La (necesaria) invisibilidad de la tecnología
Una presencia a veces tangible bajo la forma de ordenadores o dispositivos relacionados -teléfonos o tabletas-, otra, menos, como la que sirve de apoyo a Internet y las comunicaciones en la forma de cables y servidores que no están a la vista. Y, por supuesto, el software que es el que da vida o es el actuante de máquinas y dispositivos.
La tecnología se ha hecho casi imprescindible hoy día para casi cualquier cosa, desde la comunicación entre las personas en su vida personal y social o laboral, hasta leer o escribir, obtener o producir información, pedir una cita en un centro de salud, sacar entradas para un espectáculo, realizar compras, y, así un largo etcétera.
Sin embargo, esta penetración en la vida de las personas no se ha producido ni se ha asentado de manera que forme parte de nuestras vidas. En algunos aspectos, en vez de hacernos la vida más fácil la ha complicado, ya que no solamente hay que centrarse en la tarea concreta a realizar para la que se necesita la herramienta para facilitar llevarla a cabo, primero hay que saber todo lo que esa herramienta demanda para poder utilizarla.
La tecnología impone unos cambios de hábitos y un aprendizaje nada banal ni sencillo, una preocupación continua por su mantenimiento -actualizaciones de software o carga de batería- o la muy importante seguridad de la información que con ella se intercambia, información en muchos casos relacionada con quienes somos o nuestro estilo de vida.
Por no hablar de los muchos fallos que tiene y a los que el usuario no sabe cómo responder. Todo lo anterior produce una inseguridad y una tensión a la hora de hacer uso de la tecnología.
La visibilidad de las TI
No se piensa en tecnología -en general- cuando se presiona el interruptor de la luz, ni cuando se utiliza el frigorífico; tampoco al utilizar la lavadora, aún cuando esta requiera que se tomen ciertas decisiones acerca del tipo de lavado que se quiera realizar y haya que tocar algunos botones para ponerla en marcha de acuerdo con lo anterior. A pesar de que haya gran cantidad de tecnología detrás de dichos artefactos que hacen la vida más fácil.
Pero cuando la tecnología involucrada es TI, la cosa cambia. Entonces sí se toma conciencia de la tecnología. Primero, la interfaz que permite comunicarse con la máquina, de momento pantalla y teclado en diferentes formas dependiendo del dispositivo, y, segundo, la aplicación concreta de que se trate. Todo ello arropado por las comunicaciones. Si no se puede establecer comunicación por Internet, no se puede hacer nada.
Cada una de las partes enunciadas, interfaz, aplicación, comunicación, están muy presentes en la conciencia de cada uno, forman parte del centro de atención de una persona que quiere realizar alguna acción o actividad haciendo uso de las TI. Debe preocuparse por ellas, saberlas utilizar y pensar si funcionan adecuadamente.
A pesar del cambio en el ámbito de actuación de las TI desde los primeros ordenadores de los años 40 a los dispositivos actuales, la forma en que se interactúa con las máquinas no parece que haya cambiado mucho. Esta interacción, como ya se ha indicado, sigue siendo a través de pantalla y teclado, con un software que hay que cargar, actualizar, y preocuparse de la compatibilidad de sus componentes y aplicaciones.
La Tecnología salió de las empresas y organismos públicos para entrar en hogares de la mano de los ordenadores personales y para salir a cualquier sitio de la mano de las comunicaciones y la nube, y se ha ido conformando a base de capas que se han ido superponiendo, permaneciendo las ventajas y los problemas de las existentes, acentuándose éstos últimos por la complejidad creciente de las distintas capas y sus tipos de tecnologías.
Si bien las empresas y organismos tienen capacidad para tener personal especializado para construir y dar soporte a dicha Tecnología, para los ciudadanos enfrentarse solos a su uso diario al que prácticamente está ya obligado hoy día, significa, en muchos casos, retos imposibles de superar.
Lo expuesto hasta ahora se perfila como una de las causas del analfabetismo digital, en el sentido de “nivel de desconocimiento de las nuevas tecnologías que impide que las personas puedan acceder a las posibilidades de interactuar con éstas, es decir, por una parte navegar en la web, disfrutar de contenidos multimedia, socializar mediante las redes sociales, crear documentación, discriminar información relevante de la superflua, etcétera”.(1)
La tecnología no debe acaparar la atención
La tecnología en general se utiliza continuamente desde que los hombres primitivos crearon sus primeras herramientas. En el nacimiento de una tecnología, ésta es visible. En su evolución y generalización, termina por desaparecer. Se funde con las características y funcionalidades que tiene. Solamente se es consciente de alguna parte de sus componentes cuando deja de funcionar.
Cuando se utiliza un coche, no se piensa en el motor que hace que funcione. La persona se centra en la carretera y lo que circula por ella. Como mucho, se vigila la velocidad a la que se circula y el nivel de combustible. No se es consciente de su sonido hasta que, por un posible problema, cambia.
La Tecnología debe ser invisible, silenciosa y estar disponible en cualquier cualquier sitio y ser susceptible de llevarla a todos los sitios. Es la idea que acuñaron en 1995 los investigadores de Xeros PARC Mark Weiser y John Seely Brown bajo el nombre de ‘calm computing’ (computación tranquila) y ‘calm technology’ (tecnología tranquila)(2).
La organización @caseorganic, cuya misión según su página web(3), es la de “continuar la filosofía del diseño de los investigadores para la siguiente generación”, lo expresa en los siguientes ocho principios:
- La tecnología debe requerir la más pequeña cantidad de atención posible.
- La tecnología debe informar y proporcionar tranquilidad.
- La principal tarea de una persona no debe ser la computación, sino ser humano.
- Dar a las personas lo que necesitan para resolver su problema, y nada más.
- La tecnología debe hacer uso de la periferia.
- Una tecnología tranquila se moverá fácilmente de la periferia de nuestra atención, al centro, y de nuevo a la periferia.
- La periferia es información sin abrumar.
- La tecnología debe amplificar lo mejor de la tecnología y lo mejor de la humanidad.
- Diseñar primero para las personas.
- Las máquinas no deben actuar como humanos.
- Los humanos no deben actuar como máquinas.
- La tecnología puede comunicar, pero no necesita hablar.
- La tecnología debe funcionar incluso cuando falla.
- La adecuada cantidad de tecnología es el mínimo necesario para resolver el problema.
- La tecnología debe respetar las normas sociales.
Conclusión
La tecnología paulatinamente se irá adaptando más a las personas, y así desaparecerá el hecho de que las personas se tengan que adaptar a la tecnología.
La tecnología estará embebida en los productos para ofrecer servicios, fácil de usar y oculta a la vista.
1 url [a 20171203] https://es.wikipedia.org/wiki/Analfabetismo_digital
2 Mark Weiser and John Seely Brown (19951221) 'Designing Calm Technology' url [a 20171203] http://www.ubiq.com/hypertext/weiser/calmtech/calmtech.htm
3 url [a 20171203] https://calmtech.com/about.html