IA aplicada a la robótica en la cadena de valor del sector agroalimentario
Ángel C. Lázaro, responsable de Robótica y Automatización del Sector Industria de GMV
10/10/2022En los últimos años hemos visto cómo las distintas aplicaciones de la Inteligencia Artificial (IA) han ido aumentando y han pasado de ser una propuesta académica a una realidad empresarial, todo ello ligado al uso de computadores paralelos, unidades de procesamiento gráfico (del inglés Graphics Processing Unit, GPU), para la computación de los modelos. Este auge en la capacidad de computación ha proporcionado un empuje sin precedente a esta disciplina en la que todos los días tenemos nuevos avances y hemos pasado de las redes neuronales convolucionales, a redes tipo transformer basadas en la autoatención. Últimamente, además, se están generando modelos de IA generalistas capacitados para desarrollar hasta 700 tareas diferentes, desde generación de texto, hasta control de robots, pasando por explicaciones de imágenes.
En este escenario, la IA aplicada a la robótica tiene un potencial disruptivo en cualquier sector, permitiendo automatizar tareas que no se pueden definir de una manera determinista por parte de los ingenieros e impulsando la transformación eficiente, productiva y sostenible de procesos para ahorrarnos un bien cada vez más preciado: el tiempo. Esto ha dejado de ser ciencia ficción para convertirse en una realidad que, por ejemplo, muchos de nosotros vivimos en nuestras casas con robots aspiradores que tienen un sistema de limpieza inteligente.
En el ámbito industrial las aplicaciones son aún más claras y están enfocadas no solo a conseguir optimizar las líneas de proceso, sino también a mejorar la vida de los operarios siendo un apoyo en tareas que puedan entrañar cierto riesgo o que pueden ser repetitivas y tediosas. Son casos conocidos el movimiento de mercancías en almacenes, entre plantas de producción y el delivery de última milla pero hay otras aplicaciones que requieren especial atención para impulsar sectores estratégicos de nuestra economía como el agroalimentario. La inteligencia artificial en la agricultura está consiguiendo que un sector como la agroindustria supere la brecha digital a través de robots que guiados por visión artificial optimizan la aplicación de productos fitosanitarios, o conocen el estado de maduración de los frutos.
Ejemplo de ello es el proyecto AgrarIA, consorcio de 24 organizaciones públicas y privadas coordinado por GMV, que investiga el uso de la inteligencia artificial en la cadena de valor agroalimentaria, en concreto a la producción, transformación y distribución. Dentro de las iniciativas, GMV está desarrollando un sistema de cloud robotics que permite a las empresas disponer de capacidad de circulación outdoor para hacer autónomos sus robots y desarrollar las tareas concretas de su negocio abstrayéndose de toda la lógica de control del equipo e implementando pago por uso. Para ello nos basamos no sólo en la aplicación de la IA como tecnología con la que llevar a cabo el control del sistema, sino también en 5G para la transmisión de grandes cantidades de datos y comandos de control.
Drones, cosechadoras, tractores inteligentes y un sinfín de robots autónomos o colaborativos pueden cambiar radicalmente la manera en que trabajamos el campo, optimizando tanto tareas como insumos y transformando radicalmente la forma de concebir el trabajo agrícola. Las tareas que pueden llevar a cabo robots son infinitas, tantas como podamos imaginar, y estarán presentes a lo largo de toda la cadena de valor agroalimentaria.
El proyecto AgrarIA está financiado a través del Programa Misiones de I+D en Inteligencia Artificial de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (Sedia) del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, correspondiente a los fondos del Plan de Recuperación, Resiliencia y Transformación.