructura que se ha desarrollado de manera constante durante la última década en nuestro país”. Y añade: “No solamente los grandes actores del mundo Cloud han visto España como un entorno estratégico. También jugadores con un alto grado de especialización están haciendo inversiones en nuestro país”.
En este punto, David Tajuelo, managing director de NFON Iberia resalta como el potencial que ofrece España como proveedor de tecnología Cloud por su ubicación geográfica, sus infraestructuras y el precio del suelo, así como su talento innovador, no ha pasado desapercibido para los grandes hiperescalares. “Además se están creando nuevas infraestructuras avanzadas para crear una red de importantes data centers en España, y como ejemplo tenemos el Madrid Hub Digital. Un caso claro es la apuesta de DE-CIX por Madrid hace cinco años, que desde su inauguración se ha convertido en una de las puntas de lanza de este crecimiento del sur de Europa. Durante 2021, por segundo año consecutivo, el pico de tráfico de datos registrado en este punto de intercambio aumentó un 50% en los últimos 12 meses, un 114% si lo comparamos con cifras prepandémicas”.
Miguel López, Architecture & Infrastructure Engineering Director en Making Science.
“Al disponer de los datos en centros regionales, esto ayuda a las empresas a ser ‘compliant’ con el tratamiento de datos, aunque hoy en día esta ventaja legal no es tan relevante país por país, ya que el tratamiento de datos está gestionado por la UE”, explica Iván Gento, Marketing Executive en Synology. Esto significa que mientras se encuentre dentro de un país de UE, el tratamiento de datos está protegido. Sin embargo, para el consumidor final da cierta importancia a que se encuentra en su ámbito nacional y no fuera de sus fronteras”.
Por otro lado, comenta Gento, “también hay ventajas técnicas como una mejora de la latencia, elimina la necesidad de trasladar los datos de los puntos finales a la nube y viceversa. Al reducir ese desplazamiento, se ahorra tiempo en todo el proceso. También es posible ahorrar en costes, ya que es posible reducir la cantidad de datos que se mueven a larga distancia y, a la par, se consigue una mayor seguridad porque los datos viajan menos a través de la red con un centro de datos regionales que hasta un gran centro de datos fuera de las fronteras”.
Sin duda son muchas las ventajas que ofrece el Cloud, “sin embargo, es importante tener en cuenta que la nube puede plantear problemas. Los costes pueden descontrolarse, los acuerdos de nivel de servicio tienen que ser supervisados y el rendimiento no puede garantizarse como en las instalaciones. Además, es un sistema para el que es imprescindible el acceso a Internet, por lo que se depende de la conexión para poder acceder. Otro aspecto importante es la seguridad, ya que depende de la arquitectura de seguridad del proveedor de la nube”, advierte Carmen Derlinchán, Pure Storage.
La nube llega al ámbito industrial
Sin duda, la computación en la nube es una de las tecnologías que forman parte de la cuarta revolución industrial, la industria 4.0, y ya no es exclusivo del entorno empresarial.
El Cloud Computing en la industria ha conseguido separar el hardware del software, logrando que muchas de las grandes organizaciones del sector industrial puedan tener un acceso remoto y bajo demanda a muchos de los principales servicios que necesitan para ejercer sus procesos. No obstante, aún está lejos de ser algo estandarizado.
“A lo largo de todo este tiempo, en el ámbito industrial, me he encontrado con todo tipo de opiniones respecto a la nube, pero no podemos negar que la resistencia al cambio que existía hace un par de años no se ve. Si bien es cierto que se trata de una adaptación complicada intentamos hacer que tanto organizaciones pequeñas como grandes modernicen su negocio ya que les traerá innovación y nuevos clientes”, comenta Miguel López, Making Science. “El cambio del modelo de crecimiento y costes es una de las barreras más difíciles de lidiar y superar, ya que el cambio al Cloud no debería ser sólo un ‘Lift and Shift’, o rehosting, se debería aprovechar para hacer un replanteamiento de las arquitecturas y necesidades para que el rendimiento y los costes sean óptimos”, opina.
Para Daniel Asensio, Wildix, afortunadamente existen más prescriptores que detractores. “Obviamente aquellas industrias que han adoptado los entornos Cloud como estrategia de sus operaciones, han conseguido una ventaja notable en sus mercados. Pero también existen reticencias sobre todo relacionadas con la seguridad y la inversión asociada. Pero el escenario Cloud nos brinda una disponibilidad de arquitecturas y servicios gestionados muy solventes que resuelven muchas de esas reticencias”. Para Asensio, un factor fundamental que no hay que perder de vista es la seguridad. “Es un argumento suficientemente poderoso como para valorar la nube como un entorno de confianza al que hay que moverse por propia supervivencia del negocio”.
Daniel Asensio, Country Manager de Wildix España.
En este ámbito, Miguel Ángel Díaz, Head of Business Develpoment de Red Hat en Iberia observa que la recogida, la gestión y el análisis de datos de plantas industriales son fundamentales para mejorar la eficiencia de las operaciones. Se trata de procesos que se deben implementar respondiendo a las necesidades de seguridad, protección y productividad que requiere el sector industrial. “Esta es una de las razones por las que ABB, pionero tecnológico que colabora con clientes de compañías de servicios básicos, industrias, medios de transporte e infraestructuras, y Red Hat se han asociado para ofrecer soluciones digitales más escalables en entornos Edge industriales y nube híbrida. Como parte del acuerdo, las industrias que utilizan la automatización de procesos y el software industrial de ABB pueden escalar de forma rápida y flexible apoyándose en las plataformas empresariales de Red Hat y en los servicios de aplicaciones construidos sobre Red Hat Enterprise Linux”.
De esta manera, ABB y Red Hat ofrecerán soluciones de automatización y software industrial de ABB en entornos híbridos de tecnología de la información (TI) y tecnología operativa (OT), equipando al ecosistema industrial con mayores capacidades de despliegue y agilidad. Además, ofrecerá soluciones digitales bajo demanda y a escala a los clientes utilizando Red Hat OpenShift. De esta manera, los clientes podrán aprovechar mejor el potencial de las decisiones basadas en los datos utilizando aplicaciones que pueden desplegarse de forma flexible desde el Edge hasta la nube.
El Edge Computing se impone
No hay duda de que el Edge y el Cloud Computing están estrechamente relacionados y que la ‘computación en el borde’ ha llegado para resolver los desafíos y generar nuevas oportunidades.
Como explica Carmen Derlinchán, Pure Storage, el Edge Computing existe desde hace décadas y, a medida que la tecnología se ha desarrollado y la conectividad ha mejorado a pasos agigantados, hemos visto casos de uso y aplicaciones en casi todos los aspectos de la vida humana. “Hablando de datos, según Gartner, el 91% de los datos se procesan ahora en centros de datos, ya sea en la nube o en las instalaciones. Pero la firma de análisis predice que para 2025, el equilibrio se habrá desplazado al Edge, donde tendrá lugar el 75% de todo el procesamiento de datos, mientras que IDC proyecta que los dispositivos IoT generarán por sí solos casi 80ZB de datos para 2025, sí Zettabytes. Por lo tanto, creo que sólo estamos en la punta del iceberg”.
Además, el Edge Computing está provocando un serio replanteamiento de la arquitectura de nuestros centros de datos, comenta Carmen Derlinchán. “Los centros de datos tienen que estar físicamente más cerca de los usuarios, al tiempo que dan soporte a las aplicaciones de procesamiento y apoyo a la toma de decisiones, todo ello más cerca de donde se generan los datos. Además, estos centros de datos tienen que estar diseñados para albergar enormes cantidades de datos no estructurados a gran velocidad, y tienen que estar construidos sobre tecnologías nativas de la nube, como los contenedores, y soportar una variedad mucho más amplia de necesidades de aplicación. Nos encontramos en un punto de desarrollo tecnológico increíblemente emocionante y el Edge Computing distribuido está llevando la tecnología a lugares antes inalcanzables permitiéndonos cambiar la forma en que interactuamos con el mundo”.
Miguel Ángel Díaz, Head of Business Develpoment de Red Hat.
“El Edge Computing reduce aún más la latencia, cosa muy importante, ya que, con el 5G, la Inteligencia Artificial o el Internet de las Cosas, la velocidad a la que se necesitará que se recopilen y analicen los datos será mucho mayor de la que los servidores en la nube pueden proporcionar”, comenta por su lado Eusebio Nieva, director técnico de Check Point Software para España y Portugal. “La necesidad de esta velocidad hace que coincidamos en el planteamiento expuesto anteriormente. Es el camino a seguir por muchas empresas. Para que la transición sea efectiva también habrá que asegurar dichos servidores de Edge Computing, sus redes, dispositivos, etc”.
Para Miguel Ángel Díaz, Red Hat, el Edge Computing es una realidad. “Hoy en día los datos se utilizan en los lugares más complejos e inesperados, como, por ejemplo, la Estación Espacial Internacional, los vehículos conectados, las fábricas, los barcos o la farmacia de nuestro barrio, y cada vez es más necesario que las decisiones importantes se tomen en el extremo de la red. Es decir que los datos se procesen en la ubicación física del usuario, de la fuente de datos, o cerca de ellas. De esta manera, los usuarios tienen acceso a servicios más rápidos y fiables”.
Como explica el portavoz de Red Hat, los dispositivos inteligentes están expandiendo los lugares en los que puede tener lugar la computación: en la tierra, en el espacio y en cualquier otro lugar en el que haya un beneficio para una empresa o, quizás, para la propia humanidad. El Edge puede tener lugar en o cerca de la ubicación física del usuario o de la fuente de datos, ya sea un todoterreno que circula a toda velocidad por la autopista, los sensores que controlan una tubería de gas natural en medio de la nada o a bordo de un satélite que orbita la Tierra.
El Edge Computing es una oportunidad de llevar la nube híbrida abierta hasta las fuentes de los datos y los usuarios finales. Constituye una estrategia que permite obtener información valiosa y mejorar la experiencia de los usuarios en el momento exacto en el que se necesita.
Para responder a esta necesidad del mercado, Red Hat presentó en KubeCon + CloudNativeCon de Norte América hace unas semanas Red Hat Device Edge, una solución para el despliegue flexible de cargas de trabajo tradicionales o en contenedores en pequeños dispositivos como robots, IoT gateways, puntos de venta, transporte público, etc.
Iván Gento, Marketing Executive en Synology.
En cuanto a los mayores consumidores de Edge computing en la actualidad, para Daniel Asensio, de Wildix, hablamos de los sectores de Energía y Telecomunicaciones tienen ya una experiencia muy avanzada en el despliegue de soluciones y servicios basados en edge computing, “donde además se integran con plataforma de comunicaciones unificadas para automatizar el envío de mensajes, alertas e incluso activación de dispositivos autómatas.
Para Asensio, el sector de los videojuegos es un gran impulsor del desarrollo de esta tecnología a través de la realidad aumentada buscando una mejor experiencia del usuario y la industria del automóvil, y ya mucho antes de la conducción autónoma, está utilizando dispositivos de medición embarcados en los vehículos analizando una gran cantidad de parámetros.
En este punto, coincide Miguel López, Making Science, “todos los sectores vinculados con el IoT y sensores inteligentes serán los más demandantes de Edge Computing. Los que están haciendo un uso más intensivo y masivo, en conjunción con la mayor inversión, son con diferencia con el sector energético y las telcos”.
¿Cloud híbrida o multiCloud?
Se podría decir que la nube híbrida es ya el presente, y el multiCloud representa el futuro de la computación en la nube, dos conceptos que pueden confundirse, pero que presentan sus diferencias
Desde Synology, Iván Gento considera que el paso lógico para una empresa para garantizar los datos y optimizar su gestión es la hibridación, “pero no podemos dejar de observar el mundo multiCloud y sus ventajas, y el sector de la Cloud hibrida ira más allá convirtiéndose en multicloud. De este modo, una nube híbrida se convierte en multi-nube cuando hay más de un servicio de nube pública combinado con recursos de nube privada. La nube híbrida es una combinación de nubes públicas y privadas, normalmente para orquestar una única solución de TI entre ambas”.
Como explica este portavoz, en el caso de la multiCloud, no hay que preocuparse por la infraestructura de la nube privada local y sólo hay que prestar atención a los servicios individuales de la nube pública y a las formas de simplificar la orquestación y la supervisión entre ellos. “Sin embargo, para las empresas que busquen un mayor control de los datos, la nube hibrida las dará una mayor gerencia y seguridad sobre los datos. Indiferentemente, multiCloud, híbrido o mezcla de ambos los administradores deben centrarse en una única herramienta que funcione en varias nubes para reducir la formación, simplificar las operaciones y reducir la posibilidad de errores humanos”, indica.
Por su lado, David Tajuelo, NFON, advierte que para elegir la implementación de la nube correcta hay que tener en cuenta principalmente dos factores: el coste y la seguridad. “Si el factor que determina esta elección es el coste, la nube pública suele ser más económica. Sin embargo, si el factor determinante en la elección es la seguridad, hablaría mejor de nube híbrida ya que permite decidir dónde poner los datos, de tal forma que aquellos que queramos tener más controlados pueden quedarse en el centro de datos local. En este panorama, las empresas están tendiendo hacia la gestión multi-cloud por la optimización de los costes, el mayor rendimiento y la reducción de los gastos de mantenimiento de infraestructuras que supone”.
En definitiva, podemos decir que el concepto híbrido evolucionará hacia el concepto MultiCloud. Con este modelo gestionamos como una arquitectura única y completa entornos donde se comparten y conectan recursos e infraestructuras de múltiples tipos y proveedores.
“Las empresas están tendiendo hacia la gestión multiCloud por la optimización de los costes, el mayor rendimiento y la reducción de los gastos de mantenimiento de infraestructuras que supone”, David Tajuelo, NFON
"Hoy en día los datos se utilizan en los lugares más complejos e inesperados, como, por ejemplo, la Estación Espacial Internacional, los vehículos conectados, las fábricas, los barcos o la farmacia de nuestro barrio, y cada vez es más necesario que las decisiones importantes se tomen en el extremo de la red. Es decir que los datos se procesen en la ubicación física del usuario, de la fuente de datos, o cerca de ellas", Miguel Ángel Díaz, Red Hat