La innovación en medios de pago sigue a buen ritmo
Tecnocom y Analistas financieros Internacionales, Afi, han presentado hoy el Informe Tecnocom sobre Tendencias en Medios de Pago 2012, un estudio que, en aras de otorgar continuidad al presentado el año pasado, analiza la evolución de los medios de pago durante el año 2012 en España y en seis países de América Latina (Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y República Dominicana).
El acto de presentación ha estado presidido por Ladislao Azcona, Presidente de Tecnocom, y ha contado con la presencia de Javier Rey, Director General del Sector Banca y Seguros de Tecnocom, Emilio Ontiveros, Presidente de Afi, Álvaro Martín, Director del Departamento Internacional de Afi y Javier Martín, Consejero Delegado de Tecnocom.
Tras la buena acogida del primer Informe Tecnocom, presentado el año pasado, esta nueva edición refrenda su posicionamiento como referente de las tendencias de los medios de pago en España y América Latina, así como de las oportunidades y retos a los que se enfrentará el sector a partir de 2013.
El uso de los medios de pago refleja la incidencia del entorno económico en los patrones de consumo de la población
La evolución del entorno económico ha condicionado los patrones de consumo de los ciudadanos y, con ello, la utilización de los medios de pago. En España, la prolongación de un entorno económico adverso en los últimos años ha contraído el consumo, lo que ha repercutido en una reducción del número de tarjetas, aunque los pagos con las mismas han seguido creciendo hasta fechas recientes, dando muestra de la creciente importancia del uso de medios electrónicos frente al efectivo.
En América Latina, la situación económica es más positiva, con importantes tasas de crecimiento en varios países de la región. Esto, unido a un mayor desarrollo de las infraestructuras de pago, ha contribuido al desarrollo de nuevos productos y servicios financieros orientados a fortalecer la inclusión financiera de los segmentos masivos y fomentar la formalización de los agentes en la economía.
A ambos lados del Atlántico se puede apreciar una sustitución gradual de los medios de pago basados en papel (efectivo y cheques) por los electrónicos. La disminución en el uso de cheques y efectos es especialmente significativa en el caso de España y Portugal, donde el deterioro de la situación económica y el aumento del número de desempleados ha provocado una disminución en el importe agregado de los pagos, que no ha sido compensada con un eventual incremento en el uso de transferencias de crédito y pagos con tarjetas. A ello se une la desaparición en España de casi 7,5 millones de tarjetas de crédito y débito desde 2008, como consecuencia de la voluntad de los usuarios de controlar el gasto y la sustitución de las tarjetas de banda magnética por las de chip EMV.
En América Latina, por el contrario, el número de tarjetas de crédito y débito no ha parado de crecer en los últimos cinco años debido, entre otros factores, al incremento del empleo y la renta media per cápita, al mayor nivel de cultura financiera de los segmentos con menores ingresos, a la creciente bancarización, a la expansión de la infraestructura física de los puntos de acceso (cajeros automáticos y POS) y a los esfuerzos y campañas llevadas a cabo por los gobiernos, entidades financieras y establecimientos comerciales.
La innovación en medios de pago sigue a buen ritmo, con los pagos móviles y las tarjetas prepago como apuestas de futuro
El constante proceso de renovación que está viviendo el sector de medios de pago no podría explicarse sin el impulso de empresas y gobiernos. Las primeras han intensificado el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones en los pagos minoristas, mejorando la infraestructura y desarrollando el sector del comercio electrónico, que prácticamente se ha duplicado en América Latina en los dos últimos años (USD 35.000 millones), y en 2010 registraba en España el mayor incremento anual para situarse en EUR 9.100 millones. Por su parte, los gobiernos están impulsando la implementación de políticas públicas (entrega de subsidios) a través de medios electrónicos a la vez que establecen mecanismos de protección al consumidor, medidas que favorecen absolutamente la adopción de medios de pago electrónicos.
El potencial de los medios de pago electrónico permite aspirar a profundizar el acceso al sistema financiero en América Latina, donde todavía existen importantes segmentos sub-atendidos o no atendidos por entidades formales, y para los que los pagos móviles constituyen una excelente oportunidad de inclusión financiera, dada la gran penetración del teléfono móvil en la región. A ellos se unen las tarjetas prepago, entendidas como los instrumentos en los que se anticipa el importe del consumo futuro, que permiten a la población no bancarizada acceder a los medios de pago electrónicos de una manera segura y práctica. Estos instrumentos ya disfrutan, en muchos casos, de la misma aceptación en el mercado que una tarjeta de débito o de crédito, y además ayudan a promover la educación financiera, prevenir el sobreendeudamiento y controlar mejor los gastos.
Los consumidores españoles y latinoamericanos tienen percepciones distintas sobre las cualidades de los medios de pago electrónico
En América Latina el efectivo es visto como un medio que permite controlar lo que se gasta y que resulta conveniente, esto es, se adapta a las necesidades de los usuarios. Las tarjetas de crédito, por el contrario, se perciben como un medio de pago que ofrece un mayor valor añadido frente a los demás. En esto, al menos dos factores pueden estar influyendo: por un lado, el acceso a la financiación y, por otro, los programas de fidelización que existen para algunas tarjetas. En menor medida, se valora también la buena imagen que aporta al consumidor la posesión de una tarjeta de crédito. Las tarjetas de débito tienen una imagen neutra y presentan asociaciones positivas más débiles comparadas con los otros medios de pago.
A diferencia de lo que sucede en América Latina, los españoles enfatizan más la imagen del efectivo como un medio de control del gasto (percepción reforzada probablemente por la crisis económica) y su uso no tiene el sesgo de imagen negativo encontrado en los países latinoamericanos. En el caso de las tarjetas de crédito, se les asocian ventajas adicionales con más intensidad. Por último, cabe mencionar que la tarjeta de débito se percibe como un medio de pago muy cómodo y conveniente (la alta penetración existente en España explica estos atributos).
El Indicador Tecnocom sitúa a España como el país con mayor nivel de desarrollo de los medios de pago, seguido de Brasil
El creciente uso de la telefonía móvil como dispositivo con el que realizar pagos, unido a la promoción de tarjetas de pago privadas y en co-branding impulsadas por las cadenas de distribución minorista, están contribuyendo a mejorar la penetración de medios de pago electrónicos entre la población de América Latina. Sin embargo, según el Indicador Tecnocom de demanda de medios de pago electrónicos, los países analizados se sitúan por detrás de España, que sigue siendo el país con mayor puntuación (más de 77 puntos sobre 100) gracias a la fuerte penetración y uso de las tarjetas de débito y, en menor medida, de las de crédito. Por detrás se sitúa Brasil (por encima de 66 puntos sobre 100), seguido de Chile y Colombia (50 puntos sobre 100), mientras que en México, Perú y República Dominicana los resultados son más modestos, debido al relativamente bajo número de usuarios de medios de pago electrónicos.
Esta disparidad de puntuaciones pone de manifiesto, una vez más, que la realidad de los medios de pago en España y en los países de América Latina es muy diversa, dados los distintos niveles de bancarización, penetración y uso de medios de pago.
El informe está disponible en: www.tecnocom.es