Entrevista a Luis Palomino, presidente de la comisión de economía circular de Expoquimia, Equiplast y Eurosurfas
Ingeniero agrónomo por la Universidad Politécnica de Madrid y máster en Ingeniería y Gestión Ambiental por la Escuela de Organización Industrial, Luis Palomino es secretario general de la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales (Asegre) desde hace 15 años. La asociación cuenta entre sus 41 miembros a compañías como FCC, Ferrovial, Suez, o Veolia, que gestionan anualmente cinco millones de toneladas de residuos industriales.
Palomino preside la comisión de trabajo de economía circular de Expoquimia, Eurosurfas y Equiplast, eventos feriales de referencia sectorial que tendrán lugar del 30 de mayo al 2 de junio de 2023.
Sostenibilidad, economía circular, emergencia climática… son términos que forman parte de nuestro vocabulario desde hace décadas…, pero ¿son solo palabras o hay algo más?
Como secretario general de Asegre, ¿qué valoración hace de la situación que vive nuestro país en este ámbito?
En este sentido, ¿cuál es la agenda del sector para los próximos años? ¿Y cuáles son sus principales preocupaciones?
Una de nuestras prioridades es lograr una mayor armonización entre las diferentes normativas que existen en materia medioambiental en nuestro país para que el sector gane en competitividad y eficiencia. Si esto ocurre, la gestión será cada vez de mayor de calidad, de forma que se reduzca el impacto ambiental y para la salud, se extraigan la mayor cantidad posible de materias y energía de los residuos, y se eviten emisiones de gases de efecto invernadero gracias a la reutilización y el reciclaje de los residuos.
Por otro lado, nos preocupa cómo se va concretar la carga impositiva al depósito en vertedero. Hay que tener en cuenta que hay residuos industriales y peligrosos que no se pueden reciclar y que necesitan una gestión segura antes de ser depositados. También hay que poner más en valor que, además de la recuperación y el reciclaje, la valorización energética de residuos también contribuye a la mitigación del cambio climático y a la economía circular porque se evitan significativamente las emisiones de CO2 al convertir los residuos en energía para producir calor, vapor y electricidad.
Además, puede sustituir eficazmente a los combustibles fósiles como alternativa de bajo carbono y se recuperan materias primas secundarias, como metales y áridos, que pueden utilizarse en nuevos productos y procesos.
¿Qué cree que hace falta para lograr una mayor implementación del concepto de circularidad en nuestra industria?
La legislación europea cada vez incide más en el desarrollo de la economía circular. Uno de los aspectos de los que se espera mayor desarrollo, es en lo relativo al diseño de los productos, puesto que es en esta fase en la que las decisiones del fabricante pueden tener mayor relevancia en su ciclo de vida.
Por eso considero un gran avance que los principales fondos del mundo ya se rigen por criterios ambientales, sociales y de buen gobierno a la hora de invertir. También es importante que la industria tenga una mayor responsabilidad como productor de los residuos. Esperamos que con la nueva ley de residuos opten por los mejores tratamientos disponibles, ya que son estos los que garantizan cerrar el círculo.