Las soluciones de movilidad públicas son insostenibles por el coste que suponen a los contribuyentes
El número de personas que utilizan el móvil para conectarse a Internet en España alcanza ya el 88,3% y, según datos de Zenith, en octubre del año pasado el móvil superó al ordenador en número de usuarios. A la luz de estos datos, algunas administraciones públicas están implementando servicios inteligentes que permiten agilizar trámites en distintos ámbitos como movilidad, tributos o diversos procedimientos administrativos a través de dispositivos móviles y, en su mayoría, app. En términos de movilidad, esto se traduce en soluciones que facilitan al ciudadano todas aquellas actividades relacionadas con la búsqueda y el pago del estacionamiento en las zonas reguladas y que ayudan a reducir la congestión generada por el tráfico, a la vez que aportan a los consistorios datos de gran calidad sobre los hábitos de conducción de sus vecinos.
Soluciones de movilidad inteligente como las desarrolladas por EasyPark, especialista en el pago por móvil y experto consultor en la digitalización de la movilidad ligada al vehículo privado, suponen un importante ahorro para todas las ciudades que apuestan por el modelo Smart City. Estas ciudades brindan estructuras open data y cooperan con proveedores tecnológicos privados para ofrecer distintos servicios digitales de valor añadido a través del móvil, vía app, y así evitar que se inviertan grandes cantidades de dinero público en soluciones digitales públicas que duplican infraestructuras dirigidas al vehículo privado, cuando deberían potenciar el transporte público, la peatonalización de vías públicas, etc.
¨En España, actualmente encontramos diversas ciudades que están apostando por invertir dinero público en tener una app pública que solo puede ser de ámbito local, por las leyes de mercado, y que además de desarrollarse y mantenerse con dinero de todos, previsiblemente quedará obsoleta en unos años por no poder evolucionar al ritmo que lo hace la tecnología y por el coste que supondría para el erario público¨ afirma Tania Cazalis como directora de EasyPark en España, con la esperanza de que las ciudades que están en proceso de implementar este tipo de servicios apuesten por modelos sostenibles en el tiempo. Y que “los políticos sean conscientes de que el concepto Smart City lleva implícita una cooperación público-privada cuyo objetivo es ahorrar dinero a las ciudades y a las ciudadanos, siendo la ciudad el vehículo por el cual se facilitan a los ciudadanos diferentes servicios digitales de valor añadido con unos criterios de calidad prefijados, y los ciudadanos que usan dicho servicio son quienes lo mantienen indirectamente”, explica Cazalis. Este modelo evita destinar dinero del erario público directa o indirectamente ya que, a medio plazo, la evolución tecnológica inevitable de las ciudades hará insostenible destinar dinero público a este tipo de soluciones que permanecen en un desarrollo tecnológico constante inasumible para las administraciones.