Descarbonización y competitividad: la oportunidad de los gases renovables en España
Por otro lado, la Comisión ha dado pasos significativos para reforzar la capacidad industrial europea en tecnologías críticas para la transición, como electrolizadores, turbinas eólicas y paneles solares. Este enfoque busca consolidar la autonomía industrial del continente y fomentar una mayor producción local, reduciendo la dependencia de proveedores externos. Al mismo tiempo, se ha destacado la importancia de un marco regulatorio ágil que promueva la competitividad en un mercado global exigente. Esta estrategia de equilibrio entre sostenibilidad y competitividad posiciona a Europa como un líder global en innovación energética, al tiempo que crea oportunidades económicas significativas para sus industrias y trabajadores.
El protagonismo de los gases renovables, con el biometano y el hidrógeno renovable como pilares clave, ha marcado un punto de inflexión en 2024. Estas tecnologías han emergido como soluciones estratégicas no solo para avanzar en los objetivos de descarbonización, sino también para diversificar y fortalecer el mix energético. En un contexto donde la sostenibilidad se ha convertido en un imperativo global, el biometano y el hidrógeno renovable ofrecen una alternativa eficiente y rentable para sectores difíciles de descarbonizar, como la industria termointensiva y el transporte pesado por carretera y el marítimo. Además, su capacidad para integrarse en las infraestructuras gasistas existentes minimiza las inversiones adicionales, facilitando su implementación y ampliando su impacto.
El biometano ha continuado ganando protagonismo como una herramienta esencial para la descarbonización. España cuenta con un potencial de producción de 163 TWh/año, suficiente para cubrir el 50% de la demanda nacional de gas natural. Este recurso renovable no solo contribuye a la reducción de emisiones, sino que también impulsa la economía circular y la revitalización de las zonas rurales. Sin embargo, el PNIEC ha establecido un objetivo de producción de solo 20 TWh/año de biogás para 2030, lo que refleja una falta de ambición en comparación con el potencial identificado por el sector.
Desde Sedigas, hemos insistido en la necesidad de superar las barreras regulatorias y de inversión que limitan el desarrollo del biometano. Su implementación no solo permitiría reducir la dependencia energética de España, sino que también generaría hasta 62.000 empleos y movilizaría inversiones por valor de 40.500 millones de euros. Además, su uso contribuiría a evitar la emisión de 83 millones de toneladas de metano a la atmósfera, reforzando así los objetivos climáticos y ambientales del país.
El hidrógeno renovable ha experimentado un avance significativo en 2024. La actualización del PNIEC ha incrementado el objetivo de capacidad instalada de electrolizadores de 4 GW a 12 GW, consolidando a España como líder en esta tecnología. El estudio CavendisH2, promovido por Sedigas, ha demostrado la viabilidad técnica de la red gasista española para integrar hasta un 20% de hidrógeno renovable con inversiones razonables. Este desarrollo refuerza la posición de España como un actor estratégico en la adopción de tecnologías de hidrógeno y gases renovables.
España y Europa enfrentan importantes desafíos y oportunidades en la transición energética. La implementación efectiva de los objetivos del PNIEC será crucial para alcanzar las metas de descarbonización. Esto requerirá un enfoque equilibrado que priorice la neutralidad tecnológica y aproveche el potencial de todas las soluciones renovables, incluyendo el biometano, el hidrógeno renovable, el CO2 biogénico y otros gases sintéticos.
La colaboración entre gobiernos, empresas y sociedad civil será esencial para superar las barreras administrativas, garantizar la viabilidad económica de las nuevas tecnologías y promover una economía circular sólida. Además, será clave mantener el impulso inversor y desarrollar marcos regulatorios claros que fortalezcan la confianza en el sector energético.
El camino hacia un futuro energético más sostenible requiere determinación, ambición y trabajo conjunto. A medida que avanzamos hacia 2025, confiamos en que los esfuerzos compartidos permitirán superar los desafíos actuales y aprovechar las oportunidades que ofrece la transición energética. Con visión y compromiso, España puede consolidarse como un referente en la lucha contra el cambio climático y en la construcción de un sistema energético descarbonizado más seguro, competitivo y justo para todos.
"Más allá de los beneficios medioambientales, el desarrollo de los gases renovables se presenta como un motor de transformación económica, especialmente en las áreas rurales"