La EMT de Madrid construirá una hidrogenera
La Empresa Municipal de Transportes de Madrid desveló el 2 de julio sus planes para la construcción de una planta de repostaje de hidrógeno para la ciudad de Madrid durante una jornada dedicada al hidrógeno ‘verde’ (H2) en el sector del transporte público. En el debate, que contó con la presencia del delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, participaron representantes de instituciones públicas, del sector del transporte urbano a nivel nacional e internacional, del mundo académico y de la industria.
En la jornada, titulada ‘Liderando el hidrógeno. Palanca para el futuro de la movilidad’, Carabante destacó “la gran apuesta medioambiental del Ayuntamiento: Madrid 360 y sus seis líneas estratégicas para consolidar la ciudad como un referente en sostenibilidad”, informaron en una nota de prensa fuentes del consistorio madrileño.
La primera mesa redonda giró en torno al hidrógeno como vector energético del cambio en la movilidad. El director gerente de la EMT, Alfonso Sánchez, adelantó los planes futuros de la empresa para construir una planta de repostaje de autobuses propulsados por pila de combustible en el Centro de Operaciones que la empresa municipal posee en el barrio de Entrevías. “Esta instalación empezará a funcionar, previsiblemente, durante el primer trimestre de 20232, concretaron fuentes del ayuntamiento.
"Pionera en nuestro país"
Esta hidrogenera contempla la instalación de una planta solar fotovoltaica para la generación de electricidad para que la producción de hidrógeno verde se lleve a cabo in situ. “Este detalle confiere al proyecto un carácter integral al abarcar todo el ciclo del hidrógeno: desde su producción hasta su uso, pasando por su tratamiento y almacenamiento”. La futura estación de suministro abastecerá, en una primera fase, a diez autobuses ‘cero emisiones’ propulsados por pilas de combustible alimentadas por hidrógeno, avanzó el director gerente de la EMT.
Para este y otros proyectos vinculados a la reducción de CO2 y a la eficiencia energética, la EMT ha obtenido financiación del fondo europeo Feder con los que ejecutará estos planes de futuro.
Sánchez insistió en la necesidad de alinearse con el llamado ‘Green Deal’ o Pacto Verde, establecido por la Unión Europea de aquí al año 2050, “una meta que supone un cambio de paradigma energético. Para lograr ese objetivo, la EMT ha diseñado un exhaustivo plan estratégico para las próximas tres décadas y así poder consolidarse como un referente en la movilidad sostenible del futuro”, añadieron las mismas fuentes.
En la misma mesa de debate intervinieron también el presidente del Centro Nacional del Hidrógeno y Pila de Combustible (CNH2), Emilio Nieto; el vicepresidente del Comité de Autobuses de la UITP y director de operaciones de Avanza, Antonio García Pastor; el presidente de la Asociación de Transportes Urbanos y Metropolitanos (Atuc), Miguel Ruiz, y el viceconsejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Mariano González.
La segunda mesa de debate abordó los retos y oportunidades del despliegue del hidrógeno y en ella participaron el subdirector de Hidrocarburos y Nuevos Combustibles del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, José Luis Cabo; el director del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (Insia), José María López, y el director global de Hidrógeno de Iberdrola, Millán García-Tola. Representando a la industria fabricante intervinieron el director general de Solaris Bus Ibérica, Kepa Mendikute, y el director de Ventas Internacionales de CaetanoBus, Francisco José Ferreira. Cerró esta mesa el director de Servicios de Transporte de la EMT, Carlos Sierra.
La clausura de la jornada recayó sobre la secretaria general de Transportes y Movilidad del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, María José Rallo, y la consejera de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Paloma Martín.
El uso del hidrógeno en la EMT
Entre los años 2002 y 2006 la EMT “fue el primer operador del transporte español en poner a prueba la explotación de autobuses de pila de combustible alimentada por hidrógeno en su red de líneas en el marco de los proyectos comunitarios CityCell y HyFleet:CUTE. Era la primera vez”, aseguran las mismas fuentes, “que la ciudad de Madrid ponía a circular autobuses propulsados por pila de hidrógeno en sus calles y, también por primera vez, se instalaba una infraestructura de recarga para este tipo de combustible”.
La EMT firmó en octubre de 2020 una alianza estratégica con el Centro Nacional del Hidrógeno y Pila de Combustible (CNH2) con el objetivo de favorecer el desarrollo e implantación de tecnologías aplicadas a este combustible. Cuatro son las metas que se persiguen con esta alianza: la descarbonización del sector del transporte público urbano; la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles; la disminución de los costes medioambientales y de salud derivados del transporte público, y la limitación de la contaminación atmosférica y acústica para la mejora del aire.
Fin de la utilización de diésel en 2023
En su compromiso por alcanzar la máxima descarbonización del transporte público de superficie, el Ayuntamiento de Madrid y la EMT anunciaron a finales de 2020 el fin del uso del diésel en la flota de autobuses municipales para el año 2023. A partir de esta fecha la EMT solo prestará servicio con una flota de autobuses eléctricos, de gas natural y de híbridos. Este es uno de los objetivos dentro de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360.
El pasado año, la EMT licitaba la adquisición de 520 autobuses GNC para Madrid. Los primeros 190 se están entregando a lo largo de este año, lo que permite retirar de la circulación un total de 258 unidades de gasoil. A estas nuevas adquisiciones se suman los 100 autobuses eléctricos que se están integrando en la flota madrileña, además de seis minibuses eléctricos. 2020 fue para la EMT el año de mayor licitación para la compra de autobuses, en total 626.
A lo largo de 2022 se incorporarán otros 200 autobuses propulsados por GNC, lo que se traducirá en la retirada de los 133 autobuses diésel restantes. En 2023 está previsto que la EMT reciba otros 130 vehículos de GNC, “permitiendo así que la flota total madrileña alcance los 2.100 autobuses para prestar un adecuado servicio”.