Recyclia confía en que el impulso al vehículo eléctrico con fondos europeos refuerce la capacidad de reciclaje de baterías de nuestro país
Recyclia acoge positivamente este proyecto estratégico recogido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno. La entidad, pionera en nuestro país en el tratamiento de estos residuos, apunta que su reciclaje aumentó un 136% en 2020
Recyclia ha acogido positivamente el proyecto estratégico de impulso al vehículo eléctrico recogido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobado esta semana por el Gobierno, y confía en que la inyección de fondos europeos en la cadena de valor de este sector crítico contemple también a un subsector deficitario en nuestro país como la gestión ambiental de las baterías empleadas por estos.
A juicio de la entidad, que es pionera en nuestro país en la gestión de este tipo de residuos y que registró un crecimiento de recogida del 136% en 2020, invertir en incrementar la capacidad y reutilización de estos residuos permitiría cimentar una actividad con un potencial importante de creación de empleo de calidad, dada la magnitud que este flujo de residuos alcanzará en los próximos años.
Según Recyclia, apoyar esta actividad contribuiría, además, a solucionar la deficiencia de mercado que supone para nuestro país no disponer de ninguna planta dedicada al reciclaje de baterías de coches eléctricos e híbridos, así como de otros vehículos de movilidad personal como patinetes, bicicletas y motos eléctricas; y aportaría, a su juicio, un importante valor añadido al sector de la movilidad eléctrica al reducir los costes de la gestión ambiental evitando su traslado a otros países.
A este respecto y según Recyclia, la no necesidad de estos traslados supondría una notable reducción de emisiones de CO2 que se añadiría a las más de 450.000 toneladas que el Gobierno ha calculado se evitarían si España alcanza la cifra prevista en el plan de choque de 250.000 vehículos eléctricos en circulación en 2023.
Según José Pérez, consejero delegado de Recyclia, “el plan para impulsar la movilidad sostenible supone una oportunidad sin precedentes para que nuestro país dé un salto en cuanto a desarrollo e innovación de baterías de vehículo eléctrico, lo cual pasa también por reforzar la infraestructura de reciclaje y reutilización y estar preparados para cerrar el círculo de un componente en constante evolución tecnológica y de un flujo de residuos en crecimiento”.
Un mercado y un flujo de residuos en crecimiento
Cabe señalar que, según datos de Recyclia, las baterías de vehículos eléctricos e híbridos son un tipo de residuo aún escaso, dado que tienen una vida útil media de entre 6 y 8 años y las ventas comenzaron a despuntar en 2013. No obstante, la entidad medioambiental, dedicada a la recogida selectiva de este tipo de residuos a través de la fundación Ecopilas, registra una tendencia de crecimiento tanto del porcentaje de baterías puestas en el mercado como de las recicladas.
En concreto, Recyclia ha registrado un 59% y un 23% más de baterías de este tipo puestas en el mercado en 2019 y 2020, respectivamente. Por su parte, las baterías recicladas aumentaron un 500% en 2019 y un 136% en 2020, respecto a los años anteriores.
Por último, el año pasado se matricularon un total de 20.156 vehículos eléctricos, lo que representa un crecimiento del 64%, respecto a 2019, según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC). En relación con este año, el VI Foro Nissan prevé que las ventas de estos automóviles alcancen una cuota de mercado del 6%, lo que supondría matricular aproximadamente 60.000 unidades y un incremento de las ventas del 40%, respecto a 2020.