Entrevista a Pau García-Milà, profesor asociado de Esade
El joven innovador Pau García-Milà, de la mano del equipo de El Terrat, completaron el reto ‘Viaje al Fin del Mundo’, en el cual cruzaron todo el norte de España (desde Barcelona hasta Finisterre) en un coche eléctrico (un Renault Zoe). Esta idea surgió en el último programa de la temporada de ‘En el Aire’, con Andreu Buenafuente, donde el reto quedó definido: atravesar el país en un coche que no gastase ni un litro de gasolina, y parando en multitud de sitios muy variopintos para cargarlo. En total, 1.249 km en 14 días, un desafío que intenta desmontar la teoría de que los vehículos eléctricos no sirven para hacer largos viajes.
Pau Garcia-Milà (Olesa de Montserrat, 1987) es un innovador apasionado por la tecnología y la comunicación. Fundó su primera empresa, eyeOS, a los 17 años, que fue posteriormente adquirida por Telefónica. Obtuvo un importante reconocimiento por su trabajo, recibiendo entre otros el premio al Innovador del Año en 2011 por el MIT (TR-35) y el premio de los Príncipes de Asturias y de Girona ‘Impulsa Empresa 2010’. También es autor de tres libros sobre innovación y espíritu empresarial, y es presentador y colaborador habitual en Radio y Televisión. Pau es además el profesor asociado más joven de Esade (en el Master en Digital Business), y colabora con las escuelas de negocio IMD y Esoen.
¿Cómo surgió la idea de ir desde Barcelona a Finisterre en un vehículo eléctrico? ¿Qué motivó la experiencia?
La idea original salió de escuchar en una cafetería la típica conversación sobre coches eléctricos. Que si la batería no dura nada, que si sólo sirven para ir de casa al trabajo y no da ni para volver…Y me enfadé, consciente que la gran mayoría de coches eléctricos pasan ya de los 120 kilómetros de autonomía. Así que se me ocurrió proponerme un reto para el espacio de ideas locas tecnológicas que hacía en el programa ‘En El Aire’. Al equipo le gustó, y empezaron a preparar todo.
Pau García-Milà.
¿Qué diferencias a nivel de conducción hay entre un vehículo convencional y uno eléctrico?
La principal diferencia es la falta de vibraciones. Al conducir un coche de gasolina pensamos que la vibración viene de las imperfecciones de la carretera, pero muchas veces viene por la vibración del motor de combustión. En un eléctrico parece que flotas, y al no hacer ruido, es como si el coche simplemente avanzara porque hay pendiente y está el motor apagado.
Pau García-Milà a su llegada a Finisterre.
¿Pasó nervios pensando que la autonomía del coche no iba a ser suficiente para llegar hasta el siguiente punto de la etapa? ¿Cuántos kilómetros duraba aproximadamente cada carga?
Nervios realmente no, ya que el viaje estaba muy bien planificado y sabíamos dónde parar en cada etapa. Lo que sí que descubrí fue que era muy divertido “jugar” con la autonomía. Ir más lento en las bajadas para recargar, por ejemplo. La diferencia era que llegábamos al punto de carga con más de 50 kilómetros de sobra, cuando el cálculo inicial decía que llegaríamos con 30. Con una carga completa, hacíamos 140 sin problemas. Eso sí, con la conducción eficiente en mente.
¿Cómo realizaba la carga el vehículo eléctrico? ¿Se puede cargar desde cualquier punto? ¿Cuánto tiempo tarda en cargarse la batería del coche al 100%?
Hay muchos tipos de cargas, y en el viaje las probamos todas. Cargas ultra-rápidas (no nos daba tiempo ni a comer y el coche estaba ya al 100%), cargas rápidas (2-3-4 horas), y cargas lentas en un enchufe normal, donde lo dejábamos toda la noche.
Renault Zoe realizando una carga.
Su reto incluyó una visita a la comisaría de Haro. ¿Puede contarnos qué sucedió?
Al llegar a Haro vimos dos Zoe igual que el mío con las luces encima. ¡Eran coches patrulla! Además, delante de la comisaría había una zona de carga. Así que le pedimos al policía (Dani) si podíamos cargarlo, y se ofreció a enseñarnos Haro desde “su” Zoe. Y allí empezó la aventura. Fue muy divertido.
¿Cree que este reto ha ayudado a romper los tópicos que existen sobre los vehículos eléctricos?
Me gustaría pensar que sí. Mi objetivo es que la gente que lo viera en televisión pensara "si este tío puede irse de Barcelona a Galicia, a mí me será útil para mi día a día. Y de repente, si 20 millones de personas piensan esto, tenemos un país mucho, mucho, mucho menos contaminado.
Pau García-Milà con su Renault Zoe en el Centro Niemeyer en Avilés (Asturias).
Desde su punto de vista, ¿cuáles son las barreras que frenan un mayor desarrollo del vehículo eléctrico en nuestro país?
Hay varias barreras. Necesitamos muchos más puntos de carga en la calle, hacer pedagogía y explicar que esto de los coches eléctricos no es el futuro, que es el presente, que ya existe. Pero son cosas que con el tiempo se solucionarán, y parece que irá rápido.
¿Tiene previsto algún reto similar para el futuro? ¿Algún trayecto más largo?
¡Ojalá! Hay una idea que da vueltas en la cabeza desde hace tiempo, que completa la aventura anterior y la extiende... pero sin decir nada ya he dicho demasiado. ¡Ojalá la podamos ver pronto!