La firma digital, un avance para la transformación empresarial

Las restricciones a la movilidad que se aplicaron por el COVID-19 produjeron importantes cambios en nuestras relaciones sociales y laborales. El nuevo modelo surgido tras la pandemia ha aportado grandes transformaciones que, gracias al universo online y debido a sus ventajas, tienen visos de implantarse de forma definitiva.

El tejido empresarial ha sido uno de los más afectados por esta transformación y ha tenido que acelerar su digitalización para adaptarse a esta nueva realidad. En este contexto, las soluciones y servicios en la nube que impulsan la transformación digital, así como la automatización de los flujos de trabajo para optimizar la gestión, se convierten en piezas clave para afrontar con éxito este proceso. Uno de los grandes cambios con implicaciones sociales y laborales es la firma digital, un avance tecnológico que ha llegado para quedarse.

La necesidad de evitar desplazamientos como consecuencia de la pandemia fue sin duda el gran acelerador de la firma digital, que ya era usada con anterioridad por empresas y despachos profesionales, pero que en 2020 y 2021 cobró un gran impulso por este motivo.

La firma digital, y también el certificado digital, llegaron a convertirse en servicios imprescindibles para dar respuesta a las necesidades del día a día de empresas que tenían que gestionar altas o bajas de contratos, ERTE, etc., y para despachos que también pudieron mantener su actividad y las relaciones con sus clientes gracias a servicios online como este.

Integrar la firma digital en los procesos de trabajo no solo permite evitar desplazamientos, sino que imprime agilidad a estos procesos, al reducir considerablemente los pasos y el tiempo dedicado a la firma de documentos. También facilita su accesibilidad gracias a la tecnología cloud computing, ya que todas las partes implicadas tienen los documentos disponibles en cualquier momento y lugar. Y, por supuesto, reduce el impacto medioambiental al eliminar el uso del papel.

A todo ello hay que sumar la eficiencia y la seguridad de que se dota a estos procesos, especialmente cuando la firma digital se integra con otras soluciones que utiliza la pyme o el despacho y que optimiza las gestiones que deben realizar. Es la opción por la que apostamos en Wolters Kluwer, que facilitamos la conexión con nuestras soluciones de gestión de un sistema de firma digital homologado como es IvCert y el certificado digital IvSign, de nuestro partner Ivnosys, recientemente adquirido por el fondo de inversión Providence Strategic Growth (PSG).

Se trata de aplicar un modelo de colaboración con servicios complementarios y conectados entre sí que permiten maximizar la experiencia del usuario e incluso abrirle las puertas a generar nuevas oportunidades de negocio, ya que, por ejemplo, muchos despachos profesionales lo ofrecen como un servicio de valor y diferencial.

Es evidente que las soluciones y servicios en la nube constituyen un impulso a la necesaria transformación digital derivada de la pandemia; entre ellos, la firma digital se ha convertido en una herramienta imprescindible que se puede conseguir en un ecosistema abierto, completo y flexible como a3Marketplace, que ofrece todas las soluciones de forma integrada para cometer la digitalización en un modelo de co-creación y colaboración.