IA y Big Data, base de las ‘eMotional Cities’
Europa ha empezado a invertir en potenciar y mejorar lo que se conoce como ‘salud urbana’, un concepto que se inscribe en las denominadas 'eMotional Cities', cuyo principal objetivo es “establecer entornos inteligentes, sostenibles e inclusivos en todas las grandes ciudades del continente”. El método elegido para alcanzarlo es la utilización de “neurociencia, tecnología como Inteligencia Artificial y Big Data, y conocimientos en diseño urbanístico para obtener las mejores conclusiones posibles”.
Fuentes de LCI Barcelona señalan en una nota de prensa que la forma de obtener los datos para mejorar la salud de los ciudadanos, tanto en términos físicos como mentales, depende de cada proyecto. No obstante, añaden, “el término común es analizar la reacción fisiológica de las personas al desplazarse por determinados puntos del mapa urbano para tenerlo en cuenta en el futuro diseño de cada ciudad, según condiciones de sus ciudadanos y del entorno”.
A través de estos datos recopilados, y mediante la gestión de tecnologías como la Inteligencia Artificial o el Big Data a gran escala, se consigue obtener una serie de información que hace indicar qué lugares producen peores sensaciones en gran parte de la población o cómo reacciona el cuerpo ante determinados diseños.
En la nota de prensa se apunta que la Comisión Europea “remarca que el desarrollo mundial está dentro de una tendencia de cada vez más urbanismo, por lo que es clave situar a las personas en el centro de las ciudades del futuro”. Por ello es necesario “obtener datos reales y comprobados para una posible elaboración de políticas de salud urbana”.
Ana García, directora de Máster en LCI Barcelona y fundadora del estudio NeuronaLab, explica que “se hace un seguimiento ocular, se observa la expresión facial, se obtienen datos a través de electrocardiogramas y electroencefalogramas para tener el máximo conocimiento de las diferentes reacciones que se producen”.
“Consiste en recoger de manera minuciosa la respuesta fisiológica de las personas con su entorno urbano y construido. Los resultados obtenidos seguramente nos ofrezcan un marco de referencia en el que apoyarnos como diseñadores para mejorar la experiencia de los ciudadanos con el medio en el que se desenvuelven cotidianamente”, añade García.
Las mismas fuentes apuntan que Lisboa, Copenhague, Londres y Michigan “son algunas de las ciudades en las que se está desarrollando el proyecto de la salud urbana”.