Valencia prueba por primera vez un autobús urbano de hidrógeno
La Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Valencia puso en marcha el 20 de marzo una prueba de uso de un autobús urbano de hidrógeno verde para estudiar su posible implantación en la red urbana. El vehículo circulará esta semana por las calles de la ciudad para estudiar su operatividad en la red de la EMT, tal como explicó el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, quien declaró que “el hidrógeno verde es una energía limpia que permitiría continuar apoyando a los objetivos de descarbonización de la ciudad en 2030”.
Ribó, acompañado del concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, y la directora gerente de la EMT, Marta Serrano, echaron un vistazo al autobús H2 City Gold, de doce metros de longitud cedido por el fabricante portugués Caetano para la realización de pruebas de circulación y repostaje, apuntaron en una nota de prensa fuentes del Ayuntamiento de Valencia.
Ribó señaló que “en los últimos años hemos renovado profundamente la flota de autobuses municipales hasta conseguir que más del 50% de los vehículos sean híbridos o eléctricos, lo que nos ha permitido ser más sostenibles y reducir la huella de carbono en un 22%. Pero queremos continuar dando pasos en esta dirección, y por eso vamos a analizar ahora y a valorar otras soluciones innovadoras que permiten apostar por energías verdes y cero emisiones para nuestro transporte público”.
El concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, destacó que esta colaboración con Caetano permitirá realizar la primera prueba con un autobús de hidrógeno en la ciudad, un test que será “muy interesante porque nos permitirá analizar diferentes parámetros, como la autonomía o el consumo del autobús, y poder valorar si cumple con las necesidades de nuestra red”.
Para llevar a cabo las pruebas, la EMT ha instalado una ‘hidrogenera’ portátil en sus instalaciones de Depósito Sur y así “poder experimentar las tareas de abastecimiento de carburante en este tipo de autobuses. El vehículo en pruebas discurrirá por todas las líneas urbanas durante una semana, con el fin de realizar un chequeo lo más completo posible. Se trata de autobús que dispone en su parte alta, en el techo, las células de combustible, las baterías y los depósitos de hidrógeno, y que no emite ningún elemento contaminante; únicamente vapor de agua, como efecto del consumo del hidrógeno almacenado”, explican desde el consistorio de la capital valenciana.
La huella de carbono de la EMT, un 22% menor desde 2015
En la actualidad la flota de autobuses de la EMT de Valencia está compuesta por 487 autobuses: 254 híbridos, treinta alimentados con gas natural comprimido (GNC) y 201 por gasóleo. También cuenta con dos autobuses eléctricos, a los cuales en las próximas semanas se sumarán otros veinte eléctricos cero emisiones, financiados con los fondos europeos Next Generation. Grezzi destacó “el gran esfuerzo realizado desde el ayuntamiento para mejorar la empresa, que ha permitido rebajar la edad media de los vehículos, que ha pasado de los más de trece años de 2015 a los ocho años actuales”. Además, la huella de carbono se ha reducido en un 22% en este mismo periodo.
Tanto Ribó como Grezzi remarcaron su defensa de la necesidad de contar con una ley de movilidad y una ley de financiación del sector público “que dé recursos a las ciudades para llevar a cabo sus compromisos de reducción de las emisiones y de sostenibilidad”.