Se espera que la impresión 3D se convierta en un protocolo base dentro de la industria de defensa global en la próxima década
Tendencias que marcarán el sector defensa en los próximos años
La primera de las tendencias que marcarán el sector serán que la industria 4.0 y la impresión 3D se convertirán en tecnologías que estarán a la vanguardia del sector y con las que se aumentará la eficiencia de fabricación y preparación de activos. Por otro lado, se extenderá considerablemente el uso de vehículos militares autónomos por mar y los nuevos marcos permitirán recopilar datos para el próximo objetivo en defensa: el espacio.
En esta línea, las principales fuerzas de defensa, los fabricantes de A&D y los contratistas de defensa contemplan una fuerte apuesta IT en sus operaciones para adelantarse a las amenazas hostiles y, por lo tanto, eliminar cualquier posible daño y peligro a los combatientes, al tiempo que garantizan que la logística militar aproveche al máximo las nuevas tecnologías.
La fabricación aditiva tecnología clave en defensa
Se estima que más del 50% de los fabricantes de A&D emplearan la fabricación aditiva como protocolo base para minimizar la huella logística y reducir las emisiones de carbono. Las fuerzas militares aplican cada vez más la impresión 3D para ayudar con las reparaciones rápidas de vehículos, barcos y aeronaves. Incluso se están diseñando y prototipando nuevos equipos de seguridad y suministros médicos para el uso de fuerzas militares, un ejemplo, es el ejército de Estados Unidos el cual está diseñando la impresora 3D más grande del mundo que es capaz de imprimir piezas de metal de 30 pies de largo, 20 pies de ancho y 12 pies de alto. Con ello, se podrá avanzar en el uso de la impresión 3D en pistas y búnkeres.
Por todo ello, el 75% de los líderes de la industria estiman que la impresión 3D se convertirá en un protocolo base dentro del sector defensa a nivel global en la próxima década. La fabricación aditiva ofrece a las fuerzas militares la capacidad de imprimir piezas y componentes de repuesto en 3D cuándo y dónde sea necesario, eso hace que sean más autosuficientes y disminuye el tiempo de espera del mantenimiento. Ser independientes les puede hacer agilizar hasta 25 días los procesos, tiempo crítico en tiempos de batalla y cuando las fuerzas hostiles pueden intentar cortar las líneas de suministro.
En última instancia, esto minimizará la huella logística de las bases operativas avanzadas, lo que significa que las fuerzas pueden desplegarse en áreas más remotas debido a la disminución de la necesidad de tener acceso a extensas líneas de suministro.
Industria marítima 4.0
La Industria 4.0 ha acelerado el cambio del sector de fabricación. Por ello, la industria marítima 4.0 está comenzando a mostrar beneficios en términos de eficiencia mejorada al diseñar, fabricar y construir barcos con una mejor coordinación, operaciones más claras y mantenimiento. A pesar de estar solo en la etapa de adopción del viaje, se espera que el mercado de astilleros digitales experimente un rápido crecimiento, con un valor de mercado de entorno 693 millones de euros en 2022 y un crecimiento de casi 3.967 millones para 2030 a una tasa del 19%.
En esta línea, para ayudar con el diseño y la construcción de barcos, serán cruciales tres tecnologías: inteligencia artificial, aprendizaje automático y gemelos digitales. Con ellas se espera impulsar el desarrollo de astilleros digitales e industria marítima 4.0 en general. Estas tecnologías permitirán un futuro marítimo verde que reducirá la contaminación por CO2 y las emisiones de los astilleros, pero precisarán del apoyo de un software de última generación que pueda administrar un proceso de construcción tan único.
Embarcaciones autónomas
Durante los próximos 20 años 1/3 de la flota serán embarcaciones autónomas. La Royal Navy del Reino Unido ganó recientemente un barco Testbed que cambia el juego con una gran área de superficie para lanzar UAV y AUV, con una necesidad reducida de espacio para el personal, habiendo un área para un centro de operaciones y una sala de reuniones a bordo del barco.
Mientras tanto, en desarrollos paralelos, la Marina de los Estados Unidos cuenta con su tercer buque de superficie no tripulado, 'The Mariner', equipado con un sistema de comando y control proporcionado por el gobierno, un sistema de combate Aegis virtualizado y un sistema de navegación autónomo. Así mismo, la marina americana cuenta con un Plan de Navegación de la Marina para modernizar su flota con 523 barcos para 2024, incluidos 150 de superficie y no tripulados.
Los barcos autónomos reducirán la cantidad de combatientes de guerra que navegan en peligro cuando están en misiones, ya que permiten que los barcos ingresen a áreas que antes se consideraban peligrosas o inaccesibles para los barcos tripulados, para obtener inteligencia vital. Además, no tener que transportar personal supone una mayor capacidad de carga útil, disponer de más combustible y contar con sensores para vigilancia avanzada.
Para ello, los controles de mantenimiento se ampliarán para garantizar capacidades de misión completas y disponibilidad total de activos para embarcaciones autónomas. Sin inspecciones tripuladas, los sistemas de monitoreo y autodiagnóstico a bordo deben conectarse al ecosistema gemelo digital más amplio, un nivel de automatización que no puede ser alcanzado por los sistemas y procesos de ayer.
El espacio será un punto de crecimiento en defensa
El espacio se está militarizando cada vez más, y se espera que el mercado despegue en los próximos dos años y crezca de los 14,21 mil millones euros en 2022 a los 31,90 mil millones para 2029, a una tasa de crecimiento anual compuesto de 12.25%. Actualmente, se está utilizando para navegar y rastrear fuerzas para evitar la detección de entrega de suministros o permitir ataques precisos en bases hostiles, así como para mejorar la comunicación y detectar amenazas potenciales.
Las organizaciones intergubernamentales como la OTAN se preparan para depender cada vez más de las operaciones impulsadas por el espacio. Con ello se quiere obtener un dominio espacial más militarizado. Incluso, la OTAN ha publicado un documento de ‘Política espacial general’ que establece los aspectos fundamentales del dominio espacial y para la preservación de la seguridad.
Una prueba más de que, como parte de su política, la OTAN abordará el espacio como un coordinador entre los miembros con activos basados en el espacio, poniendo en relieve la necesidad de sistemas espaciales que permitan un mayor conocimiento de la situación espacial, inteligencia, vigilancia y reconocimiento, monitoreo basado en el espacio de dominios basados en la Tierra, comunicaciones por satélite, posición, navegación, sincronización y activos compartidos de alerta temprana.