Albert Riba Trullols: “Hay que afrontar el riesgo con espíritu positivo”
El mamut se extinguió por no saberse adaptar a los cambios, mientras que el homo sapiens no sólo se adaptó, sino que aprendió a modificar el medio. Esta es la imagen de la que parte Albert Riba Trullols en Mamut o sapiens: las diez inquietudes para adaptarse y emprender (Empresa Activa), donde habla de las diez características clave para tener una actitud emprendedora y gestionar los momentos de cambio a nivel empresarial y personal. Riba es cofundador de InPreneu y socio de Kinetical Business, además de profesor asociado de EADA. La entrevista completa se puede leer en Puericultura Market .
¿Cómo han de adaptarse las empresas a las crisis?
La teoría que yo explico en el libro es que si el profesional y su organización siguen igual, sin provocar cambios, el entorno cambiará mucho más deprisa que la propia empresa. El error es pensar que todo seguirá igual y eso es imposible. Además, la crisis ha hecho que el entorno sea mucho más cambiante. El mal de las grandes organizaciones es que siguen haciendo lo mismo o menos que hace años, cuando hay que luchar, cambiar y probar constantemente, rehuyendo la zona de confort.
¿Esta actitud de cambio ha de ser continua?
Todo tiene una fecha de caducidad. Lo que ocurre es que esta caducidad ha de ser motivadora. Siempre hay que provocar un cambio. Por ejemplo, yo promoví un posgrado para emprendedores en la UPC, del que fui director durante dos años. Yo podría más o menos seguir con el proyecto, que ya está rodado, pero en el fondo me estaría engañando, porque ya ha llegado esa caducidad. Tengo que decirme a mí mismo que ya es suficiente y buscar nuevas actividades para provocar ese cambio.
Esto dependerá mucho del carácter de cada persona...
Yo no digo que todo el mundo tenga que cambiar de empresa, pero sí que es cierto que todo proyecto tiene un ciclo vital. En el libro hablo con Isabel Pérez, una recepcionista que lleva 30 años en la misma compañía, pero ella cada día cambia su actitud. Lo único que no cambia es el mueble donde ella se sienta, pero su forma de enfrentarse a lo que le ocurre cada día se va adaptando. Hay que saber provocar y motivar estos cambios. Hay que planificar esa ruptura. En todo caso, no creo que nadie quiera ser mamut, que haya gente que no tenga sueños.
¿Cómo se rompe con el “siempre se ha hecho así” que se oye en muchas empresas?
Esto lo hablaba con el director general de una empresa que es cliente y que explicaba que todos los directivos de una compañía saben que nada volverá a ser igual. De hecho, ya no lo es. No nos tenemos que engañar: el cambio es constante. Otra cosa es que muchas empresas no sepan cómo enfrentarse a este cambio.
En el libro también comenta que cuando se emprende se está abierto al fracaso, ¿cree que esto se tiene en cuenta?
Muy poca gente. Además, cuando se fracasa, si se tiene la suficiente madurez mental y humildad, se puede aprender. Fracasar en estos casos es una suerte, aunque por supuesto cerrar una empresa, por ejemplo, sea el mismo problema para un mamut que para un sapiens. La diferencia está en cómo se aborda.
¿Cómo se puede superar la aversión al riesgo?
Hoy en día, con un entorno tan inestable, si alguien se queda quieto en realidad es como si estuviera yendo marcha atrás. No arriesgar es lo peor que se puede hacer. No digo que todos seamos emprendedores porque cada persona tiene un entorno y un rol distinto, pero el riesgo ha de estar presente y hay que afrontar el riesgo con un espíritu positivo.