La Generalitat Valenciana implementa una aplicación para mejorar la vida de las personas mayores en entornos rurales
La Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat impulsa la puesta en marcha de una aplicación destinada a mejorar la calidad de vida, prolongar la autonomía personal y retrasar la dependencia de las personas mayores en el medio rural de la Comunitat Valenciana.
El proyecto RuralLife ha sido financiado por la Generalitat Valenciana y desarrollado por la Universidad Politécnica de València (UPV) dentro del convenio de colaboración que la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo tiene con la Fundación el Olmo para el impulso del programa Territorios Innovadores, señalaron en una nota de prensa fuentes del Ejecutivo autonómico.
El objetivo de esta iniciativa es monitorizar la actividad diaria de las personas mayores que viven solas, aportando datos sobre su actividad física, relaciones sociales y exposición con el exterior, lo que generará información sobre sus hábitos, cambios en los comportamientos e incluso servirá como alerta ante la reducción radical o la modificación sospechosa de alguna de sus actividades habituales.
La intención es monitorizar una muestra inicial de unas doscientas personas de los municipios de Benagéber, Casas Altas, Casas Bajas, Chelva, Titaguas, Tuéjar y Aras de los Olmos, para poder extraer datos y aportar conclusiones sobre la actividad de las personas mayores que viven en estos entornos rurales.
En la puesta en marcha también colaboran los servicios sociales de la Mancomunidad del Alto Turia y del Rincón de Ademuz, puesto que los resultados obtenidos con el estudio aportarán información específica que podrá ser utilizada por estos profesionales para establecer futuras pautas de actuación con este colectivo.
Datos de la actividad física y social
La aplicación, denominada Lalaby, fue desarrollada inicialmente por la UPV para monitorizar la actividad de enfermos de cáncer y ha sido adaptada para extraer datos de la actividad física y social de sus usuarios y usuarias en aras de ofrecer ayuda y una atención más personalizada en entornos rurales.
Además, la aplicación incluye un cuestionario que traslada diferentes preguntas que pueden contestarse de forma sencilla y que recogen información sobre los cambios en el estado de salud de las personas y un seguimiento sobre el día a día.
La participación en este proyecto aporta beneficios a las personas usuarias en una triple vertiente. En primer lugar, la descarga de la aplicación supone una formación básica en el uso del móvil, que contribuye a acortar la brecha digital en personas mayores y de entornos rurales, donde el uso de las nuevas tecnologías se ve más reducido.
En segundo lugar, la aplicación es una herramienta de alerta puesto que en caso de ser detectada alguna anomalía en las pautas de comportamiento se podrá actuar con inmediatez.
Y, por último, concluyen las mismas fuentes, es un instrumento que sirve para evaluar y documentar posibles actuaciones por parte de los servicios sociales de los ayuntamientos e incorporación de las personas a programas concretos.
