Crece el interés por la Inteligencia Artificial aplicada a la sanidad a raíz del COVID-19
Entre las novedades digitales que están surgiendo a raíz de la pandemia, la Inteligencia Artificial está tomando una importancia cada vez más tangible y relevante en este ámbito. El sector de la salud, de hecho, desde el nacimiento de las primeras máquinas dotadas de Inteligencia Artificial, siempre ha sido el área en la que los expertos esperaban que esta tecnología pudiera tener la mayor aplicación para contribuir a un cambio radical en la gestión de hospitales y pacientes.
El motivo de las altas expectativas del sector en la Inteligencia Artificial reside en “la posibilidad de gestionar de forma más eficiente los hospitales, los centro sanitarios y los pacientes, así como investigar en las nuevas enfermedades, como el COVID-19, para poder ofrecer una detección precoz y unos cuidados más específicos, minimizando los daños en el paciente y los contagios”, afirman desde ASHO, empresa pionera en asesoramiento hospitalario y codificación clínica en España.
COVID-19 se convierte en una aceleradora de las nuevas tecnologías
Las limitaciones derivadas por la pandemia han dado pie a un proceso de aceleración de la tecnología en todos los ámbitos de la sociedad, incluida la sanidad. Desde ASHO, explican que “sobre todo en una situación en la que el sistema sanitario se ha visto atacado gravemente por un virus imparable, los avances tecnológicos han sido la esperanza del sector, tanto para gestionar el gran número de hospitalizaciones, como para ensayar una vacuna capaz de aniquilar el virus”.
En este sentido, la pandemia ha incrementado el interés del sector de la salud en el conocimiento y la implementación de sistemas digitales: la Inteligencia Artificial, que antes de la COVID-19 tenía una mala reputación en el ámbito sanitario por miedo a que las máquinas pudieran substituir a las personas, supondrá un gran avance en la forma de trabajar de los profesionales sanitarios, ya que les permitirá centrarse en las tareas más relevantes, dejando que la tecnología se encargue de la gestión de datos para agilizar los procesos.
De hecho, “es un error pensar que las máquinas podrán tomar el lugar de los médicos en un futuro. Las personas seguirán formándose para cubrir cargos necesarios en el sistema sanitario, pero la tecnología les ayudará a optimizar el trabajo, llegando a atender un número mayor de usuarios con una mejor calidad”, vaticinan desde ASHO.
La Inteligencia Artificial, la gran aliada para la gestión de los datos
Para entender los motivos por los que la Inteligencia Artificial se está convirtiendo en un factor de vital importancia en la sanidad, cabe destacar que el sistema sanitario posee una gran cantidad de datos que son difíciles de gestionar sin la ayuda de una tecnología que sepa manejarlos y ponerlos a disposición de los profesionales en el momento en que los necesiten: “No se trata solo de informes clínicos, sino de una gran cantidad de información sobre enfermedades, terapias e investigaciones sanitarias que deberían poder estar al alcance de los profesionales de sanidad para poder ayudar de manera más eficaz a los pacientes”, señalan desde ASHO.
Además, el crecimiento de la población conllevará un aumento de los datos sanitarios, por lo que, en este futuro escenario, será indispensable la formulación de nuevas tecnologías que, a través del aprendizaje automático que posee la Inteligencia Artificial, puedan abarcar la evolución estructural del sector. De esta manera, se podrá evitar cualquier error humano en la gestión clínica de los pacientes.