Recuperar el terreno perdido en el suministro de Principios Activos Farmacéuticos frente a Asia
La industria de productos de química fina, especialmente Principios Activos Farmacéuticos (APIs) y sus intermedios, primer y necesario eslabón de la industria farmacéutica, es uno de los sectores estratégicos para Europa, como está mostrando la pandemia de coronavirus, tanto por su contribución a la salud y calidad de vida de las personas como por ser uno de los que más pueden contribuir a la reconstrucción sanitaria, económica y social del continente tras la crisis sin precedentes desatada por el SARS-CoV-2. En este contexto, la Comisión Europea presentó el pasado 25 de noviembre la Estrategia Farmacéutica Europea, una serie de propuestas con las que Bruselas pretende dar un impulso al nivel de competitividad en materia de innovación biofarmacéutica y suministro de fármacos en el continente.
La industria farmacéutica europea, en su conjunto, en la que se incluye la fabricación de APIs, espera que esta Estrategia, que debe concretarse y desarrollarse a lo largo del próximo año, pueda crear las condiciones para que Europa vuelva a ser el líder mundial en innovación y en producción.
La estrategia centrada en el paciente, revelada por la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, y la vicepresidenta, Margaritis Schinas, tiene como objetivo garantizar la calidad y la seguridad de los medicamentos en la UE, al tiempo que impulsa la competitividad mundial del sector. Sobre la base de los sólidos cimientos de la UE y de un sistema farmacéutico integral, garantizará que los pacientes tengan acceso a medicamentos de alta calidad, eficaces y seguros. Asimismo, menciona específicamente la necesidad de incrementar la competitividad del sector farmacéutico en Europa y centra una de las cuatro líneas de actuación en fomentar y asegurar una cadena de suministro sólida para el mercado farmacéutico europeo.
Lo cierto es que Europa se juega mucho con esta estrategia. El European Fine Chemicals Group (EFCG), la representación europea de la Asociación Española de Fabricantes de Productos de Química Fina (Afaquim), ha señalado: “La crisis sanitaria mundial sin precedentes causada por la pandemia de COVID-19 ha golpeado especialmente a Europa y ha puesto de relieve la debilidad de nuestro continente en términos de autonomía estratégica sanitaria”.
Europa ha perdido gradualmente su capacidad de fabricar moléculas críticas para la formulación de medicamentos esenciales. Como resultado, la dependencia de Europa de otras regiones del mundo supone un riesgo inaceptable para el sistema europeo de salud. En los últimos años, el aumento de la aparición de escasez de medicamentos esenciales en Europa no sólo constituye un riesgo de seguridad de la salud para los pacientes, sino que también ha impuesto una elevada carga financiera para los sistemas de salud.
Los fabricantes de productos de química fina, especialmente Principios Activos Farmacéuticos (APIs) y sus intermedios constituyen una base sólida sobre la que construir una industria farmacéutica europea resiliente y sostenible que sea competitiva, innovadora y sostenible. Son las últimas garantías de la autonomía sanitaria estratégica de Europa, proporcionando moléculas críticas a lo largo de la cadena de valor de los medicamentos esenciales y adaptando su producción a las necesidades de la industria sanitaria, especialmente durante las crisis médicas. El refuerzo de esta industria contribuirá fuertemente a evitar que la escasez futura afecte a los pacientes europeos y garantizará una cadena de suministro robusta y resistente.
Las empresas españolas de fabricantes de APIs, de las cuales Afaquim ostenta la máxima representatividad como patronal del sector, son líderes de producción en Europa, siendo el tercer país europeo en producción, y representan un 5% de la producción mundial de estas materias primas, por lo que su consolidación y apoyo podría suponer un fuerte espaldarazo a nuestra recuperación.
EFCG, la asociación europa de fabricantes de principios activos, creó un grupo de trabajo específico ya en 2018 para abordar el entonces emergente problema de los riesgos de la cadena de suministro de medicamentos. A lo largo de los últimos meses, Afaquim junto con EFCG ha estado trabajando estrechamente con la Comisión Europea para identificar las causas profundas de la escasez de medicamentos, trazar un mapa de la red industrial existente y proponer una serie de medidas que se aplicarán rápidamente a nivel de la UE en el marco de la Hoja de Ruta Farmacéutica.
Otras regiones del mundo (como EE UU, India y China) no han perdido tiempo en poner en marcha iniciativas sólidas para garantizar su soberanía sanitaria. Europa no puede permitirse el lujo de quedarse atrás, y nos complace que la Comisión Europea tenga previsto aplicar, lo antes posible, medidas sólidas que garanticen su propia autosuficiencia, sostienen desde Afaquim.
Esta política de fomento de la I+D y a las cadenas de suministro de medicamentos, además de los avances que puede conseguir para muchas enfermedades aún sin tratamiento, puede permitir a Europa una posición de ventaja en la economía global y crear nuevas oportunidades de empleo y crecimiento. “Podría ayudar a conseguir otro de los objetivos de la estrategia: recuperar parte de la producción de medicamentos esenciales que se ha trasladado desde hace años a Asia”, apunta Afaquim.
Pero, en paralelo la presión medioambiental en Europa sobre el sector industrial en general, con la continua revisión de las normativas en materia de medioambiente y el establecimiento de requisitos regulatorios cada vez más estrictos, y cuyo cumplimiento exige inversiones importantes, puede ser un elemento muy disuasorio para el retorno de la inversión y la relocalización de industrias que en otras zonas del mundo (como China e India, directos competidores) no tienen que cumplir. Dicha presión regulatoria debería ir acompañada de un programa de incentivos adecuados, entre ellos, plazos razonables para su adaptación, y, sin olvidar en ningún momento que la industria farmacéutica europea es sumamente respetuosa con el medio ambiente y siempre ha trabajado intensamente para cumplir con todos las exigencias que se le aplican.
“El sector de productos de química fina, Principios Activos Farmacéuticos (APIs) y sus intermedios es ejemplar y líder en su comportamiento medioambiental y rechaza la competencia desleal y clave del auge de su traslado a otras zonas del mundo generada por la presión que medidas de este tipo suponen para su necesario crecimiento en España y Europa”, concluye Afaquim.