Movilidad, la clave para el desarrollo digital
Demandamos y evolucionamos rápidamente hacia una sociedad hiperconectada, con una red cada vez más deslocalizada, segura y rápida, donde el valor estratégico del dato crea nuevas oportunidades (y amenazas) en múltiples frentes.
Si en julio de 2000, con más de 20 millones de líneas móviles en España, se superó el número de líneas 'fijas', en junio de 2006 se rompió otra barrera al contar con más móviles que habitantes (más de 45 millones de líneas). En la actualidad esta cifra supera los 57 millones líneas.
Desde principios de siglo, en poco menos de dos décadas, hemos pasado de hablar de transformación del puesto de trabajo a transformación digital, de oficina sin cables a conectividad global, de dispositivos corporativos a BYOD, de business intelligence a business analitycs, de gestión unificada a seguridad inteligente… En el entorno empresarial, estos nuevos conceptos han dado lugar a nuevos ámbitos de actividad económica que, vinculados a las nuevas posibilidades a través de la tecnología y la innovación, están provocando cambios estructurales en todos los niveles de la economía y la sociedad. Las necesidades de productividad actuales requieren el desarrollo de tecnologías que faciliten el teletrabajo en entornos colaborativos flexibles y seguros.
Las nuevas tecnologías de comunicación y movilidad acercan a las personas y facilitan el desarrollo de su actividad profesional pero también presentan riesgos y vulnerabilidades difíciles de delimitar y cuantificar, que deben ser valorados y gestionados adecuadamente. El uso abusivo o inadecuado de estas tecnologías puede tener un efecto inverso en sus objetivos, alejando a las personas y provocando intromisiones inaceptables en la privacidad de los individuos que, a la larga, provoquen desconfianza o incluso rechazo de las mismas, desembocando en una merma de productividad global.
Uno de los factores que más ha contribuido al desarrollo de la movilidad a nivel global ha sido 'el acceso ubicuo, adaptado y bajo demanda en red, a un conjunto compartido de recursos, rápidamente aprovisionados y liberados, con una carga de gestión reducida'. Este modelo de consumo tecnológico, conocido como Cloud Computing, junto al Internet de las cosas (IoT) y al Big Data, configuran el marco actual de evolución de nuestro universo digital. Por otra parte, el auge de las redes sociales, tanto públicas como privadas, de ámbito lúdico o profesional, en cualquiera de sus variantes, han permitido a los usuarios relacionarse entre sí, compartiendo contenidos y creando comunidades de actividad deslocalizadas.
En pleno camino hacia la Era Digital, el IoT y el desarrollo de nuevas arquitecturas de comunicación serán los nuevos impulsores de lo que se ha venido en denominar la 'Quinta Dimensión Digital'.
Con cuatro de cada cinco españoles utilizando un Smartphone, tableta o similar, la implantación de la movilidad en nuestra vida personal y profesional es un fenómeno irreversible que expande fronteras y brinda nuevas oportunidades a empresas y usuarios.
Ya somos capaces de gestionar sistemas económicos, institucionales y tecnológicos más interconectados y por tanto más eficientes, pero también más complejos y vulnerables, lo que nos debería conducir al diseño de sistemas más flexibles, resistentes y con capacidad de recuperación.
