Federico Beccherle es el director general de GeoNovatek, empresa referente en el sector del recalce de cimentaciones y la consolidación del terreno

Con motivo del 20 aniversario de GeoNovatek desde su nacimiento en España, Federico Beccherle, director general de la compañía, empresa referente en el sector del recalce de cimentaciones y la consolidación del terreno, expone su visión sobre el mercado y la experiencia de GeoNovatek en nuestro país.

Es un aniversario muy importante para nosotros. Estamos muy felices de haber llegado hasta aquí. Y para mí, personalmente, también han sido años en los que ha pasado de todo. Recuerdo que ha habido años difíciles, pero siempre un crecimiento constante, tanto en productividad como en experiencia. Así que estos 20 años son el resultado del esfuerzo de todos los años anteriores. No hemos llegado al final, sino que esto es una nueva oportunidad en la que nos vamos a apoyar para seguir creciendo.

La empresa en sus inicios se movía en un contexto mucho más volátil de lo que es ahora. Había mucho volumen de trabajo, pero a la vez había bastante menos calidad en el desarrollo de esos trabajos. Estamos hablando de los años anteriores a la gran recesión.

Después de eso, vinieron los años de la recesión o de la purga, según como se quiera llamar. Y eso ha hecho reflexionar a muchos, para que se replantearan las cosas y se empezara a trabajar con un poco más de rigor. Uno de los cambios principales, por aquel entonces, fue la publicación del Código Técnico de la Construcción en 2006. Gracias a esto, se sentaron las bases para una construcción un poco más segura. Respecto a nuestro sector, se estableció que cuando se construye un edificio nuevo es obligatorio hacer primero un estudio geotécnico. Al contar siempre con datos del terreno, se construye de una manera más segura, propiciando que los edificios tengan menos probabilidad de sufrir problemas de cimentación.

En aquel entonces éramos prácticamente los únicos que ofrecíamos el tipo de servicio que realizamos. Había bastante escepticismo en el mercado, porque la mayoría de los clientes no se pensaban que se pudiera obtener los resultados que ofrecíamos con esos sistemas. A lo largo de los años han llegado empresas competidoras y eso ha sido beneficioso porque nos han ayudado a difundir el mensaje y las soluciones. Esto ha provocado que el mercado, con el tiempo, se hiciera más receptivo a esas soluciones. Y, de hecho, hoy en día es mucho más fácil vender nuestros sistemas porque son mucho más conocidos. En la actualidad hay mucho trabajo, pero se está haciendo diferente a como se hizo en 2005, 2006, 2007 y 2008.

El mercado español todavía tiene potencial de crecimiento. Cada día nos llama más gente y cada día hacemos más obras. La empresa está en crecimiento. Entonces creo que todavía hay potencial para llegar a tener resultados todavía mejores. Pero, además de eso, a corto plazo o al menos dentro de esta compañía, estamos intentando mirar también a mercados cercanos, pero que no son el nacional. Al estar presente en otros mercados, vamos a tener más oportunidades de trabajo, pero también vamos a disminuir el riesgo de estancamiento en caso de depresiones puntuales en el mercado local.

De cara al futuro, creo que el sector público también va a aumentar la demanda hacia estos sistemas, ya que nos cruzamos a diario con técnicos de la administración que están acostumbrados a hacer trabajos de la manera convencional, haciendo inyecciones de cemento o micropilotes convencionales. Y cuando conseguimos que hagan un trabajo con estos sistemas, ellos mismos quedan impresionados y satisfechos. Entonces, pues, creo que no solo en el sector privado, que es donde más nos movemos, sino también en el sector público vamos a tener mejorías.

Respecto a GeoNovatek estamos estudiando soluciones muy interesantes que saldrán al mercado más adelante, que van a hacer que podamos hacer mejor nuestro trabajo y hacer algunos otros que hasta ahora o no se podían hacer o no lo podíamos hacer nosotros mismos. Por ejemplo: estamos estudiando sistemas para implementar la geotermia dentro de los micropilotes metálicos que hacemos en el terreno. Otro desarrollo tiene que ver con la compactación mecánica del terreno por medio de sistemas hidráulicos. Estas innovaciones creo que marcarán un antes y un después en el mundo de la consolidación.

Por lo tanto, con un mercado receptivo y con un buen trabajo de los compañeros de investigación, podemos llegar a tener mejores soluciones para nuestros clientes.

Nos pasa a menudo que cuando una constructora termina una promoción, a veces tiene algún pequeño fallo en el momento de la entrega. Uno de los últimos fue una promoción que estaba en Boadilla del Monte, que eran unos chalés adosados con sótano, además de tener un jardín interno sobre el que había puesto una solera, una terraza. Pues en todos se le hundió la terraza.

Hay que destacar que algunas de estas casas ya estaban habitadas, mientras que otras seguían a la venta. Nuestra solución les vino muy bien, porque de una manera rápida y muy poco invasiva afianzamos todas estas terrazas. Los propietarios quedaron satisfechos, al igual que la constructora, ya que volvió a sacar a la venta en las mejores condiciones las viviendas que aún quedaban por vender.

Lo que se está construyendo en estos últimos años no tiene grandes problemas, pero en cambio hay bastantes edificios que no son recientes, lo que propicia que necesiten un mantenimiento continuo. Eso no significa que los edificios nuevos no se muevan, porque nada es perfecto, sino que las probabilidades son menores, pero muchas veces nos pasa que vamos a visitar edificios que todavía están en fase de construcción y ya presentan problemas, como el asiento del terreno por la rotura de una tubería, por ejemplo. Y en ese caso te puedes imaginar que la prisa del cliente es máxima, ya que tiene la obra parada y la quiere retomar lo antes posible.

Según un informe elaborado por una compañía de seguros sobre las principales causas de reclamaciones decenales, las grietas por asiento diferencial estaban en tercer lugar, lo que significa que es algo muy común.

Las deficiencias graves hay que ver cómo las podemos presentar, porque si hay una deficiencia grave todo el mundo se va a dar cuenta. Si de repente se empiezan a abrir grietas por todos lados o se viene abajo una pared, este tipo de problemas llaman la atención. Pero yo creo que las deficiencias más graves son los daños estructurales. Por ejemplo, una viga que se rompe, un pilar que se comprime…

En nuestro caso, lo más grave que puede pasar es que se produzca un colapso. Esto ocurre cuando tienes un determinado tipo de terreno que se denomina colapsable que, generalmente, está bien hasta que no haya un aporte exagerado de agua en poco tiempo. Si circula mucha agua en un terreno colapsable se produce un colapso. Y si esto ocurre, un edificio se puede venir abajo en cuestión de horas. Eso es lo más grave que puede pasar.

De hecho, en Murcia tuvimos que intervenir por esta causa en un bloque de viviendas. Se rompió una tubería de abastecimiento de agua por la noche y pudieron parar la fuga a las pocas horas, pero el edificio se tuvo que desalojar de inmediato, quedando así hasta que llegamos nosotros. Lo solucionamos, rehabilitaron el edificio y los propietarios volvieron a sus casas.

Para poder tomar buenas decisiones hay que estudiar bien el problema y, para ello, falta la recopilación de datos objetivos y experiencia. Si ya tienen experiencia, fenomenal, pero si quieren apoyarse con algún especialista con mucha experiencia, GeoNovatek les puede brindar la colaboración que necesitan. Contamos con técnicos en todo el territorio nacional con dilatada experiencia. Nuestras visitas son gratuitas y sin ningún compromiso. Y como vemos edificios con grietas a diario, podemos ayudar y dar una opinión sobre cualquier tipo de estructura de la que se tenga duda sobre su estabilidad.

En proyectos de arquitectura utilizamos tanto inyecciones de resina como micropilotes especialmente. Aparte, tenemos unos accesorios que vienen muy bien siempre que estamos trabajando en obra nueva. Estos accesorios son las camisas, que consisten en unas tuberías metálicas que dejamos introducidas dentro de la cimentación durante la fase de encofrado.

Una vez que la cimentación está fraguada podemos meter los micropilotes dentro de esos tubos, para que se unan a la cimentación. Esto hace que las intervenciones sean bastante más baratas, pero, sobre todo, muchísimo más rápidas.