La tecnología adecuada ayuda a acelerar la recuperación post-COVID
Tom McNeela, Zebra Technologies
16/07/2020Mientras muchos países de todo el mundo esperan el fin del confinamiento y la reapertura de establecimientos no esenciales, las empresas comienzan ya a elaborar planes de actuación. Cada sector se enfrenta a unos retos diferentes y, para ello, muchos deberán crear nuevas soluciones que permitan, por ejemplo, mantener la distancia social. En cambio, hay otros sectores que se enfrentarán a una demanda inusualmente elevada, como ocurre con empresas de servicios públicos: agua, gas, electricidad y telecomunicaciones (las conocidas como utilities).
La vuelta no será sencilla. Después de varios meses de confinamiento, las empresas deberán enfrentarse a problemas inesperados provocados por la ausencia prolongada de servicios públicos en sus instalaciones durante este periodo. Las empresas se han quedado durante los últimos meses sin los controles que llevaban a cabo periódicamente proveedores de luz o gas, unas revisiones que habrían descubierto fallos que ahora no podrán ser detectados. Las empresas se quedaron desatendidas al tener que cerrar de forma repentina sus puertas, por lo que es posible que en estos meses se hayan producido en sus instalaciones incidentes como fugas, roturas, daños por plagas, inundaciones e incendios, de los cuales los propietarios aún no están al tanto.
En definitiva, los empleados de mantenimiento se verán desbordados inevitablemente por la ingente de cantidad de peticiones urgentes de reparaciones y, al mismo tiempo, deberán hacerlo con menos personal al verse muchos de ellos afectados por el virus.
La mejor manera de recuperar el ritmo
Para lograr una óptima eficiencia de estos equipos se necesita un gran esfuerzo logístico. El éxito estará condicionado, al menos en parte, por las herramientas con las que estén equipados, donde cobran un especial protagonismo los dispositivos móviles. Hay que tener en cuenta una serie de consideraciones para seleccionar los ordenadores móviles adecuados para los empleados de campo.
En primer lugar, la fiabilidad es clave. Un blog de Forrester afirma: “Mientras que todos lucháis para capear la tormenta actual, aseguraos de prestar especial atención a la tecnología que ha demostrado ser fiable”. Una tecnología frágil cuesta tiempo y dinero. Según los resultados de la investigación de VDC, un solo fallo de un dispositivo móvil de un empleado de campo supone una media de 100 minutos de inactividad, por lo que, si se suman los costes de tiempo de los trabajadores y las pérdidas de ingresos, cobra aún más relevancia y valor disponer de unos equipos fiables. Los dispositivos industriales que se utilizan para estas tareas, como las tabletas robustas, pueden ser amortizados fácilmente en cuestión de semanas. Además, la satisfacción de los clientes también se verá afectada por los prolongados parones de actividad. Es por ello que las tabletas deben funcionar adecuadamente durante largos períodos de tiempo e incluso en condiciones adversas, como cuando caen al suelo, sufren golpes o permanecen a la intemperie durante toda una jornada de trabajo.
La mejor manera de garantizar la fiabilidad es utilizar dispositivos resistentes, pero a menudo existe confusión en torno al concepto de “resistencia”, ya que no tiene que ver con protegerlo con una funda de goma con su capacidad para sobrevivir a una. Las tabletas que son verdaderamente robustas están diseñadas por defecto para soportar condiciones extremas, ya que deben superar una serie de parámetros que tienen que ver con resistencia a la humedad, vibración, polvo, temperatura, impacto térmico y batería, entre otras.
El coste total de propiedad (TCO) debe ser tenido en cuenta ante la continua incertidumbre económica y las inversiones se deben realizar de forma más inteligente que nunca. De acuerdo con las cifras del mismo informe de VDC Research, los dispositivos que no son robustos fallan casi tres veces más que los que sí lo son. Y, a pesar de que normalmente tienen un precio de compra mucho más bajo, el coste total de propiedad es, aproximadamente, el doble en los dispositivos no robustos. Por este motivo, la acogida que están teniendo estos dispositivos robustos es esperanzadora. Según el reciente estudio Future of Field Operation vision, casi el 50% de las utilities ya utilizan tabletas robustas, una cifra que aumentará hasta el 80% en el próximo año. Mientras tanto, el 76% de las industrias técnicas y de telecomunicaciones afirman que sus operaciones de campo se desarrollan actualmente mediante ordenadores móviles en lugar de ordenadores de escritorio.
Tom McNeela, Product Management de Zebra Technologies
No vale lo mismo para todos
Las empresas tienen que proporcionar a sus trabajadores de campo las tabletas que necesitan. Por ejemplo, si la principal función de un trabajador es realizar lecturas de medidores u otros equipos, lo más indicado es proporcionarle una tableta ligera. En cambio, si lo que necesita es presentar informes escritos, entonces un convertible 2 en 1 con teclado es el modelo más apropiado.
Algunos trabajos necesitan dispositivos que se puedan ver fácilmente bajo la luz directa del sol, por ejemplo, un trabajador que esté en una posición elevada y necesite consultar planos. En otros casos, lo que resulta esencial es la versatilidad y contar con un escáner de código de barras, un lector de tarjetas inteligentes y baterías de larga duración. Algunos programas pueden determinar qué tipo de tabletas son las más adecuadas, si las basadas en Android o en Windows.
Crear y gestionar las condiciones propicias para el regreso al trabajo será una ardua tarea, pero menos de lo que se pueda imaginar, si las empresas trabajan con un socio fiable para cubrir sus necesidades de trabajo de campo.