RESPIRAR UN AIRE MÁS LIMPIO, UN RETO COMPARTIDO.
Recordando las palabras de la libanesa Najat Saliba, química analítica y atmosférica, premio L’Oréal- UNESCO for Women in Sciencies en una publicación reciente, donde advierte que “Vamos a morir de la contaminación ambiental si no actuamos, se han subestimado las consecuencias de la polución”.
Sin querer ser alarmistas, las principales causas asociadas a muerte por contaminación tienen que ver con problemas cardiovasculares, problemas respiratorios, cáncer…, pero también se han encontrado ahora relación con la obesidad, el Alzhéimer y otras enfermedades neurológicas.
En una entrevista concedida al diario El País, destacaba su lucha contra la injusticia medioambiental y la desigualdad de sus consecuencias, sobre todo en las emisiones atmosféricas y la necesidad de los países desarrollados en entender el valor de regular dichas emisiones.
La ciencia en este tema aún no se ha puesto al día, apenas estamos empezando a entender bien la relación entre la contaminación del aire y la salud, se necesitan muchos años de investigación, pero lo cierto es que se avanza en el descubrimiento de enfermedades emergentes con una incidencia directamente proporcional al aumento de la degradación del medioambiente, y aparecen problemas de salud que hace 100 años no se hubieran podido relacionar.
Si echamos la vista atrás y según informes europeos, en el conjunto de la UE desde la década de los 90 la aplicación de políticas y avances tecnológicos para reducir los efectos de la contaminación han dado sus frutos en términos de mejora. Sin embargo, las cifras que maneja la Agencia Europea del Medio Ambiente y la OMS siguen siendo escalofriantes en términos de muertes prematuras y posibles incrementos futuros.
Coral Robles Lucas Consejera Delegada de LABAQUA SAU, sociedad que pertenece a SUEZ Spain
Publicado en: FuturENVIRO Nº 64 Octubre 2019