Tribuna de opinión

Cuando existe una sensación dominante de limitación por las restricciones, es necesario apostar más que nunca por avanzar y considerar la innovación para alcanzar nuevas metas. De ahí que, por ejemplo, las soluciones que antes sólo miraban por la videovigilancia, sean ahora un motor para además impulsar ventas en el retail.

Las cámaras de seguridad, en el pasado, se demandaban con idea de prevenir robos, vigilar zona de caja y tener cierto control sobre las superficies comerciales. Actualmente, sin embargo, una red de cámaras instaladas, sirve para eso y mucho más. Estos dispositivos, además de imagen, con la tecnología inteligente disponible hoy día, nos ofrecen información y analítica de vídeo para optimizar los procesos, mejorar la experiencia de compra y aumentar las ventas. Pueden aportarnos, por ejemplo, datos sobre la edad y género de las personas que frecuentan las instalaciones. De la misma forma que podemos integrarlos para gestionar el Digital Signage, según la información que vayan reportando. Además de generarnos alertas cuando se incumplan las actuales medidas de seguridad en torno a la COVID-19, como el uso de mascarillas, detección de posibles subidas de temperatura corporal, el distanciamiento social o el control de aforo.

Los clientes repetirán muy seguramente una compra en una tienda donde han tenido muy buena experiencia, gracias a que sintieron que no les rodeaban demasiadas personas, porque el aforo estaba controlado y se generaron alertas en el momento de sobre-aforo; tuvieron una corta espera en caja, debido a que los responsables pudieron detectar rápidamente un aumento en las colas y abrieron nuevas cajas, o que los productos estaban dispuestos según sus preferencias, porque desde marketing se valoraron las analíticas de vídeo que les marcan dónde se paran más tiempo los clientes y que productos miran y finalmente escogen.

Es decir, la tecnología de vídeo nos permite, tal y como se hace en las compras online y a través de las cookies, estudiar el comportamiento de los clientes en retail y mejorar dicha experiencia. Unas herramientas con mucho potencial para los departamentos de marketing unidos a los más habituales que tienen que ver con la seguridad de las instalaciones y las personas.

Porque para que el cliente final tenga una buena experiencia, es fundamental que esté y se sienta seguro. Y en una tienda, supermercado o centro comercial, por citar algunos, se pueden originar muchas situaciones imprevisibles, tales como actos de vandalismo, agresiones, hurtos, accidentes o abandono de bolsos o mochilas. La tecnología de vídeo actual, basada en un software conectado a una cámara inteligente, puede detectar, sin necesidad del ojo humano, estas situaciones y activar alarmas.

Asimismo, las cámaras termográficas nos avisan de los cambios de temperatura, tanto en las personas como en las instalaciones. Muy útil para proteger a las personas de incendios, así como de posibles contagios.

La tecnología desarrollada en plataformas abiertas permite un sinfín de soluciones, con aplicaciones prácticamente ilimitadas, y también con innumerables formas de adaptarlas a las necesidades concretas de cada cliente.

Hoy día, una red de cámaras inteligentes, deja de ser un equipo tecnológico que sólo mira, para ser un aliado tecnológico que también detecta, discierne y reacciona, salvando vidas y ayudando a los negocios a su recuperación y desarrollo de negocio.

^(*) Italia y Malta