Prueba de producto: HP ElitePad 900 G1, la tableta profesional con Windows 8 Pro
La irrupción de Windows 8 en el segmento de las tabletas es el fruto de un movimiento arriesgado por parte de Microsoft. Si bien Windows 8 es un sistema operativo de muy buena factura para equipos portátiles y de sobremesa, con procesadores Intel o AMD con arquitectura x86-64 y posibilidades de expansión amplias en apartados como el de la memoria o el almacenamiento, para equipos de tipo tableta con procesadores de peores características tecnológicas y posibilidades de expansión limitadas en memoria o almacenamiento el panorama cambia radicalmente.
Texto: Manuel Arenas.
La razón por la cual cambia estriba en una circunstancia que parece que Microsoft no ha tenido en cuenta en el momento de planear la estrategia de despliegue de sus sistemas operativos Windows Phone 8 y Windows 8: el hardware sí influye en la calidad de la experiencia de uso de un sistema operativo. Windows 8 es excepcional en muchos aspectos: mantiene la compatibilidad con el escritorio y aplicaciones de Windows 7, Windows Vista e incluso XP para muchas aplicaciones de aquellos tiempos, y además ofrece todo lo nuevo del API de programación WinRT, con la nueva interfaz de Windows (Metro) optimizada para interfaces táctiles y con mejoras notables en lo que a gestión de los recursos del sistema o la seguridad se refiere. Pero con todo lo excepcional que es para equipos basados en procesadores de sobremesa o portátiles, con un TDP de 17W y superiores como los Intel Core o los AMD Fusion, para procesadores como los Atom de Intel el panorama cambia radicalmente. Otro tanto de lo mismo sucede en el caso de los procesadores basados en arquitectura ARM y el sistema operativo Windows RT, la versión de Windows 8 en la que se ha eliminado la compatibilidad con el escritorio tradicional de Windows y por ende con las aplicaciones Win32. La experiencia de uso está condicionada por el hardware empleado en la construcción del equipo. O como en este caso, en la construcción de la tableta.
Es necesario entender esta circunstancia para evitar cometer errores en la elección de un equipo con Windows 8. Sobre todo porque en algunos casos los fabricantes comercializan dispositivos con procesadores Atom o ARM con diseños muy similares a los de equipos de tipo Ultrabook, en los que se anuncia que pueden funcionar tanto como tabletas como portátiles. Pero la realidad es que más que portátiles deberían decir netbooks, porque la tecnología que implementan es la de los famosos netbooks que en su día supusieron una revolución, pero que se han visto obstaculizados en su evolución por la imposibilidad de Intel o AMD para ofrecer procesadores x86 con un rendimiento aceptable al tiempo que con un consumo reducido. Un procesador Atom con gráficos integrados tiene un TDP reducido del orden de 4W, pero para conseguirlo Intel eliminó de su arquitectura toda la lógica “Out of order”, con lo que el rendimiento está limitado en gran parte por esta circunstancia. Por ejemplo, si un programa tiene un bucle, en una arquitectura sin la lógica Out Of Order, la CPU tendrá que esperar a que el bucle se complete para proseguir con la siguiente instrucción, mientras que en una arquitectura con una pipeline completa, se pueden procesar otras instrucciones al tiempo que el bucle se procesa.
Esta limitación en rendimiento afecta a Windows 8 negativamente. Así, con una memoria DDR2 800 limitada a 2 GB a causa de los condicionantes impuestos por la arquitectura de 32 bits, juntos con unos gráficos integrados con un rendimiento igualmente limitado, o una capacidad de almacenamiento que en las tabletas suele estar en torno a los 64 GB, o incluso a los 32 GB para modelos más económicos, el resultado es que la experiencia de uso de estos equipos y tabletas no es ni mucho menos comparable a la de Ultrabooks, portátiles o equipos de sobremesa. Además, para equipos Windows 8, compatibles con aplicaciones de escritorio tradicional, puede suceder que sobre el papel parezca una solución perfecta de propósito general: equipos compactos, ligeros, con buen diseño y que además permiten usar todo tipo de aplicaciones. Pero en un escenario de uso real, tratar de instalar un Photoshop en un equipo o tableta con procesadores Atom, Clovertrail o no, es una experiencia que redundará en un rendimiento exasperantemente lento. Y lo mismo puede decirse sobre juegos o aplicaciones de autoría multimedia para vídeo o imágenes. Es más, a poco que haya ventanas del navegador abiertas que usen tecnologías como Flash, el sistema se resentirá.
Apps para Windows 8Windows 8, de momento, no puede presumir de tener un ecosistema de apps demasiado nutrido. Las versiones Windows 8, Windows 8 Pro y la versión corporativa son compatibles con las aplicaciones de Escritorio tradicional, lo cual es un punto positivo para equipos portátiles, ultrabooks y de sobremesa, pero poco práctico para tabletas. Para Windows RT, donde sólo puedes instalar las apps disponibles en la Tienda de Microsoft, la situación es más comprometida, al no disponer de demasiadas apps específicas para la Tienda de Windows.
Desde cierto punto de vista, incluso podría haber sido mejor para Microsoft haber extendido el uso de Windows Phone 8 a las tabletas, dejando Windows 8 sólo para portátiles y equipos de sobremesa. Windows Phone 8 dispone de unas 100.000 apps en su tienda, de modo que las posibilidades hubieran sido mucho más amplias para los compradores de una tableta de Microsoft. En cualquier caso, se trata de una mera elucubración.
Las virtudes de Atom
No todo son aspectos negativos. Si hay un punto en el cual Atom destaca, es en la autonomía que se puede conseguir con estos procesadores. Con baterías de 25W hasta 50W dependiendo del modelo, se pueden obtener hasta 15 horas de trabajo continuado. En cualquier caso, hay que analizar con cuidado las opciones de compra para elegir el equipo adecuado. Si lo que se valora es la autonomía, o la posibilidad de usar sistemas de refrigeración pasivos, Atom es una solución excelente y muy recomendable siempre y cuando no se le exija más de lo que puede dar en lo que al rendimiento se refiere. Para escenarios de uso controlados en este apartado, y siempre sabiendo lo que se compra, optar por una tableta Windows 8 Pro como esta ElitePad de HP puede ser una solución óptima en términos de productividad y satisfacción de uso.
ElitePad 900 G1
Esta tableta de HP, orientada al sector profesional, está construida alrededor de un procesador CloverTrail de doble núcleo y hasta cuatro hilos de ejecución, con 2 GB de memoria RAM y 32 GB de espacio en disco SSD para el modelo analizado. Existen opciones de disco SSD de 64 GB, lo cual sería acertado si no se quiere depender de una tarjeta microSDHC para almacenamiento de archivos. El sistema operativo ocupa una cantidad de espacio para nada desdeñable y es preciso dejar un margen de espacio libre en disco para evitar que el sistema de archivos degrade su rendimiento. Así que el espacio útil restante se reduce a unos 16 GB o menos para el modelo de 32 GB nominales. La pantalla de 10,1’’ es de gran calidad, con una resolución estándar de 1.280 x 800 píxeles y batería de unos 25 Whr. La conectividad 3G está presente dependiendo del modelo concreto, así como la conectividad Wifi de doble banda que sí se encuentra disponible en toda la gama junto con Bluetooth.
Integra cámaras trasera y frontal, la primera de 8 Mpx, lo cual es una buena noticia para quienes deseen usar la cámara para sacar alguna foto con calidad media. La frontal es útil para aplicaciones de videoconferencia. Además cuenta con una ranura microSDHC para usar memoria de almacenamiento adicional. A la vista de la escasa capacidad restante que queda en el modelo de 32 GB, es recomendable adquirir una tarjeta con 16 GB o 32 GB como ubicación para almacenar datos y archivos y así evitar llenar el disco del sistema.
La tableta tiene una construcción robusta y muy bien acabada, como corresponde a una solución corporativa, y los accesorios disponibles, como la camisa con batería adicional, puertos USB, HDMI y lector de tarjetas SDHC, o la docking para escritorio con conexiones adicionales que facilitan usar un teclado y un ratón para trabajar más cómodamente con ella cuando se llega a la oficina o a casa, están acabados también con una orientación profesional.
De estos accesorios, la camisa con batería adicional integrada, hace posible extender el tiempo de uso de esta tableta hasta alcanzar unas 15 horas según arroja el benchmark PowerMark de Futuremark (www.futuremark.com). Una cifra extraordinaria que permite estar trabajando con aplicaciones ofimáticas aún más tiempo de esas 15 horas o ver películas o usar otras aplicaciones más exigentes para el hardware durante al menos 10 horas. Eso sí, con las limitaciones de rendimiento propias de un procesador Atom. De hecho, los benchmarks de rendimiento que se usan habitualmente para medir las prestaciones de los portátiles y equipos de sobremesa arrojan resultados varios órdenes de magnitud menores en esta tableta.
Tableta o portátil
Se puede decir que es una tableta al fin y al cabo, que no se le puede pedir más. Y en cierto modo es cierto, pero la realidad nos dice que las aplicaciones disponibles para ella en la Tienda de Windows o las disponibles para el escritorio tradicional de Windows, como la propia suite Office, son las que se pueden instalar en esta tableta. Y por tanto hay que asumir que puede ejecutarlas sin problemas. Y poder, puede. Pero con problemas. Así, usar una hoja de Excel con miles de datos y fórmulas complejas supondrá un problema a la hora de calcularla. O afrontar escenarios multitarea, o instalar aplicaciones como Photoshop o Premiere. O editar vídeo con cierta ambición. O jugar con títulos que hagan uso de tecnologías 3D. Así pues, por mucho que tenga aspecto de tableta, habrá que usar aplicaciones de portátil. Pero con las limitaciones del hardware. Si se tienen en cuenta estas circunstancias y no se le pide más de lo que puede dar, es un producto que puede encajar en una compañía como herramienta de trabajo y ocio para los empleados que la integren en su rutina. Captación de datos, acceso a aplicaciones corporativas web, o el uso de aplicaciones de empresa específicas para equipos de ventas o comerciales son sólo algunos ejemplos de aplicaciones. La conectividad, las opciones de accesorios y las condiciones del servicio postventa son argumentos de gran valor añadido para un entorno profesional.
Hablando de accesorios, otros que están disponibles y que serán de utilidad para algunas aplicaciones son el Stylus para escribir directamente en pantalla, o un repertorio de cables para añadir conectividad a la tableta cuando no se usa con la camisa o la docking. Conectividad como VGA, USB, LAN, VGA y HDMI, entre otros. Todo un detalle hacia la clientela corporativa.
Precio, audiencia y alternativas
El precio de esta tableta no es precisamente económico desde una perspectiva doméstica. El modelo con los dos accesorios más útiles como son la camisa con batería y conectividad, o la docking con puertos USB, VGA, HDMI y LAN cuesta 1.070,85€, lo cual no es precisamente económico. Y además compite directamente con el modelo HP Envy X2, que para ciertos escenarios se posiciona como una mejor opción a la vista de la integración de un teclaro QWERTY, junto con una batería adicional en el teclado, 64 GB de espacio en disco, aunque con la ausencia de conectividad 3G integrada, la cual en un momento dado se puede implementar mediante tethering en el móvil. Además, el precio del Envy X2, que puede usarse como tableta separada del teclado, el menor incluso que el de la ElitePad 900 G1 con los accesorios mencionados antes. Eso sí, el Envy X2 no es una tableta y portátil. Es una tableta que además puede funcionar como un Netbook de los de hace unos años cuando se acopla al teclado. La decisión de elegir uno u otro dependerá de factores diversos, aunque el Envy X2 también ofrece una calidad de construcción excelente, con carencias puntuales como la ranura de conectividad 3G, o no tener retroiluminación en el teclado.
La audiencia de esta tableta ElitePad es fundamentalmente profesional. Y así lo indica HP claramente en su página web http://h20386.www2.hp.com/SpainStore/merch/List.aspx?sel=PBNB donde están listados los modelos y precios de la gama. Nada impide que se adquiera por un usuario doméstico, pero sinceramente, para usuarios domésticos hay opciones que encajan mejor, con precios más asequibles con sistemas operativos como iOS o Android.
Windows 8 Pro es un buen sistema operativo, pero para un hardware tan limitado como este, sus virtudes sólo salen a relucir cuando se usan las aplicaciones adecuadas, y sobre todo cuando se usan aquellas que no se ven afectadas por la presencia de un procesador lento, y se benefician de poder estar trabajando con batería entre 7 y 15 horas dependiendo de tener instalada la camisa adicional o no.
Características:
- Tableta de 10,1’’ de pantalla táctil con sistema Windows 8 Pro y ecosistema de accesorios.
- Procesador: Intel Atom CloverTrail Z2760 de dos núcleos y 4 hilos, a 1,8 GHz
- Memoria: 2 GB de RAM DDR2 800, no ampliables
- Disco: unidad SSD de 32 GB (hasta 64 GB dependiendo del modelo)
- Pantalla: 10,1’’ LCD TFT de 1.280 x 800 píxeles, recubierta con Gorilla Glass 2
- Cámara: trasera de 8 Mpx. Frontal compatible 1.080p
- Audio: SRS más doble micrófono optimizado para videoconferencia
- Comunicaciones: Wifi 802.11 a/b/g/n hasta 300 Mbps, BT 4.0, microSDHC, ranura SIM.
- Batería: 25 Whr integrada. Opcional “chaqueta” con batería extra.
- Dimensiones: 17,7 x 26 x 0,92 cm
- Peso: 630 gramos
- Seguridad: seguridad de BIOS, cifrado de unidad, Computrace, SpareKey
- Accesorios: Stylus, Camisa con batería adicional. Docking para escritorio.