El sector de la ingeniería propone diversas medidas para la recuperación post COVID-19
Ingite
05/06/2020El Instituto de Graduados en Ingeniería e Ingenieros Técnicos de España (Ingite) ha mantenido diversas comunicaciones con el presidente del Gobierno y los Ministerios designados para tratar la crisis provocada por el COVID-19, para hacerle llegar una serie de medidas concretas, desde el conocimiento y experiencia profesional de los ingenieros a los que representan, con el fin de paliar determinados efectos de la pandemia tanto en las areas tecnológicas, formativas, económicas y de empleo. Además, también se ha presentado una propuesta de puesta en marcha de un grupo de trabajo específico para colaborar, no sólo en la actualidad, sino orientado a actuar ante el riesgo de futuras crisis, en sintonía con las posibles necesidades técnicas desde sus Ministerios en estos complejos momentos y de cara al futuro.
En la última carta enviada al presidente del Gobierno, cada una de las instituciones representantes de las titulaciones y profesiones de Grados en Ingeniería y Arquitectura e Ingenierías técnicas propone medidas concretas, que se recogen en un informe, al cual se puede acceder íntegramente desde la página web del Ingite. Destacamos algunas de ellas a continuación.
Entre otros, el sector de la ingeniería civil es clave en la reconstrucción económica del país por ser uno de los pilares de su economía y generador de empleo.
La ingeniería técnica aeronáutica y aeroespacial propone que se implementen medidas de seguridad tanto en aeropuertos como en aeronaves para la higiene, el control y seguimiento de posibles pasajeros enfermos. Asimismo se aconseja al Gobierno fomentar y facilitar la creación de Centros de Mantenimiento EASA 145 para evitar la fuga de recursos españoles a otros países. También proponen reactivar la industria aeronáutica española fomentando el diseño y construcción de drones y de aeronaves de corto y medio alcance para actividades de aviación general, actualmente en desaparición debido a nuestra integración en los grandes consorcios aeronáuticos.
Por su parte, desde la ingeniería técnica agrícola se propone la creación de un canal directo de comunicación entre los ingenieros técnicos agrícolas colegiados, que intervienen en el sector productivo y transformador, y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que facilitaría la transmisión de información a agricultores y ganaderos. También consideran que pueden contribuir a que existan precios justos para los agricultores y ganaderos (sector esencial que ha contribuido a que no faltasen alimentos en las estanterías durante el estado de alarma por el COVID-19), aportando el conocimiento del sector, de los costes reales de producción, según la tipología y ubicación de las explotaciones.
La ingeniería forestal también cree necesaria la creación de canal directo de comunicación, a través del Colegio, con el Ministerio de Transición Ecológica y para el Reto Demográfico para establecer una relación de trabajo fluida que permita activar todo el potencial de los espacios forestales que cubren el 55% del territorio español. Asimismo, se ponen a disposición para colaborar en la elaboración de la Estrategia de Sanidad forestal a escala española que sea capaz de responder ante el emergente reto del aumento preocupante de la afección por plagas y enfermedades que afectan a los montes.
Desde la Ingeniería Técnica Industrial, que representa a profesionales que están presentes prácticamente en todos los sectores productivos del país, se proponen medidas muy diversas que abarcan ámbitos muy variados de la industria manufacturera, la energía, la edificación, la construcción, etc. Entre otras, se pide poder trabajar en la elaboración de un Plan de emprendimiento industrial, que potencie determinados sectores estratégicos de país, y también se reivindica un Plan de transformación industrial, que permita reconvertir con las mayores facilidades posibles para que no afecten al empleo, determinadas actividades que se han quedado sin mercado, por otras con mayor proyección de futuro.
Desde la Ingeniería Técnica en Minas se reivindica, como sector clave para la recuperación, el de la Minería, la Energía y todas sus industrias auxiliares. Todas ellas deben ser consideradas actividades esenciales generadoras de riqueza y empleo que indudablemente contribuirán decisivamente a la recuperación económica. Se debe de fomentar el consumo de todas las materias primas básicas españolas, especialmente las de origen mineral. Se pide que se fomente las inversiones mediante incentivos económicos y fiscales a la producción de energía eléctrica procedentes de fuentes alternativas y, en concreto, se impulse especialmente la investigación minera.
La ingeniería técnica naval, propone, entre otras medidas que van dirigidas a impulsar el uso de las nuevas tecnologías, potenciar un modelo de producción más eficiente e innovador como nuevas técnicas de diseño y ejecución de proyectos navales, en la que se respeten las recomendaciones y orientaciones sanitarias para controlar el Covid19, tanto en las instalaciones terrestres como en las marítimas. Sería conveniente consolidar el papel exportador de la industria naval.
El sector de la ingeniería civil es clave en la reconstrucción económica del país por ser uno de los pilares de su economía y generador de empleo. La ingeniería Técnica de Obras Públicas se pone a disposición de la Administración para colaborar en el refuerzo de los protocolos de mantenimiento preventivo de las principales infraestructuras (aeropuertos, puertos, ferrocarriles y carreteras nacionales), para asegurar una logística eficiente como garantía de los suministros básicos, incluso en momentos de crisis. Su conocimiento en la prevención de situaciones de crisis, alentando el mantenimiento férreo de infraestructuras, es clave para actuar frente a futuras emergencias sanitarias.
Los profesionales de las telecomunicaciones también pueden aportar un valor añadido ante la situación económica y social que atraviesa este país. Trabajan en campos muy variados de actuación como: radioenlaces, radio, redes cableadas y/o estructuradas, monitorización, programación de ruteo de tráfico de red, etc. Pueden aportar soluciones para superar los efectos del postCovid19, sanitarios, económicos, de empleo y formación, con medidas muy concretas como pueden ser: big data, coordinación de segmentos de población para que se optimicen medidas en seguimiento de tests PCR, IgM, IgG, monitorización en tiempo real y analítica de comunicaciones y desplazamientos, etc.
Y, por su parte, los profesionales de la Ingeniería en Geomática y Topografía, ante esta crisis sanitaria y la recuperación socioeconómica, pueden apoyar y reforzar tanto a la Dirección General del Catastro, comunidades autónomas y entidades Locales, como a Juzgados, Registros y Notarías, en la tramitación de expedientes sobre la identificación georreferenciada, mediación en la subsanación de discrepancias, alteraciones, peritaciones, inspecciones o regularizaciones de inmuebles, y contribuir a la seguridad jurídica en el tráfico inmobiliario. Asimismo, se ponen a disposición de la Administración Pública para colaborar en la realización/actualización, evaluación e investigación de la información Geoespacial con metodología BIM para el desarrollo de las infraestructuras urbanas e ingeniería civil, así como en la gestión sobre Big Data para el análisis predictivo sobre escenarios virtuales, a presente y futuro, a través de la geolocalización inteligente, con el fin de facilitar la toma de decisiones
Por último, resaltar que desde la Arquitectura Técnica se considera que va a ser necesario que el relanzamiento económico después de la pandemia de la COVID-19 se haga con criterios que canalicen las ayudas y los préstamos hacia los proyectos con más visión de futuro desde el punto de vista medioambiental y digital. Ya la propia Comisión Europea plantea una inversión extraordinaria para la rehabilitación de viviendas y el impulso a las energías renovables para protagonizar la fase más urgente del plan de recuperación económica. Invertir en rehabilitación energética, es una oportunidad para reducir la factura energética, contribuir a la independencia energética, liberar recursos económicos para otras actividades, disminuir la emisión de gases de efecto invernadero, mejorar el confort y la salud de los usuarios y crear empleo adicional.