Efectos del coronavirus en la natalidad
La incertidumbre económica y el parón de los tratamientos de reproducción asistida provocarán que nazcan menos niños, según los expertos en fertilidad y en demografía.
Menos población, menos parejas y menos niños: es el saldo social que nos dejará esta crisis sanitaria del coronavirus, imposible aún de cuantificar pero que los expertos consideran inevitable. Este largo confinamiento podrá aumentar los divorcios y rupturas sentimentales, ya sea por el exceso de convivencia o por el obligado distanciamiento. Y la incertidumbre y la crisis económica harán caer la natalidad, que ya es una de las más bajas del mundo.
A 1 de enero de 2020 había subido ligeramente la población en España -más de 400.000 nuevos inscritos en el censo, una subida del 0,9%-, pero lo hizo sobre todo gracias a la llegada de extranjeros. La tendencia se invertirá cuando se levante el estado de alarma: la crisis volverá, previsiblemente, a expulsar a los trabajadores extranjeros, como sucedió en 2008, y se frenaría de nuevo la tendencia a ganar población.
¿Qué pasará con la natalidad?
Lejos de pensar que pasar más tiempo junto para las parejas signifique un aumento de la natalidad dentro de nueve meses, según apunta Albert Esteve, director del Centre d´Estudis Demográfics de la UAB, “no creo que la frecuencia de relaciones sexuales sea un determinante del número de nacimientos. Hace años, sino décadas, que dejó de serlo en los países en los que hay control de la natalidad con medios anticonceptivos e incluso la posibilidad de interrumpir el embarazo”.
La incertidumbre económica y el parón de los tratamientos de reproducción asistida marcarán, previsiblemente, un descenso en la natalidad de los próximos años
Desmontada a priori esta teoría, los expertos se decantan más bien por un descenso de la natalidad. Debido a varios factores entre los que destacan que los tratamientos de reproducción asistida llevan ya mes y medio parados. La mayoría pararon antes del estado de alarma después de que la sociedad europea de fertilidad pidiera precaución ante la falta de evidencia científica sobre cómo podía afectar el virus a una mujer embarazada. De esta manera, Albert Esteve, valora que “una de cuatro mujeres que no son madres a los 40 años argumenta que la razón principal es que no se quedan embarazadas. Un porcentaje no menos importante de estas mujeres están sometidas a tratamientos de fertilidad. La interrupción de estos tratamientos no ayuda”.
Además, otra de las problemáticas que ha desencadenado la pandemia del coronavirus es la incertidumbre económica. Uno de los pilares fundamentales para los padres cuando tienen un hijo es tener una estabilidad económica, cosa que parece que en estos momentos es incierta para la gran mayoría de la población. Para Albert Esteve, “la crisis social y económica asociada al Covid-19 empeorará las condiciones de la gente joven para tener hijos. Obligará a retrasar la decisión de tener hijos con el riesgo de no poder concebir cuando decidan tener hijos más adelante”.