Radiografía económica del medio ambiente en España

Tras realizar varios informes de la situación del sector del medio ambiente en el ámbito catalán, la Fundación Fórum Ambiental ha ampliado su área de análisis, realizando el primer Estudio del Sector Económico del Medio Ambiente en España. Una tarea nada sencilla para la que ha analizado 2.322 empresas de las 7.780 que aproximadamente conforman el sector en cinco de sus vertientes: ciclo del agua, energía, gestión de residuos, consultoría-ingeniería y sensibilización- investigación.

Para gozar de una buena fiabilidad en los datos, además de contar con la colaboración de un panel de expertos, en el estudio se han contemplado las cuentas depositadas por las compañías en el Registro Mercantil, por lo que el análisis se cierra en el año 2010. Al no existir un CNAE exclusivo para el sector del medio ambiente, en este estudio se ha trabajado bajo la siguiente definición del mismo: “Definimos el sector económico del medio ambiente como el conjunto de empresas y de actividades económicas dedicadas a la prevención (ante), a la mitigación (durante) y/o la corrección (post) de los problemas creados a los sistemas naturales por las actividades humanas”.

Del directorio manejado en el análisis, la mayoría de las sociedades corresponden al sector de la Energía (33,1%) y a la Gestión de residuos (30,5%), seguidas de las empresas de Consultoría e Ingeniería (18,0%), del Ciclo del agua (16,5%) y de Sensibilización e Investigación (1,9%). La forma jurídica de las empresas mayoritariamente consultadas ha sido la de Sociedad Anónima (80,9%) y en cuanto al origen de las mismas, la mayor parte tiene su sede en Cataluña (19,5%), Andalucía (13,3%), Madrid (13,3%) y Comunidad Valenciana (12,2%).

Según el estudio de la Fundación Fórum Ambiental, el sector del medio ambiente en España facturó en 2010 40.355 millones de euros, registrando una mínima disminución respecto al 2009 (40.405 millones de euros). El máximo se registró un año antes, en 2008, con una cifra total de ventas de 46.608 millones de euros, más del doble de lo que facturó apenas tres años antes (19.942 millones de euros).

Este crecimiento fue desigual por subsectores, habiendo sido liderado por la Energía (índice de 256 en 2008 respecto al valor base 100 de 2005), seguido por Gestión de residuos (234 sobre los 100 de 2005), Consultoría e Ingeniería (219 sobre 100), Ciclo del agua (207 sobre 100) y Sensibilización e Investigación (195 sobre 100).

La evolución de los activos de cada uno de estos subsectores, aún siendo también muy notable, no ha sido tan fuerte como el de la facturación, salvo en el caso de la Sensibilización e Investigación, que en 2008 ya había más que triplicado los registros de 2005. Lamentablemente desde ese registro récord las inversiones en este apartado han decrecido de forma muy importante, lo que infunde preocupación de cara a su incidencia en el futuro del sector.

El estudio también contempla una comparativa de la evolución seguida por la facturación y los activos de las empresas del sector medioambiental en España respecto a las incluidas en el Ibex35, concluyéndose en ambos casos que el crecimiento de las primeras fue superior al de las segundas hasta el año 2009.

En esta parte del estudio, también se analiza el incremento experimentado en la participación del sector ambiental en el PIB español, pasando del 2,2% que registraba en 2005 al 3,6% del 2010, logrando su pico en 2008 con un 3,8%.

Según los datos del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), manejados por este estudio, en 2009 el sector verde contemplaba un volumen de empleo de 530.947 trabajadores, de los que 140.343 correspondían a la Gestión y tratamiento de residuos y 109.368 a las Energías renovables.

Si se dejan al margen algunos subsectores que no se incluyeron en un estudio del Ministerio de Medio Ambiente de 1998, y se contempla por ello una cifra de empleo verde en 2009 algo inferior, de 477.539 trabajadores, la comparativa arroja que en esos doce años, el sector creó 324.868 empleos nuevos, es decir un 212%, con evoluciones realmente extraordinarias como la registrada por las energías renovables que en 1998 apenas daban trabajo a 3.522 personas mientras que en 2009 eran 109.368 las que trabajaban en esta actividad. También sobresale el incremento experimentado por educación e información ambiental, pasando su número de empleados de los 900 de 1998 a los 7.871 de 2009.

En el lado opuesto, se encuentran los subsectores público ambiental y de gestión de zonas forestales que en esos doce años tuvieron crecimientos del 23% y del 41% respectivamente en su volumen de empleo.

En cuanto al perfil profesional de los empleados del sector verde destaca que hay un mayor porcentaje de trabajadores con estudios universitarios y de FP que en la media de la economía española.

De cara al futuro, las perspectivas más positivas están en el subsector de la energía ya que, de cumplirse el objetivo de la UE de llegar en 2020 al 20% en renovables, se podrían crear cerca de 2,8 millones de empleos.

Por último, en este apartado, en el estudio se recoge que la empresa tipo del sector medio ambiente en España en 2010 contaba con una plantilla de 43 empleados y con una facturación media de 5,1 millones de euros.

En el estudio también se recogen las principales debilidades, devidilidades, fortalezas y oportunidades del sector del medio ambiente en España. Entre las amenazas destaca la mínima internacionalización que se ha logrado hasta ahora ya que el 90% de las ventas que realizan estas empresas se dan hoy en nuestro país. Además, denota una alta dependencia de la contratación pública, lo que está provocando que el sector se vea muy afectado por los recortes en los presupuestos de las diferentes administraciones.

Entre las debilidades, en el estudio también se habla de un sistema de I+D insuficiente (patentes y proyectos no ajustados a la demanda empresarial); una demanda de perfiles profesionales cualificados que crece más rápidamente que los graduados (unido a una oferta insuficiente de especializaciones); una falta de cultura de cooperación entre empresas que dificulta el desarrollo de clusters y la internacionalización; una ausencia de tejido local autóctono de pymes con base tecnológica que pueda acompañar a las empresas españolas en los mercados globales; una falta de instrumentos para gestionar y reducir riesgos que dificulta el desarrollo de empresas innovadoras; y la falta de imagen, de una identidad clara de las soluciones españolas para competir en el exterior.

En el apartado de amenazas, sin duda las más importantes residen en el ajuste financiero y a la ausencia de crédito que afecta a todo el sector. Y más concretamente el sector de las energías renovables está claramente afectado por la supresión de los incentivos fiscales.

A todo ello hay que sumar una ausencia de política ambiental a largo plazo orientada a crear valor socioeconómico, la pérdida de posiciones relativas en los mercados globales, la pérdida de empleo principalmente en pymes dedicadas a la ingeniería, consultoría, educación e información ambiental, y el riesgo de crear un modelo ambiental poco eficiente y caro por retrasarnos en la evolución tecnológica.

Para afrontar estos desafíos, en el estudio también se describen varias fortalezas del sector medioambiental español, entre las que destacan la ya existencia de empresas españolas de primer nivel fuertemente internacionalizadas, el contar con un modelo avanzado en áreas con infraestructuras de primer nivel en determinados nichos tecnológicos, el éxito experimentado en algunos modelos de colaboración pública-privada, el tener ya centros tecnológicos y universidades con una amplia experiencia y capacitación; y el disfrutar de una situación geográfica, de unos condicionantes climatológicos y de unos elementos culturales que colocan a España en una posición de partida claramente competitiva en determinadas tecnologías.

- Los ingresos en tecnologías verdes a nivel mundial crecerán más del doble en el periodo 2008-2020 hasta alcanzar un volumen de 3,1 billones de euros.

- Los objetivos del paquete Energía y Clima de la UE, junto con la Directiva de Residuos, Agua y la Hoja de Ruta sobre la Eficiencia de los recursos sitúan un escenario que movilizará recursos económicos e instrumentos de mercado para alcanzar los objetivos (subastas de derechos de emisión, fondos de carbono, programa LIFE 2014-2018 de la UE, etc.).

- La mayoría de empresas en la industria de las tecnologías medioambientales son empresas con ingresos inferiores a 10 millones de euros (modelo alemán).

- Alrededor del 90% de la cadena de valor de las empresas medioambientales está en el propio país (modelo alemán).

- La UE creará 2,8 millones de empleos hasta 2020 si se cumple el objetivo del 20% de energía renovable, además de una demanda creciente de empleo especializado.

- Algunos de los mercados con mayor potencial de crecimiento son culturalmente próximos.

- La crisis global, la crisis energética y de materias primas suponen un desafío ético, tecnológico y económico que obliga a ir a un modelo más sostenible.

El estudio también profundiza en el denominado ‘Green Tech Made in Germany’ como un claro caso de éxito en el sector del medio ambiente, que ha permitido a las empresas alemanas liderar muchos de los subsectores a nivel mundial (cuotas de mercado del 30%, 25%, 20%, 10%, 8% y 5% en generación de energía, gestión de residuos, movilidad sostenible, eficiencia energética, eficiencia de materiales y gestión sostenible del agua, respectivamente).

Para llegar a estos porcentajes, ha sido clave la apuesta del Gobierno alemán por la I+D con incrementos anuales de la inversiones en esta partida del 6% desde el año 2002. Eso ha supuesto, entre otras cosas, un aumento de las patentes del 17% en el periodo 2004-2007.

Además, en Alemania se han creado otros factores de competitividad notables como la apertura de estudios específicos en tecnologías ambientales, el impulso de clusters regionales o la configuración de políticas ambientales y económicas favorables. Todo ello respaldado por una fuerte vocación internacional, puesta de manifiesto, por ejemplo, en que las empresas alemanas con más de 50 millones de euros de facturación obtienen el 55% de sus ingresos fuera de Alemania.

Esto hace que en ya 2008, el sector del medio ambiente en Alemania absorbiera más de 1,8 millones de empleados y que supusiera cerca del 8% del PIB. Y de cara al futuro la tendencia parece que va a seguir ya que el objetivo pasa por llegar en 2020 al 14% del PIB.

La presentación del estudio concluyó con el repaso a una serie de ideas que propone la Fundación Fórum Ambiental para que el sector medioambiental español gane en competitividad.

- Incorporar la visión del sector como una industria del conocimiento con un potencial muy alto para generar valor añadido y empleo.

- Integrar las políticas ambientales con políticas de innovación, económicas y de competitividad, de empleo, de inversión y de “localización” para generar una política industrial verde.

- Favorecer un clima adecuado para empresas y empresarios innovadores, creando un entorno específico estable, coherente y entusiasta, con objetivos a medio y largo plazo que elimine barreras y reconozca a las empresas más dinámicas.

- Potenciar el papel fundamental de las administraciones públicas en la demanda de soluciones innovadoras y, en este sentido, implantar formas de contratación pública que favorezcan la innovación, así como integrar ésta en la planificación pública.

- Fomentar la cooperación trilateral entre universidades-centros tecnológicos, empresas y administraciones públicas mediante la creación de nuevas estructuras y el desarrollo de instrumentos especializados.

- Potenciar la creación de tejido industrial tecnológico centrado fundamentalmente en pymes con capacidad de exportación.

- Aumentar la internacionalización de las empresas favoreciendo la creación de clústeres y otras formas de cooperación que aprovechen el efecto tractor de las grandes empresas españolas.

- Aprovechar la presencia de las oficinas económicas, institutos de comercio, agencias de desarrollo, etc. de la acción exterior española en los mercados globales para vender la imagen de nuestras soluciones bajo la marca ‘GreenTech made in Spain’.