Cinco consejos de seguridad para su sistema de vídeo
La ciberseguridad es, sin duda, uno de los retos más difíciles a los que se enfrentan los sistemas modernos de videoseguridad. El creciente uso de las tecnologías en la nube, IA y estrategias de IoT no hace más fácil la situación. No es raro que los usuarios olviden las precauciones más básicas. El fabricante Dallmeier, con sede en Ratisbona, Alemania, insiste en cinco ‘consejos de procedimiento‘ importantes.
La protección de un sistema de vídeo requiere muchos componentes técnicos y los correspondientes conocimientos. No obstante, hay una serie de aspectos básicos que están fuera del ámbito puramente técnico, pero que son, al menos, tan fundamentales como un buen cortafuegos.
Para el mes de la ciberseguridad, el fabricante alemán de tecnología de vídeo Dallmeier ofrece un recordatorio de los cinco aspectos procedimentales 'blandos' más importantes:
- Derechos de usuario
Los operadores deben dotar las cuentas de usuario sólo con los derechos estrictamente necesarios. Esto reduce el peligro de manipulación “desde dentro”.
- Contraseña
Sigue siendo un tema que se descuida con demasiada frecuencia: se deben cambiar sí o sí las combinaciones de usuario/contraseña preestablecidas y utilizar contraseñas fuertes. Especialmente importante: comprobar el cumplimiento de esta norma.
- Servicios innecesarios
Un número pequeño de servicios reduce automáticamente el número de puntos potenciales de ataque. Por lo tanto, es recomendable mirar con atención: ¿qué servicios son necesarios? ¿Cuáles pueden ser desactivados?
- Actualizaciones y parches
Pocas cosas cambian más rápidamente que el número y la naturaleza de los ciberataques. Por ello, las actualizaciones de los productos y los parches de seguridad deben instalarse cuanto antes y los contratos de mantenimiento estar siempre al día.
- Componentes de sistema actuales
Todo el mundo se alegra cuando los sistemas duran mucho tiempo y no se rompen. Pero, particularmente en cuanto a los sistemas IoT, siempre vale la pena considerar si es mejor sustituir los componentes, aunque sigan siendo completamente funcionales, por ejemplo, ante una falta de actualizaciones de seguridad. En este ámbito, ahorrar hasta el final no siempre es la estrategia correcta.
