“Se elaborará una norma internacional sobre la resistencia de la unión de piezas híbridas de metal-plástico, que permitirá su uso en la industria automovilística y aeronáutica”

El balance global ha resultado muy positivo. Más de 200 expertos del sector de plásticos de una veintena de países han debatido sobre las actuales y futuras normas técnicas, en la reunión anual del comité técnico internacional encargado del desarrollo de normas técnicas en el sector de plásticos en el seno de la Organización Internacional de Normalización (el ISO/TC 61).

En la última sesión (conocida como Plenaria), se hizo balance de las actividades llevadas a cabo por los distintos subcomités y grupos de trabajo a lo largo de toda la semana; en total se han reunido 40 grupos de trabajo de 10 subcomités distintos y además se han organizado dos sesiones abiertas para el público en general. Se decidió avanzar en las distintas fases de publicación de, aproximadamente, 50 proyectos de norma, en diversos ámbitos de las propiedades de los plásticos, al tiempo que se acordó elaborar nuevas normas; por ejemplo, sobre la resistencia de unión de piezas híbridas de metal-plástico o la resistencia al pelado de materiales laminados.

Por parte de España se propusieron mejoras en un método de ensayo de plásticos celulares de especial importancia para el aislamiento térmico y se presentó una alternativa a un método de ensayo que permitirá conseguir un importante ahorro energético y económico en la realización del mismo. La Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) es la entidad legalmente responsable del desarrollo de las normas técnicas en España y desempeña desde hace 20 años la secretaria del subcomité 2 Propiedades Mecánicas del ISO/TC 61.

Es difícil destacar una sola entre tantas normas. Se abordan varios ámbitos de las propiedades de los plásticos, como las propiedades mecánicas (dureza, flexión, tracción o impacto, entre otros); las físico-químicas, el envejecimiento y también se normalizan los distintos tipos de materiales, tales como los plásticos celulares o los termoplásticos, así como la resistencia al fuego, entre otros. Por ejemplo, se informó de las normas proyectos de ensayo de comportamiento al fuego de los plásticos, que se están elaborando conjuntamente con la industria marítima y ferroviaria, por la especial importancia que tiene en la seguridad de los transportes.

Pese a ser poco conocidas para el gran público, las normas que elabora este comité son la base fundamental para el desarrollo de miles de productos que usamos en nuestro día a día: desde el ordenador hasta la silla de la oficina, pasando por las bolsas o la cesta de la compra, hasta los móviles y lámparas. Así, Normas como la ISO 178 de determinación de las propiedades de flexión, se citan como referencia en unas 200 normas internacionales que abarcan multitud de campos.

Cada norma tiene su objetivo particular, pero en su conjunto, la existencia de estas normas es totalmente necesaria para medir las características de cualquier producto que tenga materiales plásticos y por lo tanto contribuyen a hacer productos más seguros, resistentes, duraderos, reciclables, etc. Otro ejemplo, la Norma ISO 5659-2 de generación de humo es fundamental para el transporte marítimo y ferroviario y se cita en la reglamentación internacional de estos temas. Gracias a esta norma, los vagones de metro son más seguros.

Esos fueron los temas elegidos para las sesiones abiertas, precisamente por su interés para toda la sociedad. Las aplicaciones en las que los bioplásticos aportan características ventajosas frente a otros materiales son muchas. Y las normas son el primer eslabón de una cadena que aporta beneficios a toda la sociedad. Por ejemplo, en Barcelona se ha avanzado en normas con especial importancia ambiental, tal como los proyectos ISO 16620 de determinación del carbono biogénico (es decir no fósil, proveniente de materias primas renovables).

El papel en cuanto la eficiencia energética es similar, las normas aportan la base tecnológica para usar los plásticos de forma que nos permita ahorrar energía. Por ejemplo, en esta reunión, el laboratorio CEIS presentó un método de ensayo para medir el porcentaje en volumen de celdas cerradas y abiertas, de plásticos celulares rígidos. Esto permite, por ejemplo, que el techo de nuestra oficina se instale un material que ahorra mucha energía respecto a otras alternativas.

Las normas las elaboran Comités Técnicos en los que participan todas las partes interesadas en cada caso (fabricantes, consumidores, Administración, laboratorios, etc.). La industria y las partes interesadas son los que suelen detectar la necesidad de su elaboración. La norma pasa por distintas fases hasta que finalmente se publica. El proceso para redactar una norma se lleva a cabo de forma transparente y es promovido por una tercera parte independiente, que es AENOR. Para garantizar esa transparencia, las normas pasan por un período de disponibilidad pública, durante el cual se pueden hacer comentarios. Estas peculiaridades del proceso de elaboración de las normas hacen que éstas tengan una aplicabilidad superior a la de otro tipo de documentos.

NOTA DM: lo de la información pública en el BOE es válido solo para las UNE. He cambiado la frase para que sea aplicable a todas las normas.

Las normas son el lenguaje que hablan los mercados internacionales. Un ejemplo claro de su positiva influencia lo tenemos en los contenedores: gracias a que se estableció una norma con los requisitos que debían cumplir los mismos, hoy el 90% del transporte internacional de mercancías viaja dentro de contenedores, habiéndose reducido los costes del transporte el 35% y el tiempo, en un 84%. Además, se estima que el 80% de los productos que se comercializan en el mundo están sujetos a normas técnicas.

Las normas técnicas tienen beneficios económicos: En España suponen el 1% del PIB, la misma aportación que en Alemania.

La mayoría de las nuevas propuestas de normas se explican y defienden durante esta reunión, explicando su impacto en otras industrias, por lo que son vitales, pese a que la mayor parte del trabajo se hace a lo largo del año, gracias a las herramientas TIC. En Barcelona, por ejemplo, se aceptó iniciar los trabajos de elaboración de una nueva norma internacional sobre la resistencia de la unión de piezas híbridas de metal-plástico. Estas piezas usadas en la industria electrónica son muy ligeras y resistentes, pero la normalización de estos ensayos es necesaria para que se generalice su uso en la industria automovilística y aeronáutica. Las ventajas ambientales que se consiguen al reducir de peso y consumo de los vehículos son enormes.

El comité ISO/TC 61 se creó en el año 1947, muy poco después de la creación de ISO y actualmente celebra una reunión anual en la que se reúnen a la vez todos sus subcomités y grupos de trabajo. La elección de Barcelona se debe a que España es cada vez más un referente en la normalización internacional. Por ejemplo, el año pasado se publicó la norma internacional de Ecodiseño ISO 14006, que tuvo como referencia una norma española. Además, las normas españolas de Gestión de la Innovación están siendo la base para futuras normas europeas de I+D+i. Por otro lado, buena parte de las empresas del sector también están localizadas cerca de Barcelona y gracias al compromiso de los patrocinadores queríamos facilitarles su asistencia.

Aenor es la entidad responsable del desarrollo de las normas técnicas en España. También es la entidad líder en certificación, ya que sus certificados son los más valorados por todos los agentes económicos. Actualmente, el catálogo de normas de Aenor roza los 30.000 documentos, con soluciones importantes para las organizaciones, al alcance de todos. En España, existe un comité técnico español, el AEN/CTN 53 de plásticos y caucho, en el participan 300 expertos en la elaboración de normas. Actualmente, el catálogo de Aenor cuenta con más de 1.100 normas técnicas en vigor sobre plásticos y otras muchas de productos realizados con este material. La industria de los plásticos ha tenido tradicionalmente una fuerte vinculación con la normalización y la certificación en España y su asociación, Anaip, es miembro de Aenor desde su creación, desempeñando la secretaría el CTN 53.

Además, Aenor lleva la voz de los sectores españoles a los foros internacionales para que sea tenida en cuenta. Actualmente, los expertos españoles desempeñan 138 responsabilidades en el ámbito de la normalización internacional. La Entidad traduce las normas internacionales al español, lo que facilita el acceso a estos documentos a un mercado de 500 millones de personas en todo el mundo.