“La brecha entre humanos y máquinas se cerrará en 2050”
18 de diciembre de 2008
“La industria ha hecho mayores avances de lo que nadie habría imaginado hace 40 años”, dijo Rattner. “Existe una especulación acerca de si nos podríamos estar acercando a un punto de inflexión en el que los avances tecnológicos estén acelerándose a un ratio exponencial, y las máquinas puedan incluso sobrepasar a los humanos en su habilidad para razonar en un futuro no tan distante”.
Imaginemos que al entrar en un aeropuerto o habitación con el portátil, en lugar de consumir batería, se recarga. De acuerdo con los principios propuestos por físicos del Mit (Massachusetts Institute of Technology), los investigadores de Intel han estado trabajando en el Wireless Resonant Energy Link (WREL). Rattner lo demostró encendiendo una bombilla de 60 vatios sin utilizar ningún tipo de enchufe, siendo ésta más energía de la que necesita un portátil típico.
La magia de WREL es que promete suministrar energía de forma segura y eficiente. La tecnología se basa en la resonancia, un principio similar al que permite que un cantante entrenado pueda romper un cristal utilizando su voz. En la frecuencia natural de recepción de resonancia, la energía se absorbe de forma eficiente, igual que un vaso absorbe la energía acústica en su frecuencia natural. Con esta tecnología habilitada en un portátil, por ejemplo, las baterías podrían ser recargadas cuando el equipo estuviese a cierta distancia de la transmisión de resonancia. Todavía quedan muchos retos científicos, pero los investigadores de la compañía esperan encontrar una forma de cortar el último cable de los dispositivos móviles y, algún día, hacer posible la energía inalámbrica en las plataformas basadas en Intel.
Materia programable: ordenadores que pueden cambiar de forma
Los investigadores de Intel están también investigando cómo millones de micro robots, denominados cátomos, podrían cambiar la forma de los materiales. Si se utilizan para reemplazar la carcasa, la pantalla y el teclado de un dispositivo informático, esta tecnología podría hacer posible que un dispositivo cambie de forma física para poder adaptarse al modo específico en que se esté utilizando. Un ordenador portátil, por ejemplo, podría ser más fino cuando esté en un bolsillo, cambiar después a la forma de un auricular cuando se utilice como teléfono móvil y ser más largo y plano, con un teclado, para navegar por Internet o ver una película.
Rattner describió esto como un asunto de difícil investigación, pero en el que se están haciendo grandes progresos. Demostró por primera vez los resultados de una novedosa técnica de fabricación de finos paneles de silicio denominada fotolitografía, un proceso utilizado hoy en día para fabricar chips de silicio. Esta capacidad es uno de los pilares estructurales fundamentales necesarios para hacer cátomos funcionales, y hará más sencillo unir los componentes necesarios, tanto informáticos como mecánicos, en unos pequeños envoltorios de menos de un milímetro de largo. Esta técnica es compatible con la existente fabricación a gran escala y abre la posibilidad de fabricar cátomos a gran ritmo en el futuro.
El doctor Michael Garner, director del programa de Roadmap de Materiales Emergentes de Intel, se unió a Rattner en el escenario para discutir la importancia de investigar nuevas tecnologías de silicio, manteniendo la ley de Moore valida durante la próxima década e incluso más. Entre otras cosas, Intel está investigando como pasar de los transistores planos a transistores en 3D y está buscando la forma de utilizar semiconductores compuestos para reemplazar el silicio en el canal de transmisión. Yendo más lejos todavía, Intel está explorando una variedad de tecnologías basadas en la ausencia de carga que algún día puedan reemplazar al CMOS.
Robots casi humanos
Hoy en día, los robots se usan principalmente en los entornos de las fábricas, diseñados para realizar una simple tarea repetitiva muy deprisa. Para hacer robots personales, éstos necesitan moverse y manipular objetos en entornos humanos desordenados y dinámicos, de acuerdo con Rattner. Necesitan ser conscientes de sus alrededores para sentir y reconocer el movimiento en un mundo dinámico físicamente, al mismo tiempo que aprender a adaptarse a nuevos escenarios. En una de las demostraciones se mostró un campo eléctrico que anticipaba los roces y que se había incorporado a una mano de robot. Esta técnica es una modalidad de percepción que utilizan los peces, no lo humanos, por eso pueden “sentir” los objetos antes de que ni siquiera los toquen. La otra demostración fue un robot completamente autónomo y móvil que puede reconocer caras e interpretar y ejecutar comandos genéricos como “por favor, ordena este desastre” utilizando planificación de movimiento, manipulación, percepción e inteligencia artificial.
Además de los robots que se vuelven cada vez más humanos, Rattner dijo que creía que la innovación continuará para hacer la interacción de los humanos y las máquinas más fuerte. Randy Breen, CPO de Emotiv Systems, se unió a Rattner en escena para demostrar los auriculares EPOC de la compañía. Estos Emotiv EPOC identifican patrones de ondas cerebrales, los procesan en tiempo real y le dicen a un juego qué pensamientos conscientes o no conscientes ha tenido el usuario, tales como expresiones fáciles o emociones y acciones conscientes. Un usuario con estos auriculares podría pensar en sonreír o en coger un objeto y un avatar en un juego lo ejecutaría. Actualmente, EPOC puede identificar más de 30 detecciones diferentes a través de 16 sensores en los auriculares.