Pensar en positivo para atraer al cliente
Los pensamientos positivos hacen que nuestro sistema límbico genere las sustancias químicas que nos hacen sentir felices, lo que también es importante en el ámbito del comercio.
En función de los pensamientos que tenemos, nuestro sistema límbico funciona de un modo o de otro, generando las sensaciones físicas que nos hacen sentir las emociones. Por ello, cuando escogemos pensar en los problemas, el cerebro envía las sustancias químicas que nos hacen sentir mal, preocuparnos o estresarnos. En el ámbito del comercio, los clientes percibirán inconscientemente esta negatividad y no se sentirán atraídos ni por nosotros, ni por el producto que le ofrecemos. Anna Flores, profesora de ESCODI y especialista en programación neurolingüística, nos habla en este artículo de colaboración sobre la importancia de afrontar la vida con actitud positiva, también en el mundo de los negocios.
Como decía Descartes, “mi vida estuvo llena de preocupaciones por cosas que nunca pasaron”. Además, hay estudios que demuestran que más del 80% de nuestros pensamientos diarios se centran en problemas que no llegan a ocurrir. Por eso, anticipar problemas o estar recordándolos no nos aporta nada positivo, más bien al contrario, nos distrae del momento presente y hace que nuestra percepción de la realidad no sea muy precisa. Y ¿para qué necesitamos una percepción precisa de la realidad? Pues para aumentar las ventas, por ejemplo.
La automotivación es fácil
La motivación depende de la razón por la cual hacemos el trabajo que hacemos, qué nos aporta o qué conseguimos. Y cuando las respuestas a estas preguntas se centran en encontrar aquello que es positivo, es cuando nos motivamos. Con tal de mejorar en este aspecto, es muy importante focalizarnos en lo que nos hace sentir bien, concentrarnos en lo que podemos cambiar porque depende de nosotros, y apartar los pensamientos negativos de nuestra mente. Cuando expreso esta pauta en mis seminarios o conferencias, suelen decirme: “Sí, ¡Como si fuera tan fácil!”
Sí lo es, solo se tiene que aplicar la herramienta de la programación neurolingüística llamada “actuar como si…”: -Levántate por la mañana y compórtate como si todo te fuera de maravilla, anda con una posición levantada, sonríe, observa tu entorno, escúchalo, repítete frases positivas… Es así como enseñarás a tu sistema límbico a repartir por tu cuerpo los neurotransmisores que te harán sentir bien-.
