Innovación tecnológica: el camino hacia un futuro más seguro
Vivimos en una época en la que la tecnología permea cada aspecto de nuestra vida diaria, y el sector de la seguridad privada no es la excepción. Aunque la percepción más generalizada a pie de calle sigue asociada a vigilantes de seguridad, la industria de la seguridad privada está experimentando una revolución profunda. Las compañías de seguridad más punteras no solo utilizan tecnologías como rastreadores GPS, CCTV o drones en su operación, sino que están asumiendo otras como la ciberseguridad o la inteligencia artificial.
Gracia Sánchez-Vizcaino, CIO para Iberia y Latam de Securitas Group.
En este contexto, la transformación digital ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad para las empresas de seguridad, que buscan adaptarse a un entorno cada vez más dinámico y complejo. Esta evolución no solo implica la adopción de nuevas herramientas y tecnologías, sino también un cambio profundo en la manera de entender y gestionar la seguridad, integrando tecnologías avanzadas para mejorar la eficacia, eficiencia y capacidad de respuesta en la vigilancia y protección de bienes y personas.
Desde la implementación de sistemas de vigilancia inteligentes hasta la utilización de análisis de datos avanzados, la transformación digital está creando un nuevo paradigma en el que la innovación y la tecnología son los pilares sobre los cuales se construye un futuro más seguro.
El Internet de las Cosas (IoT) ha transformado los sistemas de vigilancia, haciéndolos más interconectados y eficientes. Dispositivos como sensores, cámaras y sistemas de alarma, proporcionan una monitorización continua y en tiempo real, que puede ser gestionada remotamente desde centros de control, facilitando una respuesta rápida y coordinada ante cualquier incidente.
La robótica y el uso de drones también han comenzado a desempeñar un papel importante en la seguridad privada. Los robots de vigilancia pueden patrullar áreas extensas, recolectando datos y enviando alertas en tiempo real. Los drones, por su parte, ofrecen una perspectiva aérea que complementa la vigilancia terrestre.
Y, cómo no, la integración de sistemas automatizados y el análisis de grandes volúmenes de datos permiten a las empresas de seguridad privada optimizar sus operaciones:
- La recopilación de datos en tiempo real, junto con algoritmos de inteligencia artificial (IA) proporcionan insights valiosos que facilitan la toma de decisiones y la prevención de incidentes.
- Los sistemas de gestión de riesgos basados en análisis predictivo ayudan a identificar patrones y posibles amenazas antes de que se materialicen.
- Las cámaras de vigilancia equipadas con IA pueden identificar incidentes y actitudes sospechosas en tiempo real.
- Los sistemas de detección de anomalías alertan sobre comportamientos inusuales que podrían representar una amenaza, proporcionando una capa adicional de seguridad.
- En la gestión de alarmas, la IA proporciona mayor precisión y confiabilidad, diferenciando entre falsas alarmas y eventos reales, lo que reduce drásticamente los falsos positivos y mejora la eficiencia operativa. Los sistemas de seguridad pueden detectar e identificar personas con precisión, clasificar vehículos y objetos, así como determinar su ubicación y permitir búsquedas forenses más rápidas. La última tecnología de IA muestra que es posible detectar la presencia de armas.
Sin embargo, las empresas tampoco deberían depender excesivamente de la IA y del aprendizaje automático para gestionar sus operaciones de seguridad. La intervención humana sigue siendo fundamental para proteger a las personas y los activos valiosos, por lo que los equipos de seguridad deben encontrar un equilibrio en el uso de la IA y el aprendizaje automático sin eliminar la valiosa participación de operadores expertos de seguridad.
Por otro lado, con la creciente dependencia de la tecnología y la digitalización, la ciberseguridad, la privacidad y el cumplimiento normativo se han convertido en una prioridad primordial (un buen ejemplo de esto ha sido la prohibición por parte del gobierno de EE UU de las cámaras y equipos de origen chino debido a preocupaciones de seguridad nacional).
En definitiva, la transformación digital, con sus beneficios y también desafíos, está redefiniendo el sector de la seguridad privada, proporcionando herramientas y soluciones avanzadas que no solo mejoran la protección, sino también optimizan la eficiencia operativa. Con la tecnología evolucionando a gran velocidad, es imperativo que las empresas de seguridad privada se adapten y adopten estas innovaciones para mantenerse a la vanguardia, garantizando un servicio de máxima calidad y una respuesta ágil y eficaz ante las nuevas amenazas.