Hemav y Open Arms rescatarán a refugiados a la deriva en el Mediterráneo con drones
La compañía española Hemav, a través de su fundación, ha desarrollado un dron de reconocimiento en mar abierto para la búsqueda de personas y embarcaciones con el objetivo de mejorar las misiones de rescate de la entidad Open Arms. Los drones trabajarán de forma autónoma recorriendo distintas áreas del Mar Mediterráneo, permitirán cubrir un área mayor y asegurarán una vigilancia continua.
Utilizando varios drones de forma simultánea "se puede llegar a tener una vigilancia prácticamente permanente de grandes extensiones del Mar Mediterráneo y reducir notablemente el número de naufragios", destacan fuentes de Hemav.
El proyecto recibe el nombre de Freeda y se enmarca en las actividades llevadas a cabo por Hemav Foundation, entidad sin ánimo de lucro que extiende la actividad de Hemav al ámbito social, informaron fuentes de la compañía.
La primera ventaja que ofrece la aplicación de drones en el contexto del mar es que, al ser una herramienta controlada desde un lugar remoto, permite controlar la zona más cercana a la costa sin poner en peligro a la tripulación del barco; alrededor de 12 millas náuticas donde no se permite el acceso a ninguna ONG por cuestiones legales.
“El dron desarrollado -explica Sergi Tres, coordinador del Proyecto Freeda- tiene la capacidad de detectar embarcaciones y personas mediante el uso de sensores térmicos. Una vez localizado el objetivo, envía instantáneamente imágenes al barco base donde se toman las decisiones de actuación. Cuando agota la batería, el dron regresa al barco y realiza el aterrizaje de forma automática”.
Los drones, además, pueden volar largas distancias y hacer grandes barridos en lugares más o menos aleatorios ampliando el alcance de rastreo. Utilizando varios drones a la vez se puede llegar a tener una vigilancia prácticamente permanente de grandes extensiones del Mar Mediterráneo y reducir notablemente el número de naufragios, destacan fuentes de Hemav.
Además, el uso de drones también supone un ahorro de tiempo y dinero en la confirmación de posibles objetivos. Hasta ahora, Open Arms envía las lanchas de rescate cuando están a unas 20 millas náuticas del objetivo, pero un dron puede ser lanzado “prácticamente en el mismo momento en que se recibe el aviso, y puede viajar a una velocidad superior a la de las lanchas, por lo que puede llegar mucho antes al lugar, iniciar un barrido, detectar rápidamente el objetivo y mandar sus coordenadas”.
Un 13,3% de los rescates realizados en el Mediterráneo durante el pasado año lo llevó a cabo Open Arms, organización sin ánimo de lucro cuya misión es rescatar en el mar a los refugiados que llegan a Europa huyendo de conflictos bélicos.
“Con la aplicación de la plataforma UAV (siglas en inglés de Unmanned Aerial Vehicle, Vehículo Aéreo no Tripulado) -explica Gerard Canals, coordinador de Open Arms- podremos duplicar la extensión que controlamos y el área en la que se realizan la mayoría de los rescates (unos 3.000 metros cuadrados) estará bajo vigilancia continua”.