¿Qué usas más, tu smartphone o tu ordenador?

El crecimiento imparable de los dispositivos móviles ofrece un reto importante, pero también una oportunidad que hay que aprovechar por la gran cantidad de datos valiosos relacionados con la actividad diaria que podemos obtener, la movilidad laboral efectiva que se presenta y la conexión directa e inmediata con clientes potenciales.

El uso de dispositivos móviles es inevitable y beneficioso en el mundo laboral, pero debe estar siempre alineado con la política de seguridad de la empresa.

Para poder comprender mejor cómo está afectando la movilidad en nuestro entorno más directo, debemos poner sobre la mesa algunos datos realmente reveladores. Y es que según la GSM Association, en su informe ‘The mobile economy 2017’, a finales de 2016 el 65% de la población mundial, en torno a los 4.800 millones de personas, disponía de al menos un dispositivo móvil.

Ya a mediados de 2017 el total ascendía a 5.000 millones y se estima que para el 2020 se sumen 860 millones de clientes, llegando a un total de 5.700 millones. En España, concretamente, según el ‘Google Consumer Barometer Report’, el 87% de la población, unos 40 millones y medio de personas, utilizan un smartphone.

José Luis Martín, responsable del Área de Infraestructura y Servicios Cloud de Alhambra-Eidos.

Asimismo, según una encuesta realizada a 1.000 personas por un fabricante de soluciones de movilidad, el 64% de los encuestados consultan sus dispositivos móviles de empresa por la noche y el 85% lo hacen a primera hora de la mañana. Estos datos demuestran el cambio cultural y laboral que ha supuesto la irrupción de los dispositivos móviles en el mundo empresarial.

La incorporación de dispositivos móviles en el día a día de las empresas aporta ventajas significativas para sus integrantes. Algunos de los beneficios que podemos destacar son: la flexibilidad laboral, la optimización de tiempos y recursos, el aumento de la productividad de los empleados, la localización del personal itinerante y, sobre todo, la comunicación rápida y directa.

Sin embargo, no podemos obviar los nuevos retos que se presentan para la seguridad de las compañías. Los dispositivos disponen de una cantidad ingente de datos valiosos para las empresas, por lo que debemos tener especial cuidado con su uso. Algunos de los desafíos a los que se enfrentan las organizaciones son la pérdida y el robo de dispositivos móviles, la fuga de datos, el acceso no autorizado a recursos corporativos o las infecciones de malware que se puedan extender a la red principal.

Para hacerles frente, se requieren herramientas especializadas de EMM (Enterprise mobility management) que nos permitan, entre otras cosas, realizar una gestión centralizada de nuestra plataforma móvil, crear políticas flexibles que permitan el uso ‘normal’ de los dispositivos o gestionar la compatibilidad total de los dispositivos (Android, IOS, Windows Phone, Windows 10, etc.).

La mayor parte de las empresas ya cuentan con la posibilidad de acceder de manera segura a sus aplicaciones internas de manera remota. Las aplicaciones WEB securizadas o las conexiones VPN son ejemplos de mecanismos que nos permiten trabajar desde cualquier lugar con tan solo una conexión a Internet.

Sin embargo, son muchas las cuestiones que surgen en las prácticas diarias. Un claro ejemplo es el uso del correo electrónico de empresa en nuestros teléfonos móviles. ¿Estamos seguros de que dichos dispositivos están protegidos como mínimo por una clave, un pin o un patrón de desbloqueo? ¿Qué ocurre si nos roban el móvil? ¿Tenemos capacidad para borrar la información del teléfono de forma remota?

La mayor parte de las empresas ya cuentan con la posibilidad de acceder de manera segura a sus aplicaciones internas de manera remota.

Otra cuestión a tener en cuenta es el uso de las aplicaciones móviles. Debemos conocer qué tipo de apps se conectan a nuestras redes WIFI y averiguar el grado de fiabilidad de sus fuentes, en muchos casos, desconocidas. Todo ello, teniendo en cuenta los datos sensibles que contienen nuestros dispositivos.

Además, en muchas ocasiones los empleados hacen uso de ese mismo terminal para su vida privada. Según publica la Fundación Telefónica en “La Sociedad de la Información 2016”, el 79,5% de los empleados que disponen de móviles de empresa, utilizan ese mismo dispositivo para su vida personal. Y es más, el 68,3% instala aplicaciones personales en él

Aunque podamos pasarlo por alto, los dispositivos móviles son un elemento más de trabajo, por lo que requieren el mismo tratamiento y protocolo de gestión que un ordenador de oficina. Es imprescindible seguir en todo momento la política de seguridad de cada empresa.

Para que las compañías afronten lo mejor posible los cambios relacionados con la movilidad, resulta crucial que la política implementada de las entidades sea flexible. Por una parte, se debe permitir a los empleados el uso habitual de los dispositivos y, por otro, cumplir con los intereses de las empresas en lo que respecta a seguridad. La gestión de la movilidad empresarial debe implicar asuntos tales como la gestión de los propios dispositivos móviles, de los accesos, de sus aplicaciones móviles y en general de la información.

En cuanto a cifras de la inversión realizada en este proceso de adaptación, según la asociación GSM, en 2020 se estima que el ecosistema empresarial de la movilidad genere en Europa 674.000 millones de euros, lo que supone el 3,9% del PIB.

Son muchas las soluciones y fabricantes que podemos encontrar en el mercado que afrontan las cuestiones referentes a la movilidad. Resulta interesante que cada empresa estudie en detalle las características de cada solución y elija la que más se ajuste a sus necesidades y presupuesto. Según los datos publicados por Gartner en junio de 2017, VMWare es líder destacado del mercado, seguido de MobileIron, IBM y Blackberry.

El uso, gestión e integración dentro de la infraestructura de la compañía de los dispositivos móviles corporativos y de los dispositivos móviles personales (BYOD), supone uno de los mayores retos a los que se enfrentan los responsables TI de muchas de las organizaciones en nuestro país.

Por nuestra experiencia en Alhambra-Eidos, trabajando con clientes que precisan de la infraestructura necesaria para el correcto funcionamiento de la solución de EMM, pensamos que los dispositivos móviles deben gestionarse como se gestiona un pc corporativo. La forma de afrontar este reto es disponer de herramientas fiables que permitan la correcta digitalización del servicio, manteniendo la seguridad y el control de los dispositivos móviles utilizados y minimizando el mantenimiento informático del servicio gracias al rápido despliegue dispositivos nuevos o de sustitución.