Las smart cities y la creciente necesidad de TI
Planificadores urbanísticos e investigadores han creado una smart city en Songdo, Corea del Sur, que hace más cómoda y segura la vida de sus habitantes. Este caso de éxito corrobora, según fuentes de Rittal, que las actuales smart cities, más aún las futuras regiones metropolitanas, requerirán más aportaciones de las tecnologías de la información (TI).
A largo plazo, por ejemplo, para el control inteligente de los flujos de tráfico o la comunicación entre vehículos autónomos será necesario contar con centros de datos que respondan rápidamente y con una baja latencia a las condiciones ambientales y de la carretera. También los operadores de redes inalámbricas necesitarán centros de datos distribuidos por las ciudades para así poder ofrecer el nuevo estándar de comunicaciones móviles 5G de forma generalizada.
En el futuro, los Edge Data Centers, añaden desde la compañía alemana, desempeñarán un importante papel en la planificación urbana. Los centros de datos descentralizados realizan el procesamiento inicial de los datos en el punto donde se generan. “Esta es”, afirman desde Rittal, “la única forma de lograr unos tiempos de reacción cortos, necesarios para los requisitos en tiempo real de las Smart Cities.” Según la ubicación, los Edge Data Centers deben cumplir unos requisitos de protección específicos, por ejemplo, en caso de condiciones ambientales adversas o protección contra un acceso no autorizado. Aquí, es importante confiar en proveedores con muchos años de experiencia en envolventes para exteriores y contenedores de TI.
Volviendo a la ciudad coreana, un centro de control centralizado supervisa las funciones inteligentes. Todos los datos de la ciudad convergen en un potente centro de datos. “Rittal fue una parte fundamental en la planificación e implementación de las infraestructuras TI y ayudó a los responsables a crear un centro de datos que también tenga en cuenta el futuro crecimiento de la smart city”, apuntan fuentes de la firma germana.
La tecnología facilita la vida cotidiana en toda la ciudad: en la calle, las luces solo se encienden cuando alguien realmente pasea por la acera, y los semáforos inteligentes proporcionan automáticamente una ola verde según el tráfico. Los sensores miden exactamente dónde y cuánta electricidad se consume, así como cuánta iluminación y calefacción se necesita, según el número de personas que haya presentes.
Los sensores registran dónde hay muchos automóviles en la carretera y, como medida de precaución, miden las sustancias contaminantes en el aire. Si hay un incendio, los sensores hacen sonar la alarma incluso antes de que una persona haya captado algún indicio del fuego. Estos son solo algunos ejemplos de los beneficios que las tecnologías de la información, trabajando de forma coordinada, aportan a la calidad de vida de los residentes en ciudades que hayan incorporado toda esta tecnología.