Ciudad 2020, una smart city conectada a los ciudadanos

Ciudad 2020 ha desarrollado desde 2011 nuevas tecnologías inteligentes que facilitan la gestión de los recursos de las ciudades y el desarrollo de novedosos servicios que permiten a los ciudadanos participar de esa gestión y disfrutar de las ventajas de una ciudad inteligente. Este modelo de smart city sostenible se ha realizado con la colaboración de ciudades como Málaga, Santander y Zaragoza, donde se han probado diferentes herramientas y servicios.

Ciudad 2020 es un proyecto de I+D+i que pretende avanzar en el diseño y desarrollo de las smart cities, es decir, ciudades inteligentes, sostenible y eficiente, y en la que, además, el ciudadano es el verdadero protagonista. Se trata de una de las primeras iniciativas de investigación del Programa Innpronta del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y busca avanzar en las áreas de eficiencia energética, Internet del futuro, Internet de las cosas, comportamiento ciudadano, sostenibilidad medioambiental, movilidad y transporte, según explican desde Indra.

Estudio de las trayectorias de los ciudadanos a través de Twitter.

“Ciudad 2020 pretende ser un referente a escala nacional y europea de innovación en el ámbito de las smart cities definiendo e implementando un nuevo paradigma de ciudad basada en tres ejes fundamentales: la eficiencia energética, la mejora de la movilidad y el transporte, y el control y el cuidado medioambiental. Este nuevo modelo de ciudad está diseñado para el ciudadano —ad civitates civis— que, gracias al desarrollo de nuevos servicios, se incorpora como protagonista dentro de los mecanismos de gestión de la smart city”, apunta Rodrigo Castiñeira, coordinador técnico de Ciudad 2020, de Indra.

Gracias a las nuevas soluciones que se han desarrollado en el proyecto, los responsables de la ciudad disponen de información integrada en tiempo real sobre dicha ciudad y sus diferentes recursos, de manera que pueden verlo reflejado en un mapa de la propia localidad. De esta forma, pueden tomar decisiones con mayor rapidez y eficacia, además de anticiparse a ellas (para evitar atascos, picos de consumo energético y contaminación acústica o atmosférica, etc.). Por ejemplo, al detectar eventos deportivos, culturales o sociales, pueden alertar a los ciudadanos y recomendarles rutas alternativas para evitar atascos, gestionar el transporte público en el área o tomar medidas para controlar el consumo energético o la contaminación en la zona.

Según señalan desde Indra, el proyecto también ha desarrollado una aplicación para dispositivos móviles desde la que los ciudadanos pueden acceder de forma sencilla e intuitiva a las diferentes herramientas que ofrece Ciudad 2020, así como a otras externas relacionadas con la ciudad en ámbitos como ocio, turismo, educación, sanidad, etc. El usuario puede acceder a estas aplicaciones heterogéneas ofrecidas por diversas entidades utilizando la página de acceso de Ciudad 2020, con un interfaz y unas credenciales únicas. Mediante el análisis del comportamiento agregado de los ciudadanos, la aplicación ofrece información a los gestores sobre el uso real que hacen de los diferentes recursos y, a su vez, mediante algoritmos de recomendación, permite ofrecer servicios inteligentes y personalizados al ciudadano.

Mediante el análisis del comportamiento agregado de los ciudadanos, la aplicación ofrece información a los gestores sobre el uso real que hacen de los diferentes recursos.

“Ciudad 2020 plantea un uso intensivo de las tecnologías de la información para aprovechar al máximo las infraestructuras ya existentes en las ciudades y optimizar el uso de los recursos. Entre las tecnologías utilizadas se pueden destacar el Internet de las Cosas, Big Data, Cloud, Análisis Semántico, Linked Open Data, Wireless Sensor Networks, Visión Artificial o Análisis de Contexto. Las diferentes empresas del consorcio de Ciudad 2020 han utilizado estas y otras tecnologías para desplegar una serie de servicios en el ámbito de la movilidad, la energía y el medioambiente adaptados y centrados en las demandas y necesidades de los ciudadanos”, afirma Rodrigo Castiñeira.

El coordinador técnico de Ciudad 2020 explica que Indra lidera este proyecto en el que participa un consorcio español formado por las compañías Ferrovial Agroman, Atos, Fagor Electrónica y GFI Informática; y las pymes Daedalus, Fractalia, Isoco y Tekia. Según Castiñeira, completan el consorcio la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad de Alcalá de Henares, la Universidad Carlos III, la Universidad de Zaragoza, la Universidad de Cantabria y la Universidad de la Coruña, así como las fundaciones Barcelona Digital y el Centro de Innovación de Infraestructuras Inteligentes (CI3).

Estudio de las zonas de alta actividad de la ciudad utilizando Twitter.

“Además de coordinar el trabajo del consorcio, Indra lidera las líneas de investigación dentro del área de transporte y movilidad, donde ha contado con el apoyo de los grupos de G@TV y TranSyT de la Universidad Politécnica de Madrid, y el grupo de movilidad de la Fundación Barcelona Digital. Indra también ha participado en el modelado del comportamiento urbano y ha contribuido a la definición e implementación de la plataforma tecnológica de Ciudad 2020”, advierte Rodrigo Castiñeira.

Según cuenta Castiñeira, Ciudad 2020 ha desarrollado una serie estrategias y herramientas de gestión que permiten hacer un uso del transporte y la movilidad más adaptado a las necesidades reales de los ciudadanos permitiendo optimizar el uso de sus recursos, ofrecer a los ciudadanos servicios más adaptados, e influir sobre su comportamiento orientándoles hacia un uso más sostenible del transporte.

Aplicación móvil.

Estas soluciones se han organizado en torno a cuatro áreas, que se consideran clave para lograr una movilidad urbana más sostenible y eficiente:

• Intermodalidad: promover y facilitar la intermodalidad a los ciudadanos, buscando una reducción en el consumo energético y las emisiones fomentando el transporte público y reduciendo la demanda del vehículo privado.
• Movilidad eficiente: realizar una gestión del tráfico más inteligente, una reducción en los desplazamientos de vehículos privados que se producen en las ciudades.
• Emergencias: conseguir una gestión de la movilidad eficiente bajo situaciones de emergencia, facilitando un rápido acceso de los servicios de intervención a las zonas de emergencia y minimizando la afección de la emergencia en los sistemas de transporte público y privado.
• Mercancías: la celeridad y precisión exigida en la distribución urbana de mercancías convierte a las TIC en un elemento de gran utilidad con el objetivo de facilitar la gestión eficiente y ecosostenible del conjunto de operaciones de carga y descarga que se realizan a diario en las ciudades.

“Entre las herramientas concretas que se han desarrollado, se puede destacar una solución que permite detectar automáticamente anomalías en la movilidad de la ciudad y, en función de ellas, calcular las mejores rutas combinando diferentes medios de transporte público (autobús, metro, tranvía, bicicleta pública, etc.) y privado. Para detectar la ocupación de las plazas de aparcamiento, también se ha diseñado y evaluado una solución basada en visión artificial y otra, basada en una red de sensores inalámbricos”, señala.

Estudio de patrones de movilidad de la ciudad utilizando FourSquare.

También se han probado nuevas tecnologías y herramientas de gestión en los otros dos ámbitos principales que abarca el proyecto, la energía y el medioambiente. En cuanto a la energía, se han probado diferentes sensores que detectan la intensidad lumínica y la presencia, de manera que se puede regular la iluminación de las farolas e incrementarla a medida que se acercan vehículos o personas. Además se ha desarrollado un “recomendador” de eficiencia energética destinado al uso en el hogar, que mediante un nodo de red inalámbrica instalado en el cuadro eléctrico de una vivienda es capaz de medir el consumo, analizarlo y ofrecer recomendaciones para optimizarlo.

Por último, según destaca Indra, se han creado unos innovadores sensores de bajo coste con el fin de mejorar la medición de la contaminación acústica y medioambiental (niveles de CO₂), en Ciudad 2020. Dichos sensores permiten complementar las mediciones de los equipos de altas prestaciones existentes en las ciudades. Al poder instalarse en numerosos puntos, o incluso, en los autobuses, permiten ofrecer mapas de contaminación más fiables. Además, pueden generar alertas, gracias a un modelo de predicción de contaminación atmosférica y acústica realizado a partir de información de series de datos históricas.

Las redes sociales juegan un papel importante en el desarrollo de Ciudad 2020 gracias al alto nivel de penetración que tienen entre los ciudadanos. Esto permite obtener mucha información de la ciudadanía en relación a opiniones, gustos, posición, etc. “Es una información muy descriptiva y de gran valor. Las plataformas de conectividad social como Twitter, FourSquare, etc. permiten conocer en tiempo real las opiniones o la ubicación de los ciudadanos simplemente observando sus propias publicaciones en las redes sociales, lo que permite a los gestores de las ciudades obtener una visión de la ciudad a pie de calle en tiempo real y de forma transparente para los usuarios”, afirma Rodrigo Castiñeira.

Detección de zonas de alta actividad mediante clusterización de Tweets en Málaga.

Según explica el coordinador técnico de Ciudad 2020, el ciudadano genera una enorme cantidad de información heterogénea por el hecho de vivir e interactuar en su ciudad. “Las redes sociales son una de las principales fuentes utilizadas por los ciudadanos para poder participar de manera proactiva en la gestión de la ciudad e indicar sus opines, gustos, etc. Sin embargo, hay otras fuentes de información menos conocidas como aquellas que deja el ciudadano al interactuar con la infraestructura de su ciudad, por ejemplo, al viajar en transporte público, hacer un pago con la tarjeta, etc. Estas fuentes de información menos proactivas también permiten obtener información del ciudadano, que de manera agregada ofrecen un gran potencial para el desarrollo de servicios para los ciudadanos”, señala.

Por otra parte, el uso de smartphones y aplicaciones móviles se ha convertido en otro elemento fundamental en Ciudad 2020 para incluir a los ciudadanos en los mecanismos de gestión de la ciudad. Tal y como explica Rodrigo Castiñeira, a través de estos dispositivos los ciudadanos ponen a disposición de los gestores información como su posición GPS o el destino al que quieren ir, y pueden notificar incidencias, accidentes, eventos, plazas libres, etc., según las funcionalidades de la aplicación. “Este tipo de sensado ciudadano, permite a los gestores de la ciudad conocer las necesidades y demandas de los ciudadanos con un menor coste, y proporcionar mejores servicios para garantizar su bienestar. Además, la publicación de datos de manera abierta y utilizando paradigmas como el Linked Open Data utilizado en Ciudad 2020, permiten favorecer el crecimiento de nuevas aplicaciones móviles innovadoras e impulsar el emprendimiento en las ciudades”, afirma.

Gestión Ciudad 2020 a través de tablet.

Por último, como proyecto de investigación, Ciudad 2020 ha validado un modelo conceptual centrado en el ciudadano y una serie de tecnologías para poder implementarlo en las ciudades. “La continuación natural de Ciudad 2020 serán una serie de iniciativas centradas en acciones piloto en diferentes ‘Urban Living Labs’ que realicen esta implantación de herramientas y servicios para educar e implicar al ciudadano en un uso más eficiente de los recursos de su ciudad”, sentencia Rodrigo Castiñeira.