Retos de las smart cities en 2020: turismo, sostenibilidad y movilidad
Los expertos de T-Systems, filial de servicios digitales de Deutsche Telekom, analizan los retos que deberán afrontar durante el próximo año las ciudades españolas para convertirse en entornos urbanos inteligentes. Con el ciudadano en el centro de la estrategia, informan fuentes de la tecnológica, las ciudades deben encontrar un modelo de turismo inteligente, activar planes de acción para el cumplimiento de la Agenda 2030 y para resolver los retos de movilidad urbana que están apareciendo en las grandes urbes, para convertirse en entornos sostenibles y habitables a medio y largo plazo.
“Las ciudades se construyen para los ciudadanos, y no podemos olvidarnos de ellos cuando desarrollamos los modelos de ciudad inteligente. Los nuevos hábitos de consumo (ecommerce) o de ocio (turismo), por mencionar algunos, están impactando en la configuración de las ciudades, dejando muy claro que el modelo ‘tradicional’ no sirve, porque genera problemas de convivencia y medioambientales insostenibles en el corto plazo”, considera el responsable de Desarrollo de Negocio de Smart Cities de T-Systems Iberia, Javier Araujo, quien añade que “la obligación de los ayuntamientos es responder a estas demandas”.
Para afrontar estos grandes retos, la tecnología será la gran aliada. IoT, Analítica Avanzada de Datos, la Inteligencia Artificial y los análisis predictivos de información y, por supuesto, los sistemas de ciberseguridad serán las tecnologías protagonistas de la revolución que necesitan vivir las smart cities en el próximo año.
Turismo inteligente, Agenda 2030 y ODS
El turismo será el gran reto del año 2020. Encontrar un modelo que permita a la industria del turismo continuar su crecimiento y desarrollo y que, a la vez, no interfiera en la vida diaria de los ciudadanos mientras se garantizan buenas condiciones de habitabilidad y convivencia. Araujo afirma que “la aplicación de la Inteligencia Artificial a los sistemas de gestión de la ciudad permitirá obtener análisis predictivos de la ocupación de la ciudad, así como establecer protocolos de actuación para adaptar los servicios disponibles en cada momento, según las necesidades reales, reforzando los servicios cuando sea necesario.”
Por lo que respecta a la sostenibilidad, los ayuntamientos deberán impulsar planes para reducir el impacto ambiental de los servicios que presta al ciudadano, optimizando su gestión y con ella el uso de los recursos disponibles. La tecnología IoT y la Analítica Avanzada de Datos son las que impulsarán nuevos modelos en este aspecto.
Los edificios inteligentes son un elemento crucial para los futuros modelos de smart city. Estos edificios mejoran el aprovechamiento de los recursos de la ciudad, optimizan el consumo energético y generan ahorros económicos importantes que los ayuntamientos pueden destinar a nuevos servicios para los ciudadanos.
La sostenibilidad también afecta a otros ámbitos como el de la movilidad, que con la explosión del ‘e-commerce’ está planteando retos de configuración del propio núcleo urbano. “La falta de aparcamiento y la cantidad de desplazamientos dentro de las ciudades, con las consiguientes emisiones de CO2, dejan muy claro que las grandes ciudades necesitan complementar los servicios de transporte público con otros sistemas de movilidad sostenible. Pero no hay que olvidar que hay que integrar los nuevos modelos de movilidad urbana dentro de la urbe, regularlos y conseguir un modelo de movilidad global para los ciudadanos”, estima Araujo.