La pandemia revoluciona la Realidad Virtual
Laura Raya es Doctora en Ingeniería Informática y dirige varios Másters en el Centro Universitario U-tad.
La situación actual pandémica a lo largo de todo el mundo no ha hecho más que manifestar la necesidad de un empuje digital y tecnológico en la sociedad. La inminente necesidad de romper barreras y volver a activar la economía respetando el distanciamiento social está empujando la aparición de necesidades tecnológicas que hasta este momento estaban consideradas como privilegios no esenciales. Entre las tecnologías qué han demostrado poder solucionar algunos de los problemas aparecidos en los últimos meses se encuentran las realidades inmersivas.
Para empezar, Apple ha dado señales de vida en el ámbito de las realidades extendidas informando de la publicación de su nuevo dispositivo de realidad mixta. Por otro lado, grandes tecnológicas indican la posible evolución de las distintas gafas de realidad virtual a un único HMD o visor de realidad virtual qué combine varios tipos de realidades: realidad aumentada, mixta y virtual. Hasta la fecha cada experiencia se diseñaba y se programaba para un tipo único de realidad extendida y para un tipo único de dispositivo inmersivo. Se debía seleccionar qué realidad podría ser la más adecuada y qué HMD podría estar disponible o facilitar la interacción. En función del tipo de locomoción que ofrece cada gafa (absoluta o relativa) el diseño de una experiencia debe ser diferente y la retroalimentación y experiencia del usuario diferirá notablemente. Este entorno muy poco multiplataforma complicaba la generación de contenido y limita que la realidad virtual pueda solucionar aquellos problemas que la sociedad y la industria demandan, siendo todavía más explícitos durante estos últimos meses. Sin embargo, la convicción de que la realidad virtual puede solucionar muchas de las necesidades encontradas por esta pandemia está empujando a un cambio de paradigma en el desarrollo de aplicaciones de RV.
El desarrollo de nuevo software de contenido contribuirá a multiplicar las experiencias y a resolver situaciones con la Realidad Virtual.
Entre otros, ahora toda aplicación debe ser desarrollada con distintos niveles de inmersión. Debido a que no todas las personas cuentan en sus domicilios con gafas de RV, una experiencia debe poder ser ejecutada tanto en un móvil o Tablet, como en PC o gafas de RV. Esta capacidad multiplataforma permitirá dar respuesta al mayor número de usuarios posibles.
Con todos estos cambios, la adquisición de unas gafas inmersivas se convertirá en algo más permanente y duradero en el tiempo, porque la inversión económica realizada será más aprovechada al poder utilizarse con amplio contenido, más variado y en muchos tipos de realidades (recordemos que hasta ahora es necesario comprarse unas gafas destinadas a su uso en cada tipo de realidad).
El ciclo de desarrollo incesante de prototipos de gafas inmersivas está llegando a su fin y, debido a la pandemia de la COVID-19, se está poniendo más peso en el desarrollo software de contenido a utilizar en esas gafas. Cuanto más contenido software desarrollado disponga el usuario, más rentable será la adquisición de una gafa y más experiencias y problemas podrán ser resueltos. Formación de trabajadores de forma teleoperada en la industria, reuniones y eventos más realistas a distancia, contenido turístico respetando la distancia social o branding de marca en mundos virtuales, son sólo algunos ejemplos.
Estos cambios de pensamiento surgidos en los últimos meses serán claves para la evolución, no sólo de la tecnología en masivo, sino también de la humanidad.
Laura Raya es Doctora en Ingeniería Informática y directora del ‘Máster Universitario en Computación Gráfica, Realidad Virtual y Simulación’ y del ‘Experto en Desarrollo para Realidad Virtual, Aumentada y Mixta’ en el Centro Universitario U-tad.
