¿Innovar o adaptar?
Iñaki Calvo, CEO de ICM
21/10/2020¿Innovar o adaptar? Dos conceptos similares que las empresas deben tener en mente para la evolución tecnológica y continuidad de negocio.
Según la RAE, innovar es mudar o alterar algo, introduciendo novedades. Adaptar es hacer que una tecnología (objeto o mecanismo) desempeñe funciones distintas de aquellas para las que fue diseñada (construido). Una fina línea separa a estos dos términos.
Ambos requieren de cierta creatividad para su desarrollo e implantación, pero, a priori, parece que innovar tiene mayor prestigio que adaptar.
La evolución tecnológica se mide, sin duda, en la capacidad de innovar, pero también en las opciones para adaptar tecnologías a entornos o escenarios nuevos.
¿Adaptar es una forma de innovar?
Coloquialmente, quién innova es quién va por delante de su tiempo. Es decir, el que aporta al mundo una solución única y original de la que no se disponía con anterioridad y que ofrece una ventaja respecto a lo que teníamos antes. Una adaptación, también en entorno coloquial, parece que hace uso de una innovación a la que le aporta una cierta evolución en su diseño y/o en su uso. ¿Podríamos decir que adaptar es una forma de innovar?
Las empresas están obligadas a adaptarse a las nuevas necesidades con tecnologías de vanguardia, si quieren seguir existiendo y siendo competitivas. No hay otra forma sobrevivir que sea no adaptarse a los nuevos tiempos, usos y tecnologías. Renovarse o morir.
ICM, empresa innovadora
Legalmente, una empresa innovadora es aquella que dedica recursos (humanos y/o financieros) a ¿innovar o adaptar? investigar cómo desarrollar nuevas tecnologías que aporten un valor nuevo a su porfolio de productos.
Claro, productos que no se encuentre en el mercado y que tengan un potencial reclamo. Así es como un Estado califica a una empresa como innovadora.
Desde ICM, empresa declarada Innovadora desde el año 2017 por el Ministerio de Industria, hemos dedicados continuos esfuerzos para no dejar de innovar y adaptar tecnologías a los requerimientos de nuestros clientes. De este modo, hemos ido desarrollando soluciones que ofrezcan una ventaja competitiva.
Pero no es fácil hacerlo. Menos aún, cuando la dimensión de ICM no nos permite tener un músculo financiero suficiente como para abarcar todo aquello que creemos interesante.
Pero somos creativos en cómo adaptamos las soluciones tecnológicas que nos ofrece el mercado a las líneas de negocio de nuestros clientes.
Porque, desde nuestro punto de vista, la forma de innovar es adaptar soluciones existentes a fines para los cuales no se habían pensado. Y podemos asegurar que, estas adaptaciones, en muchos de los casos, supone una disrupción mayor que una innovación pura.
Nos gusta pensar que ICM hace las cosas fáciles para nuestros clientes. No pretendemos que la innovación avasalle sus proyectos, sino simplemente adaptar la tecnología a sus requerimientos y hacérselo de una forma fácil, transparente y sin impacto para su negocio.
ICM innova en sus procesos de adaptación de las nuevas tecnologías a los negocios de sus clientes.
Creemos que aunamos ambos conceptos y que estos, son dos caras de la misma moneda.