GeoNovatek consolida y recalza la cimentación de varias cocheras en unas viviendas adosadas

Las filtraciones de agua dentro del terreno son un fenómeno habitual que puede repercutir de forma severa en la estructura de un edificio, sobre todo, si dichas filtraciones se producen en repetidas ocasiones. Y así sucedió en un caso resuelto con éxito por parte de GeoNovatek, ya que la compañía tuvo que consolidar y recalzar la cimentación de varias cocheras en unas viviendas adosadas localizadas en La Puebla de Alfindén, Zaragoza, debido a varias filtraciones de agua relevantes a lo largo de los años.

En este sentido, dichas viviendas sufrieron filtraciones como consecuencia de la rotura de la tubería general de agua potable en dos ocasiones, durante los años 2008 y 2014. Tras esto, pocos años después, en 2018, volvieron a vivir un percance similar debido al atasco de la tubería de saneamiento que atraviesa una de las viviendas afectadas. En las tres ocasiones se reparó la tubería, aunque las repetidas filtraciones de agua ya habían causado estragos en la estructura produciendo asentamientos del terreno en varias casas, originando importantes grietas en suelo y paredes de las edificaciones afectadas.

Ante esta situación, propiciada por una serie de filtraciones de agua acontecidas de forma independiente a lo largo de los años, GeoNovatek decidió realizar una doble intervención en las tres viviendas afectadas: consolidación del terreno mediante resinas expansivas y recalce de la cimentación con micropilotes. Para consolidar el terreno se utiliza la resina HDR300, con el objetivo de incrementar la capacidad portante del suelo bajo la cimentación, además de rellenar los huecos y microvacíos que pudiera haber. En este caso, se realizaron 38 inyecciones en total bajo las cocheras de las tres casas.

Esta técnica se inicia llevando a cabo varias perforaciones de entre 10 y 26 mm de diámetro, que atraviesan la losa. A continuación, se insertan varias cánulas metálicas en cada una de las perforaciones, en las que a su vez se realizan las inyecciones de resina HDR300 justo debajo del plano de apoyo de la losa, expandiéndose hasta llegar a un estado sólido debido a una reacción química. Una vez que se solidifica, la resina rellena todas las oquedades y crea un estrato entre el terreno y la cimentación de elevada resistencia a la compresión.

Tras la consolidación del terreno se procedió al recalce de la cimentación de las tres viviendas, para lograr la transferencia de parte de la carga de la estructura hasta estratos de mayor resistencia y profundidad, instalando para ello 41 micropilotes bajo el terreno de cada una. Esta complicada intervención se pone en marcha efectuando varias perforaciones de 64 mm de diámetro, que atraviesan verticalmente la zapata.

A continuación, en estas perforaciones se introducen los micropilotes MP/60 por presión continua, evitando las excavaciones, empleando como contrapeso, la propia estructura, mediante punto de enganche para el pistón hidráulico con los adecuados pernos de anclaje. Los elementos que configuran el micropilote se introducen uno tras otro, uniéndolos entre sí con un manguito roscado macizo.

Cuando el micropilote encuentra una formación que le permita resistir la fuerza de hincado previamente especificada, el pistón se desengancha y el micropilote se ancla a la cimentación a través de un mortero especial de anclaje.