La industria química española incrementó un 160 por ciento sus inversiones en medio ambiente entre 1993 y 2003

Las inversiones y gastos dedicados por las empresas adheridas al programa “Compromiso de Progreso desde que se implantara en España, se han incrementado en un 159 por ciento desde 1993, llegando a alcanzar los 207 millones de euros en 2003. Asimismo, en estos diez años, estas mismas empresas redujeron sus emisiones en un 52 por ciento y sus vertidos en un 82 por ciento por cada unidad producida, según recoge el sexto Informe de Indicadores de Compromiso de Progreso, presentado por Feique, la Federación Empresarial de la Industria Química Española.

En opinión de Feique, la Industria Química constituye hoy el sector que mayores recursos dedica a proteger el medio ambiente, al aglutinar la quinta parte de todas las inversiones y gastos que a este área se dedican en España.

En cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero, la industria química, a pesar de haber duplicado su producción, ha sido el único sector que ha disminuido la generación de este tipo de contaminación entre 1990 y 2002. Este descenso del 4,24 por ciento contrasta con el incremento de casi el 40 por ciento que se ha producido en España en el mismo periodo. Según el último inventario de Emisiones de GEI del Ministerio de Medio Ambiente, las emisiones totales generadas por el sector químico suponen únicamente el 2,84 por ciento del total de las emisiones generadas en España.

Por otra parte, la industria química ha dedicado grandes esfuerzos en mejorar la eficiencia energética para compensar los crecimientos en producción con un ahorro medio en el consumo por tonelada producida de un 13 por ciento respecto a 1993. Paralelamente, la producción de energía eléctrica por parte de las empresas adheridas al Programa se ha cuadruplicado en la última década gracias al fomento de las instalaciones de cogeneración, más ecoeficientes que las centrales convencionales. Asimismo, las empresas también han logrado reducir el consumo de agua a la mitad en los últimos diez años.

Respecto a la Seguridad y la Salud en el Trabajo, las compañías adheridas han aumentado sus inversiones y gastos en seguridad en un 113 por ciento desde 1993. Fruto de estas inversiones y de las estrictas políticas de seguridad y los planes de formación desarrollados por las empresas, el Índice de Frecuencia de Accidentes (número de accidentes con baja por cada millón de horas trabajadas), ha descendido en un 45 por ciento en los últimos diez años de forma que hoy las empresas registran un índice de siniestralidad seis veces menor que la media industrial, e incluso que otras ramas de actividad aparentemente más seguras como el sector servicios, la Administración Pública o la Educación.