El futuro de la industria automóvil y la transformación digital

El sector automotor es un referente en lo que respecta a automatización e innovación tecnológica por su avance en los últimos años. La Industria 4.0 ha permitido mejorar y flexibilizar el 100% de las líneas de producción y, por tanto, ofrecer mejores productos al mercado. El resultado: ahorro de costes y mayor productividad.

Sin embargo, aunque el ritmo vertiginoso del avance tecnológico haga parecer que poco queda por hacer para innovar, expertos aseguran que la transformación digital acaba de comenzar. El nuevo paradigma del sector automotor coincide en un punto: el coche del futuro es eléctrico y autónomo. ¿Cómo afectará esto a los fabricantes?

De acuerdo a un informe de PWC España, “el 95% de los coches nuevos que se matriculen en 2030 serán eléctricos (55%) o híbridos (40%)”. Las nuevas necesidades de los consumidores del sector automoción, las regulaciones y la constante transformación del mercado, llevan a los fabricantes a mantener un alto nivel de exigencia que solo se puede sostener con innovación tecnológica.

Los cambios, que son consecuencia de todos esos factores, repercuten principalmente en dos niveles:

Para el usuario

• La tendencia a la movilidad eléctrica.
• A diferencia de generaciones anteriores, el cliente actual es más fiel a valores intangibles que a una marca. Confort, valores, flexibilidad, aspectos que los fabricantes no deberían ignorar.
• Sustentabilidad: el interés por el cuidado del medioambiente cada vez presiona más a la industria a renovarse, desde procesos de producción hasta una propuesta ecológica que logre satisfacer al cliente.

Para la fábrica

• Los datos y sus históricos tomarán cada vez más relevancia para el análisis estratégico. Para ello, la captación de imágenes y la automatización de todos los procesos, incluso el de toma de decisiones.
• La toma de decisiones se centra en brindar la mejor experiencia posible al cliente.
• Eficiencia energética: ahorro de recursos mediante sistemas automatizados y continuos.

La industria del automóvil forma parte de una amplia cadena de valor, en la cual el fabricante es eslabón principal: es el punto de inflexión entre la satisfacción y seguridad del cliente final.

La visión artificial es uno de los sistemas clave para lograr una transformación tecnológica viable y eficaz, que asegure a los fabricantes un producto sin fallos y al menor coste posible. La captación, analítica y procesamiento de datos en tiempo real se produce mediante sistemas de análisis de imágenes, que serán procesados para que después, la propia máquina automatizada, tome decisiones sobre la línea de montaje.

Gracias a los sistemas de control de calidad en el sector del automóvil es posible realizar inspecciones en la fabricación y el ensamblaje de todas las piezas de un vehículo, y detectar así defectos de estampación, mecanizado, presencia de componentes, calidad de pintura, metrología entre las piezas de la carrocería o alineamiento de las puertas.

Es seguro que, independientemente del motivo, los fabricantes deben aprovechar todas las ventajas de las nuevas tecnologías y operaciones de producción.

La evolución de la industria en los últimos años se vio envuelta por el avance tecnológico, la automatización de procesos y la reestructuración de tareas. Las actividades básicas que antes eran efectuadas por operarios, de forma manual y reiterada, han ido evolucionando para transformarse en tareas automatizadas y eficientes.