Nueva planta fotovoltaica de Betelgeux-Christeyns
Betelgeux-Christeyns ha dado un paso más en su compromiso con el desarrollo sostenible con la instalación de una nueva planta fotovoltaica en la cubierta de sus nuevas instalaciones del polígono Raconc, en Ador. La construcción de esta nueva planta se ha prolongado durante 12 meses y en ella se han invertido cerca de 3 millones de euros. La fábrica cuenta con 2.500 m2 destinados a almacén de logística con dos muelles de carga, una nueva zona de envasado, nuevas unidades de fabricación y depósito de almacenamiento. Estas nuevas instalaciones han permitido a Betelgeux-Christeyns aumentar su capacidad de logística y de fabricación hasta los 12 millones de kilos anuales.
La planta de red solar evitará la emisión de 22.426 kg de CO2 al año, lo que equivaldría a recorrer 136.000 km con un vehículo de consumo reducido. Con la instalación de estas placas solares se logrará cubrir la mayor parte del consumo energético del propio edificio con energía limpia. Se estima que el 81% de los kw sean de autoconsumo lo que se traduce en 80.095 kWh/año. La planta fotovoltaica está compuesta por 240 placas de 275 Wp con una potencia de 66 kw.
Al acto de inauguración, celebrado el 4 de junio, acudieron Joan Faus, alcalde en funciones de Ador, Manela Faus, la futura alcaldesa del municipio junto a miembros de la futura corporación. También estuvieron Miguel Todolí, presidente de FAES, y Ramón Soler, presidente del CES. Por parte de la empresa asistieron Enrique Orihuel, consejero delegado, Ramón Bertó, director general, Alain Bostoen, CEO de Christeyns, y Paul Bostoen, presidente de Christeyns, entre otros.
El consejero delegado de Betelgeux-Christeyns aprovechó este acto para agradecer a todos los trabajadores el esfuerzo extraordinario que han realizado en esta nueva etapa. “No hay que olvidar que en los cimientos de esta nueva fase hay mucho esfuerzo, mucho trabajo y mucha ilusión”. Orihuel recordó que hace 5 años la empresa decidió trasladarse al polígono de Ador y destacó la colaboración que siempre ha existido con el consistorio.
En los agradecimientos tuvo también unas palabras para Christeyns por “seguir confiando en el proyecto y seguir apostando por él” y subrayó la importancia de la calidad, el servicio al cliente y la innovación como señas de identidad de la empresa “con estos valores iniciamos esta nueva etapa en el desarrollo de la empresa”, argumentaba Enrique Orihuel.
Betelgeux-Christeyns instala una planta fotovoltaica que ahorrará más de 22.000 kilos de CO2 al año.
Betelgeux-Christeyns es consciente de que su actividad está supeditada al cumplimiento de los estándares de sostenibilidad y compromiso con el medioambiente tal y como se refleja en el Informe de Responsabilidad Social de la Empresa. Recientemente ha obtenido la certificación en gestión medioambiental de acuerdo con la norma ISO 14001:2015 que supone hacer compatible la eficacia de los procesos de producción con la preservación del medio ambiente, prevenir la contaminación, reducir los residuos y utilizar racionalmente los recursos en toda la cadena de valor.
Además, la empresa tiene implantada una política de vertidos cero en todas sus instalaciones por lo que todos los residuos son recogidos por un gestor que garantiza que no se produzca ningún vertido a cauces públicos ni al medio ambiente. Como firmante del Pacto Mundial de las Naciones Unidas (ONU), la empresa trata de minimizar la huella medioambiental de sus actividades a través de una gestión eficaz y compatible con la rentabilidad de la empresa. También enmarcado en esta política de sostenibilidad y dentro de los compromisos de la RSC, Betelgeux-Christeyns ha financiado la creación de un parque público con una extensión de más de 7.500 m2 en el polígono industrial donde está ubicada la empresa.
Los criterios medioambientales están también presentes en sus productos y servicios. Betelgeux-Christeyns ofrece soluciones de higiene sostenible que permiten un notable ahorro de agua, energía y tiempo como el innovador sistema de Higienización Automática de cintas (Sistema HAC-D) y el sistema de Higiene por cavitación (HPC) que utiliza la transmisión de ultrasonidos para optimizar la limpieza de elementos y utensilios.
