Simon ilumina los espacios exteriores del Mercat de Sant Antoni de Barcelona

Simon, principal fabricante de interfaces y material eléctrico, creador de soluciones de tecnología para entornos domésticos y profesionales, ha sido el encargado de la iluminación de las zonas exteriores del Mercat de Sant Antoni con su modelo KELP, que integra las luminarias Altair y Merak. En el marco del XLV Simposium Nacional de Alumbrado del CEI, celebrado en Pamplona el pasado mes de mayo, pudimos conocer de primera mano algunos detalles de este proyecto.

Del 8 al 10 de mayo se celebró en Pamplona el XLV Simposium Nacional de Alumbrado del CEI en el que participó activamente Simon. En una de las ponencias, conducida por Meritxell Lázaro y Marta Fernández de Arcaya, representantes de la compañía, se expusieron detalles sobre el proyecto de remodelación de la iluminación en mercados históricos de Barcelona, siendo el Mercat de Sant Antoni uno de ellos.

Tal y como expusieron Meritxell Lázaro y Marta Fernández de Arcaya durante su presentación, “en los últimos años, la ciudad de Barcelona se ha esforzado en enfatizar y conceder protagonismo a los espacios de uso habitual de los ciudadanos como parques y jardines, patios de manzana, ampliación de zonas peatonales, remodelación de mercados municipales, recuperación de centros cívicos… poniendo la ciudad al servicio de sus residentes, humanizándolas y favoreciendo los recorridos a pie o en medios de transporte más sostenibles en lo que respecta a los planes de urbanismo”. Así, tras una década de reformas, el Mercat de Sant Antoni, icónico emplazamiento de la Ciudad Condal, abrió sus puertas el pasado año y su perímetro y calles contiguas cuentan con la experiencia en iluminación de Simon.

Simon Outdoor Lighting ha participado en proyectos que siguen esa línea, uno de ellos el que ha conllevado el cambio de la iluminación de los espacios exteriores del Mercado de Sant Antoni, un proyecto original que resuelve necesidades muy concretas de iluminación de estos lugares, de pública concurrencia.

“Para el Mercado de Sant Antoni, el reto residía en ofrecer un punto de luz que estuviera a la altura de un cuidado proyecto de Reforma del mercado, que llegaba a su fin, tras casi una década de trabajos de restauración”, afirman Meritxell Lázaro y Marta Fernández de Arcaya. Se tuvo en frente la clara oportunidad de proyectar una nueva solución: Kelp, una evolución de las luminarias Merak y Altair a punto de luz completo.

Para este proyecto, se diseñó un modelo de líneas neutras y estética sobria para potenciar el protagonismo del edificio. Con el diseño de Kelp, se combinan brazos rectangulares con una columna cilíndrica que ofrece un acabado limpio, sin tornillería ni elementos mecánicos visibles que integra las luminarias Altair, para las zonas peatonales, y Merak, para las zonas de calzada. “Estudiamos el entorno y la ubicación de los puntos de luz y decidimos que Kelp, equipado con Altair, era la elección adecuada para trasladar innovación y diseño al entorno cosmopolita en el que se ubicaría, sin restarle ningún protagonismo al emblemático edificio y dotando a la zona de una iluminación cálida, confortable y uniforme que permitía circular de forma segura y agradable a peatones y a vehículos alrededor del mercado”, expusieron las representantes de Simon. En esa línea, la tecnología de Simon ha permitido adaptar la temperatura del color neutro para las zonas peatonales (4.000 k) y cálido para las zonas de calzada (3.000 K), de este modo se proporciona confort visual a peatones y conductores. La solución convenció por eso, apuntaron Lázaro y Fernández de Anaya, "y porque además la luminaria, entre sus muchos atributos, nos permite una actualización tecnológica instantánea y por tanto alargar la vida útil del punto de luz”.

El entorno del edificio se ilumina con diferentes alturas del modelo Kelp, que se ha adaptado a las necesidades del proyecto con dimensiones que van desde los 5,5 m, hasta los 9,0 m. En total se han instalado más de 50 puntos de luz que se reparten en los alrededores del edificio, y que iluminan correctamente tanto las aceras y zonas peatonales, como las calzadas adyacentes al mercado.

El modelo Altair está diseñado para tener una larga duración, de tal modo que, durante los 25 años de vida de su luminaria, sólo será necesario sustituir el motor lumínico, permitiendo reutilizar el cuerpo de la luminaria y actualizar la fuente de luz.

Meritxell Lázaro y Marta Fernández de Arcaya concluyeron: “El resultado ha sido muy aplaudido por parte del Ayuntamiento de Barcelona y prueba de ello es la repetición, ya estamos inmersos en la entrega de un segundo proyecto que iluminará con KELP toda la avenida Príncipe de Asturias también en Barcelona”.

En este proyecto, Simon aporta una vez más su know-how para potenciar uno de los grandes símbolos de Barcelona, enriqueciendo el entorno de la ciudad y haciéndolo más sostenible y eficiente.

Como se extrae de la presentación de Simon, el Mercat de Sant Antoni es uno de los mercados más importantes de la ciudad de Barcelona. Es el único mercado que tiene oferta comercial durante los 7 días de la semana. El edificio y su entorno acoge a los tres mercados que le son propios: la alimentación fresca, los encantos y el dominical del libro.

Originalmente se trataba de un mercado al aire libre situado en el acceso sur de la ciudad amurallada de Barcelona, concretamente en el portal de Sant Antoni. La ubicación entonces era favorable al comercio por tratarse de una zona de paso para aquellos que salían o llegaban. Con los proyectos de expansión de la ciudad y el derribo de las murallas, Ildefons Cerdà propuso la construcción de una estructura para garantizar la permanencia del mercado y mejorar el abastecimiento de toda la ciudad de Barcelona que no tenía suficiente con los mercados de dentro de las murallas.

De este modo se propuso al arquitecto Antoni Rovira i Trias la proyección de las instalaciones del Mercado de San Antonio. Este proyecto estaba enmarcado en el desarrollo del Plan Cerdà y suponía la creación del primer mercado a las afueras de la ciudad. La construcción comenzó en 1879 y terminó en septiembre de 1882 inaugurado por el alcalde de entonces Rius i Taulet.

A continuación, a principios del siglo XX, los comerciantes de textil del Paralelo y otros productos no alimenticios comenzaron a situarse alrededor del mercado para aprovechar la concurrencia de gente y mejorar su actividad comercial. Así es como nació el Mercado de los Encants de Sant Antoni. Hasta los días de hoy ambos mercados coexisten, se complementan y contribuyen con su oferta a generar una zona de comercio al por menor muy dinámica y de difícil reproducción en cualquier otro lugar. De esta manera el Mercat de Sant Antoni sigue ofreciendo una de las ofertas alimentarias frescas más ricas y diversas de la ciudad y el Mercado de los Encants de Sant Antoni ofrece una amplia oferta de moda, textiles y productos para el hogar.

También se incorporarían libreros y coleccionistas los domingos dando origen al Mercado Dominical de Sant Antoni. Hoy es un mercado especializado en libros nuevos y antiguos y coleccionismo tradicional de postales, sellos o revistas y donde también encontrarás todo tipo de oferta vinculada a nuevas aficiones y colecciones como los cromos, los videojuegos o las películas.

En 2007 comienzan las obras de reforma de las instalaciones. Se instalan tres carpas provisionales para acoger cada uno de los mercados en Ronda Sant Antoni y en la Calle del Comte Urgell. En 2009 se cierran de forma definitiva las instalaciones y comienza un proyecto que sufriría varios retrasos debido a los diferentes hallazgos y las tareas de conservación que se hicieron en el proceso de excavación.